❥Mi regalo [Kacchako]

❥017

¿Cómo se puede explicar las emociones que sientes a la hora de tener un bebé?, retrocederemos un poco. Los días de el último mes, pasaron bastante rápidos, los días que ella iba tachando poco a poco se fueron demasiado rápido. Justo faltaba un par de días para el cumpleaños de su esposo, por lo que buscaba un buen regalo de cumpleaños. Pensaban en realizarle una celebración sorpresa en su restaurante favorito, con su familia y obviamente sus amigos. Para su gran mala noticia, en la agencia solicitaron su ayuda con urgencia fuera de la ciudad por al menos siete días. Lo que daba a entender que llegaría uno o días después de su cumpleaños, dependiendo que sucediera.

—¿De verdad tienes que ir? —preguntó mirando la maleta llenarse de ropa.

—No quisiera, pero es urgente —respondió sin emoción.

—¿No estarás en tu cumpleaños?, ni siquiera en caso de que llegue el momento del parto.

—No es muy lejos, son al menos tres horas en avión.

—¿De verdad no te importa nada, idiota? —preguntó mientras lo veía molesta—. ¡Mocoso!

—¡Claro que me importa vieja bruja!

—¡¿Entonces por qué piensas largarte así sin más?! —suspiró—. Katsuki... yo sé que tu trabajo es demasiado importante, que es una gran parte de sus sueños en la vida. Lo sé, que gracias a eso estás feliz de darle lo que se merece a tu familia.

—¿Entonces qué quieres que te diga?, ¿eh? —se sentó enojado en la cama—. Por supuesto que me importa, no quiero irme del todo, ambos son importantes. Pero es una oportunidad...

—¿Y el estar junto a ella si esto se adelanta no? —golpeó su cabeza—. Mocoso, esto no sabes si volverás a experimentar esta etapa que de verdad anhelas. Y en lo peor, un parto puede ser exageradamente complicado.

—Ya lo sé —respondió en tono serio—, lo sé perfectamente...

—Abusas del amor que te tenemos y que te apoyamos en todos tus sueños, metas y logros. Ve, quiero que le patees el trasero lo más rápido posible a ese idiota, y regreses aquí justo en tu cumpleaños.

Toda su vida han estado juntos, toda su vida han celebrado cada cumpleaños juntos. Cada año, por la media noche, cuando el reloj marcaba exactamente las 0 horas del día 20 de abril, Mizuki subía a la habitación de su hijo, con un pequeño pastel cantando el "feliz cumpleaños" junto a su esposo. Cada año, tomaban una foto familiar aunque apareciera el joven rubio de mal humor. Los tres se amaban, los tres siempre estaban juntos, no podían estar sin el otro en fechas tan importantes. Que imaginar que sería el primer cumpleaños en el que tiene que salir de la ciudad a pelear contra villanos le dolía el estómago.

—No quiero pasar una fecha tan especial para ambos sin ti, mocoso.

—Eres a veces muy molesta, créelo.

—Pero admite que me amas.

Lo hacía, como nadie en la vida. Era la principal desde que descubrió su quirk y su deseo de ser héroe en apoyarlo. Nunca dudó ella de su potencial amaba presumir ante la gente lo grandioso que era su hijo. Ahora su gran héroe tenía miedo, miedo de irse y no estar en algo que esperaba por mucho tiempo, de volver y recibir malas noticias. Le partía el corazón de muchas maneras el que no esté en ese momento, que no esté apoyándola y esperándolos. Que fuera el primer cumpleaños solo a miles o millones de kilómetros lejos, no tenía cabeza para sacar cuentas. Para nada en realidad.

—¿Y si mejor me quedo?

—Katsuki, eres un adulto. Aunque me alegra muchísimo que te quedes, es tu elección. Tienes razón, es una oportunidad de trabajo.