—¿Estás seguro de esto? —preguntó nerviosa.
—Muy seguro, bien ya tenemos mucho contenido —respondió mientras acomodaba una lámpara—. Se comienza a notar en tu ropa.
—¡Es por que es un traje de baño!, mi favorito por cierto.
—El mismo que usaste cuando fuimos a aquella playa, la misma en la que creamos ese futuro bebé —se detuvo detrás de la cámara.
—No tenías por que dar tanta información, amor.
—Nadie lo sabrá, muy bien ya vamos para nuestra semana doce así que toma el durazno para la foto —ordenó.
Durante el último mes, Katsuki se había obsesionado con la idea de cada sábado tomarle una foto con la misma ropa y el proceso de su embarazo. El antiguo vientre plano de si novia comenzaba a notarse un poco hinchado, le recordaba a cuando ella comía bastante o andaba en sus días. Tomó la misma pose de siempre junto a el durazno y tomó la foto, al igual que grababa un pequeño video. Petición de su novia.
—Quedó lista —respondió triunfante.
—¿Ya me puedo vestir?, comienzo a sentir frío.
Octubre, una época donde el clima estaba un tanto loco, por lo que cuidaba aún más a su novia. Estaba contenta, aunque a veces fuera molesto tantos cuidados, lo entendía bien, su instinto de cuidar ya era sin previo aviso en esta situación. La castaña entró al baño a vestirse, amaba usar ropa cómoda a la hora de estar en casa, se colocó un pantalón deportivo y una blusa común. Sonreía cada que se encontraba en su espejo de cuerpo completo, le daba ternura encontrarse de aquella manera.
—¿Tú no tienes frío? —le preguntó a su novio, quien se encontraba con solamente un pantalón deportivo holgado.
—No, a penas me voy refrescando —sonrió.
—Bueno, al menos terminarás siendo un papá muy cuidado —se sentó en la cama—, escuché de unos ejercicios para futuras mamás y también decían que ayudaba para partos, algo así.
—¿Ejercicio para embarazadas? —se detuvo a verla—, ¿cómo es eso?
—Creo que como yoga, realmente no tengo una respuesta cierta —comenzó a comer el durazno—. Tengo entendido que es como eso, hacer ejercicios para que el bebé se encuentre bien, me mueva un poco y no se ahorque con el cordón umbilical. Además de acomodarse en el vientre.
Los ejercicios de maternidad ayudaban en el embarazo y en el futuro parto, además de mantener a la mamá activa. Servía para estar ambos sanos, no eran nada difícil como se piensa, eran divertidos, flexibles y normales. Incluso el caminar era una rutina para los ejercicios.
—Si así lo deseas, podemos buscar un gimnasio con ello o hacer aquí en casa.
El joven seguía guardando algo, ya que realmente odiaba ver desorden el su hogar, pero sabía que en un año todo eso cambiaría completamente. Soltó un gran suspiro de tan sólo imaginar que habría un pequeño mini él haciendo desastres, tal como de pequeño lo hacía. Bien dijo su madre que algún día pagaría todas con un hijo, a pesar de que su futura esposa tuviera una actitud más calmada sabía que aquella actitud familiar predominaría. Sea hombre o mujer, podía jurar que tendría el cabello rubio cenizo y una actitud como él. Lo sabía perfectamente. Aunque quizás esta vez la madre del pequeño futuro Bakugō pueda dominarlo, ya que anteriormente ambas actitudes chocaron. Que lío era imaginarlo.
Se sentó sobre la cama mientras colocaba su mano izquierda en su cuello y sobaba un poco, esta semana había sido bastante dura en el trabajo. Lo peor para su descanso, era que no lo hacía por estar pendiente a su novia, quien en las noches vomitaba, se quejaba de malestares o lo molestaba con un par de antojos. La castaña por su parte se retiró del trabajo, aunque no quisiera hacerlo, pero era demasiado riesgo para su futuro bebé. Por lo que estar mucho tiempo en casa y en algunas ocasiones sola, era aburrido o desesperante.
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❥Mi regalo [Kacchako]
FanfictionLa etapa del embarazo es un momento anhelado por algunas, soñado y despreciado por algunas otras, es cuestión de gustos e intereses. Por lo que Uraraka no le desagradaba la idea, al contrario tenía en mente que algún día eso sucedería y su novio est...