53 - Confiesa y seré tuya...

11.7K 685 640
                                    

NOTAS

¡Hola, familia!

¿Siguieron mi consejo? ¿Enfriaron unas cuantas bebidas energéticas y prepararon hielo para hacer frente a este capítulo? Yo estuve a punto de deshidratarme escribiéndolo, por eso me tomó más tiempo terminarlo. 

Espero que lo disfruten. Tengan el número de los bomberos a mano por si todo lo demás falla, ¡ja, ja! 

¡Feliz finde! Gracias por sus votos y comentarios —me pregunto si habrá en este capítulo—. ¡Besos!

-------------------------------------------------

Confiesa y seré tuya...

Ani se convierte en el súcubo que penetra hasta lo más profundo de mi mente para materializar mis fantasías y mis deseos más lascivos. La visualizo con unos candentes cuernos y una cola de demonio tan rojos como sus cabellos de fuego. «¿Me harías cantar?», esas fueron las palabras que pronunció como un conjuro para hechizarme, para seducirme, para permitirle que me invada con su lengua hasta la garganta.

Sus besos son fieros pero dulces. Su boca me devora como si fuera la dueña de la mía. Pasión, saboreo pura pasión en su forma de conquistarme. Aunque nos hemos besado otras veces, incluso esta misma mañana, Ani me transmite ahora unas fuertes ansias de tomarme que superan a las anteriores. En su posesiva manera de chuparme los labios noto el amor que me brinda, lo especial que quiere que me sienta. Me hace perder la cabeza, sobre todo porque tengo la sensación de que nada la detendría hasta el final.

Ani sumerge los dedos en mis cabellos irradiando lujuria, la propia de alguien que no se limitará a un simple besuqueo en el sofá. Estos son los preliminares del súcubo que me tienta para que le entregue todo de mí. Besa tan rico que me arrastra hacia su fogosa pasión sin muchos esfuerzos. Cuando la agarro por la cintura, nuestros cuerpos se unen con más fervor. Nuestra atracción física es demasiado poderosa, tanto que nunca me había prendido con tanta intensidad tan rápido. ¿De qué estás hecha para enloquecerme así, Ani? Te compones de una exquisita miel que deja su rastro dulzón tras la dosis justa de picante que quema todos mis sentidos. Eres adictiva.

En un ferviente recorrido, Ani desliza las manos por mi cuello hasta apoderarse de mis pechos. Tras rodearlos por encima de la ropa en una caricia, los apretuja con delicadeza pero en profundidad. Su gesto me resulta tan excitante que gimoteo en su boca.

Las fronteras empiezan a ser cruzadas, por lo que yo también me adjudico la libertad de explorar a Ani a mi antojo. Dibujo su atractiva silueta femenina hasta ascender por su elevado trasero, donde, gustosa, me apodero de sus nalgas, sus firmes y redondeadas nalgas. Las estrujo junto a su ropa. Las estrujo como si fueran mías, como si yo poseyera la exclusividad sobre ellas. Las separo mediante un sensual masajeo para abrir paso a mis atrevidos dedos. Casi puedo palpar sus bragas por el borde del pantalón corto plegado y el camino hacia su mayor tentación. Fantaseo con extender el juego de nuestras lenguas hasta ahí.

Ani suspende sus ardientes besos para restregar sus labios por mi mejilla. Mi boquita se siente desamparada, echa de menos la saliva volcánica de la suya. Pero pronto se pierde en un suspiro erótico cuando la lengua de Ani humedece el lóbulo de mi oreja. Mientras la lame, el placer doblega mi cuerpo y provoca que me desahogue exprimiendo sus nalgas. Yo ya había mojado las bragas, pero mis fluidos aumentan como un río desbordado en cuanto Ani desciende a mi cuello y me lo chupa. El agradable cosquilleo me debilita.

Puedo imaginar lo complaciente y buena amante que es Ani. A este paso, conseguirá todo lo que quiera de mí. Y no pienso oponerme. Seré suya a cambio de que confiese sus sentimientos.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora