Un Lobo Entre Leones (Algunos caps en edición)

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El sonido de las olas chocando contra las rocas siempre hacia bulla en todas partes del castillo, algunas veces se escuchaban tan altas que se podían sentir a un lado. Como si se estuviera de pie a un lado de ellas, Robert tenía el hábito de caminar descalzo a un lado de ellas. Ahí podía ver a personas bañándose y niños jugando en la arena.
Si algo amaba Robert del sur era la vida que mostraba, siempre había gente bailando, riendo, bromeando y platicando. Muy contrario a él frio del norte donde la mayoría de la gente solamente hablaba lo necesario con los demás y no paraban a saludar a nadie por la prisa de llegar a su hogar y calentarse en el cálido calor del fuego.
Robert llegando a cierto punto del lugar, justo a un lado de las enormes rocas que rodeaban el castillo se sento, ese día solo iba con un pantalón sencillo y un jubon de color blanco, a un lado de él descansaban sus botas de color negro y frente a él, el sol comenzaba a ocultarse. Se lograba ver el reflejo que este daba contra sus ojos, haciendo que los entrecerrara para poder ver.
Ahí al otro lado del mar estaba Daenerys Targaryen y su hermano Viserys Targaryen, los últimos targaryen se sangre pura que quedaban o bueno de los últimos si contaba al maestre Aemon. Robert solo podía imaginarla, su cabello blanco como la misma nieve justo como los mechones que Robert ocultaba y sus ojos de un hermoso morado, Robert sólo podía imaginar lo hermosa que debía de ser.

"Su cabello es blanco como la misma nieve mi lord, y sus ojos son como dos amatistas de la mismísima casa Dayne, si no es que más hermosas que estas. Y su rostro es tan fino que supera con creces el de cualquier mujer que se haya visto en westeros"

Recordó Robert la carta que hace tanto le había llegado, sin duda era buena propuesta de matrimonio para cualquier persona y aun que Robert lo quisiera negar el al escuchar eso le hubiera gustado pensar en ser una de esas propuestas de matrimonio. Aun más cuando se entero del compromiso de Lady Margery con Lord Renly.
Pero esos pensamientos fueron desechados en cuanto volvió a la realidad de que sólo era un bastardo a los ojos de los hombres y de los dioses antiguos y nuevos. Tenía un apellido prestado y no podía reclamar ninguno de los dos de sangre, si se clamaba como Stark lo más probable es que Lady Stark hiciera todo lo posible para descartarlo y humillarlo aparte de que recibiría el apoyo de todo el norte, y si se aclamaba como targaryen era más que seguro que su cabeza estaría separada de su cuerpo más rápido de lo que quisiera pensar. Ante esos dilemas Robert no podía pensar más que su vida era una completa mentira, una mentira que había sido hecha desde el momento de su nacimiento, desde el momento en el que Ned Stark dijo que era su propio hijo y en el que se le fue condenado como un simple bastardo de un gran lord.

- Mi lord - La voz de Sand se hizo presente en la espalda de Robert quien solo asintió con la cabeza a Sand en modo de saludo - Lo tienen -

- ¿Son parecidos? - Robert aún sin mirar a Sand siguió contemplando la belleza del mar frente a él, el ruido del agua chocando contra las piedras hacia eco en el lugar -

- Si mi lord, el único problema es una cicatriz que tiene en el brazo izquierdo. Seguramente fue hecha por accidente pero fuera de eso son iguales en la altura, facciones del rostro y en el color de cabello -

- ¿Y estas seguro que si es parecido a....

- Si, lo comprobé tres veces yo mismo y un par de veces más Kevan y Rivers - Olyvar miró atentamente a Robert, sabía que el se sentía angustiado y podría ser que triste -

- ¿Averiguaron cuando ocurrirá la exigencia del nuevo rey?.

- La reina y el príncipe Joffrey tienen pensado hacerlo dentro de un par de días. La reina le insistió a su hijo dar ese tiempo de luto al rey antes de tomar la corona - Respondió Olyvar sin dejar de mirar a Robert quien solo suspiro -

- Entonces aun tenemos un par de días de descanso antes de que todo esto se vaya a la mierda - Murmuró Robert tomando sus botas y voltearlas asegurándose de que estas no tenían arena dentro. -