Un Lobo Entre Leones (Algunos caps en edición)

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ARYA STARK 

Arya jamás había visto un burdel antes, sabia lo que eran debido a las platicas entre su hermano Robb y Theon en la que presumían cuantas veces habían tenido relaciones. Aun recordaba a su madre darle miradas de desaprobación y molestia a su hermano mayor, aun que no era como si ignorara lo que en realidad sucedía en esos lugares, después de tantas veces escuchar a Robb presumir frente a Jon sobre sus "Aventuras de una noche" se había podido hacer una imagen de que pasaba ahí.

Aun que en las historias de Robb se omitía el olor a mierda y orines, estos combinados con los sonidos de gemidos era aquello que la acompañaba durante el día y noche, desde la habitación de Zhera mujer en la que Jeor había confiado para dejarla se podía ver a todos los hombres que entraban al local. Gordos, ancianos, jóvenes y ebrios entraban y salían todo el tiempo y siempre había una mujer dispuesta a recibirlos. Aun que la excepción era Zhera, ella jamás veía un cliente a menos de que fuera aquel hombre que mandaba a por ella y podía entender el por que. Siempre que regresaba llegaba con una bolsa llena de oro así como joyas y vestidos hermosos que provocaban la envidia de las demás prostitutas del lugar

- Esa perra se esta acostando con Lord - Había escuchado Arya la noche de su llegada a el burdel, una mujer gorda de cabello enmarañado y con algunos cabellos de color blanco había mostrado molestia 

- Es hermosa y joven - respondió una mas joven de edad, de cabellos castaños como el tronco de un árbol y ojos del mismo color

- Y no es mas que una puta cualquiera, hay cientos de ella en las ciudades libres - La mujer gorda tomo un largo trago al barril de cerveza que tenia en la mano - Y para terminar ahora viene con una niña, como si el burdel tuviera suficiente espacio para dos putas mas 

- Según se la niña no viene a trabajar - Arya estaba atenta a la platica que había entre ambas mujeres -  Al parecer Zhera la recogió hace poco, el padre de la pobre murió - Arya había presionado con fuerza la empuñadura de aguja, el recuerdo de haber tenido que arrastrar a Jeor atravesó su mente, el tener que arrastrarlo de pies y brazos para poder avanzar le había dejado durante días fuertes dolores en brazos y en hombros 

Arya sacudió su cabeza, Zhera se había ido temprano, incluso antes de que el sol mostrara sus primeros rayos. La noche anterior había recibido una visita de un hombre cubierto de pies a cabeza con una capa de color negro que cargaba 1 bolsa de viaje, ella con una sonrisa de oreja a oreja le invito a pasar a la habitación, Arya se había acercado en caso de que sucediera algo pero nada, solo hubo susurros por parte de ambos que Arya no había logrado entender. No habían tardado mucho, pero el hombre había salido de la habitación sin la bolsa de viaje y Zhera se había quedado con una gran bolsa de oro en manos. 

Un suspiro salió de los labios de la pequeña Stark, no comprendía totalmente lo que había sucedido. En un momento estaba entrenando con Ser Jeor y Syrio Forel y al siguiente corriendo entre las cañerías de la ciudad con Jeor herido de gravedad diciéndole lo que tenia que hacer después de dejarlo morir ahí. Arya volteo la mirada hacia el frente, por la ventana que la habitación tenia, aun que lamento el haberlo hecho, su vista se encontró con los pechos de una mujer que estaba teniendo sexo con un hombre de cabellos oscuros, la mujer estaba con los pechos pegados contra el cristal mientras que el hombre la sostenía del cuello. La incomodidad de la escena hizo que Arya quitara su vista de ahí. 

Arya miro su ropa de vestir en el suelo, Zhera se había encargado de comprarle ropa nueva, aun que no era de dama, la ropa que había comprado en su totalidad eran pantalones de hombre así como botas y camisas. "Aprovechemos que no tienes pechos aun" comento la prostituta mientras le media la ropa que había comprado. Arya comenzó a vestirse lo mas rápido que pudo, aprovechaba las salida de Zhera para comprar algo de comer, a pesar de las instrucciones que le había dejado de nunca abandonar la habitación a menos que ella le dijera