Aún podía escuchar en su mente aquellos comentarios tan ofensivos que ni él mismo imaginaba que pudiera decir, aún escuchaba aquel quebrar de su corazón y tumbarlo en la depresión. El que se creía el más fuerte, el más grande, el mejor, lo habían devastado al punto de odiarse sin razón y creer cosas que no serían así. Todo a su alrededor era oscuro, no tenía absolutamente ganas de nada, ni de insultar a los extra de la escuela.
"¡Un hombre como tú, jamás podría ella prestarte atención!". Su respiración se agitaba por aquel coraje que comenzaba a darle por culpa de aquel comentario, él sabía perfectamente que podría pelear contra ese tipo sin problema. Pero ahora no solo era un comentario, eran demasiados en cuestión de segundos contra un corazón inexperto que comenzaba a tener sentimientos.
Para él, fue la peor etapa de su vida donde probablemente caería en un abismo de comentarios donde lo atacarían en su mente y en su corazón, donde a pesar de buscar siempre la mejor solución para tener una relación junto a ella siempre llegaba un "no mereces a Uraraka", destrozando aquel positivismo a una tristeza que era sumamente incontrolable.
Llorar, gritar, molestarse aún más, sufrir, dolor en el pecho, una necesidad incluso de no querer vivir jamás al lado de ninguna mujer y jamás darse la oportunidad de amar, vivir solo, el mundo sabiendo que era un monstruo sin corazón aunque no era la realidad. Aun recordaba aquella noche que fue la primera vez que lloró sin parar con todo su corazón, donde golpeaba y explotaba todo lo que encontraba mientras murmuraba constantemente que viviría sin ella.
Su madre estuvo en todo momento con él y el proceso de aquella relación, para su suerte la vida le sonreía, aquella vida tenía un lindo cabello castaño con una sonrisa bastante tierna. Sin duda, era la mujer perfecta para él y su sueño a ser el héroe número uno. El tiempo en el reloj pasaba tan aprisa que jamás se detiene a esperar, los recuerdos se comenzaban a crear y seguirían formándose junto a ella. Los pasos de un lado al otro de los enfermeros comenzaba a ser un poco tedioso.
Colocaba sus codos sobre sus rodillas mientras apretaba constantemente sus manos, no se le había permitido entrar, su esposa solamente quería tener al lado a sus padres como el mayor apoyo. Respetaba eso, ellos tendrían la paciencia suficiente y el amor necesario para escucharla, apoyarla y consolarla en cualquier segundo que pase. A él le ganarían los nervios, podía comenzar a fluir aún más la nitroglicerina, se sentía un peligro para su pequeña familia.
Sintió un ligero golpe en la cabeza, cuando volteó a ver de quien se trataba, miró aquellos ojos marrones tan conocidos y llenos de amor que había visto a lo largo de su vida. Le sonrió un poco nervioso mientras agradecía internamente que le hubiera dado una toalla para secar aquel sudor que comenzaba a producirse formando micro explosiones.
—¿Acabas de llegar? —preguntó mirando aún aquella pequeña toalla.
—Algo así, hubiera llegado antes pero tuve que ir a recoger algunas cosas de emergencia —se sentó junto a él—, ¿lleva mucho tiempo adentro?
—Casi dos horas, desde la mañana tuve que traerla al hospital por que se sentía mal —suspiró—, la dejaron en observación con su madre mientras yo iba a trabajar. En cuestión de algunas horas entró en labor de parto, ¿esto dura demasiado?
—Katsuki, te puedo decir que como puede ser bastante rápido, puede ser bastante largo el proceso. No es cualquier cosa.
—Mierda —bufó—, tienes razón pero, pensé que sí sería un poco menos tardado.
—Créeme, que incluso ella desearía que el proceso fuera lo más rápido posible.
Aquel muchacho dio un largo suspiro mientras veía aquella puerta esperando una respuesta, su corazón latía bastante fuerte, su mente comenzaba a traicionar poco a poco aquel positivismo que mantenía se esfumaba poco a poco imaginando situaciones muy malas. Sus padres comenzaron a notarlo que sin brusquedad buscaron la manera de que lentamente fuera deshaciendo aquel pensamiento, sabían que el nerviosismo sería algo muy natural, pero no querían que imaginara cosas malas.
ESTÁS LEYENDO
❥Mi regalo [Kacchako]
FanficLa etapa del embarazo es un momento anhelado por algunas, soñado y despreciado por algunas otras, es cuestión de gustos e intereses. Por lo que Uraraka no le desagradaba la idea, al contrario tenía en mente que algún día eso sucedería y su novio est...