Un Lobo Entre Leones (Algunos caps en edición)

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NED STARK

La familia Stark se encontraba esperando en el patio principal a quien se daría aviso para que las puertas estuvieran abiertas para la llegada del rey. Todos se encontraban ahí, desde los niños más pequeños hasta los más ancianos, que ya olvidaron la última vez que un rey pisó el norte, contadas veces los dragones habían visitado a los lobos; y una de ellas fue en aquella Danza de Dragones en donde el príncipe Jaehaerys Targaryen visitó a Cregan Stark, el cual le juro que pelearía por su madre respetando el juramento que su padre había hecho antes que él. "La hora del lobo" le habían llamado a su llegada a Desembarco del Rey, tal vez fue la única vez en la que un Stark lejos del Norte había salido bienaventurado. Todos esperaban con ansiedad el arribo de su Majestad el Rey Robert Baratheon, aquel ciervo que se había encargado de derrocar al dragón de tres cabezas, el demonio del tridente, aquel que había luchado por amor... "Por amor" fue el primer pensamiento. de Ned al escuchar aquel título otorgado por los plebeyos en canciones y poemas, Robert no peleaba por amor en su totalidad. Su amigo siempre había disfrutado de la violencia e incluso si el futuro hubiese sido distinto, y Lyanna no hubiera estado involucrada, el hubiera ido a la guerra con motivos o sin ellos.

Ned miró a su derecha, a un lado de aquellos cabellos rojos que le acompañaban desde que despertaba hasta que cayó dormido. Los Stark estaban ordenados según su edad, Ned se encontraba hasta el extremo izquierdo ya su lado Catelyn mirando con orgullo el fruto de sus esfuerzos, junto a ella Robb de cabellos tan rojos como el fuego mismo al igual que Sansa la cual vestía un hermoso vestido. de lana gris con adornos plateados en el. Seguida de ella estaba Arya, de cabellos oscuros como los de él y ojos grises, a su lado su hermano Bran y finalmente Rickon. Ned miró hacia atrás y entre la multitud oculta estaba Jon, Ned regresó su mirada a Catelyn y dio un suave suspiro.

- Jon - Llamo la gruesa voz de Lord Stark, todos volvieron a verle atento a sus órdenes. En especial Jon, quien dio unos pasos hacia el frente evitando a toda costa la mirada de Lady Catelyn - Ven aquí, colócate a un lado de Robb - Lo volteaste a ver con una sonrisa

-¡Ned! - Se logró escuchar a Lady Catelyn decirle en voz baja para que solo la familia lograra escuchar, su mirada roja solo se comparaba con la de su cabello el cual estaba sujeto de una trenza que llegaba hasta su pecho. Esta presionando con suavidad la mano de Ned buscando que este se retraiga de sus palabras.

- Vendrá su hermano Catelyn, uno de mis hijos y quiero que Robert se sienta como en casa - Ned comprendía el sentir de su mujer, sabia aquel sentimiento de humillación que debía de estar recorriendo su cuerpo, sabía que era una humillación colocar a un bastardo al nivel de sus hijos legítimos y aún más dejar que los reyes le viesen junto a ella. "Son mis hijos" se recordó Ned, estaban al mismo derecho que los demas - Además, Jon también es mi hijo tiene el mismo derecho de estar con nosotros. Aun no porte mi apellido es un Stark - Sentencio lord Eddard dando el tema por sanjado

Jon solo se acercó con la mirada gacha sin decir una sola palabra, simplemente acato la orden de su padre, sentía los ojos de Lady Catelyn con cada paso que daba. Si le preguntaban diría que si su mirada fueran espadas ya estaría sangrando en el suelo, despertó de su trance debido a que sintió unos leves golpeteos en la espalda al alzar la cabeza logró ver que era Rob que le daba una sonrisa.

- Tranquilo padre tiene razón eres parte de la familia - Escucho Ned quien no pudo evitar dejar ver una sonrisa, contrario a su amada esposa que miraba con odio y resentimiento a Jon - Se le pasará ya la conoces

Lady Catelyn volteó para darse cuenta de que le hacía falta una de sus hijas más sin embargo no la lograba ver por ninguna parte. Ned miro a ambos lados, la última vez que había echado un vistazo su pequeña sangre de lobo estaba junto a Sansa.