Capítulo 1

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El resto de la mañana transcurrió como de costumbre, me pase las clases dibujando, escribiendo, y riéndome de las tonterías y ñoñerías de parejita de Noa y Leo, mis amigos mas cercanos de mi grupo. A veces al mirarlos me invadía un sentimiento de culpa por pensar que jamás lograría mi objetivo de tener una relación tan bonita y duradera como la suya.

Mientras tanto, algo en mi mente tampoco andaba bien, una parte de mi deseaba con ansias que fuese mañana para volver a la monotonía de las miradas con aquel desconocido, y otra, me echaba la culpa por ser tan lenta a veces mientras maldecía el despertador, que esa mañana optó por no sonar.

Al llegar a casa, lo primero que hizo mi padre fue echarme una reprimenda;

- ¿Cómo que hoy faltaste a la primera clase?- preguntó sin rodeos.

- Perdí el tren porque el despertador no sonó esta mañana, y tuve que esperar al siguiente.- Dije convencida de mi verdad.

- Ay Mónica, cuando entenderás que yo también tuve tu edad, y aun así iba a clase.- Dijo sin darme lugar a respuesta.- Que sea la ultima vez.

Eso es lo que mas odiaba de mi padre, nunca me creía. Siempre tenia que repetirle las cosas una treintena de veces o simplemente dejarlo pasar para no dar pie a una discusión. Al fin y al cabo es lo único que tengo.

Subí a mi cuarto y me encerré enfadada, como tras cada discusión, me tire en la cama y puse el Spotify en el portátil a todo volumen.

Y de pronto, estaba allí, en el fondo de mi cabeza, él otra vez. Entonces, sin saber porque, me levante a toda prisa y saque un bolígrafo y un folio de donde pude, y empecé a escribir.

Al terminar, levante los ojos del papel y me di cuenta de que había escrito una carta para el pelinegro:

"Querido comotellames, llevamos cruzando miradas los últimos 3 años pero llevas viniendo a la misma parada a la misma hora desde hace 7, nunca me he atrevido a cruzar una sola palabra contigo ni a cambiar de anden para saludarte más de cerca. En estos 3 años, he podido adivinar tu sudadera favorita y tu adicción al café machiatto de caramelo de Starbucks. Te he visto crecer, y cada día poco a poco te has ido volviendo más guapo.
Pero siempre desde lejos, desde el otro andén."

Al finalizar la lectura, tome una decisión;
《 Mañana se la daré, cambiaré de andén, le diré que se le cayó este papel, y ya está, PLAN PERFECTO! 》
Esa noche, no pude dormir, por lo que opte por leer mi libro favorito "nosotros en la luna".
Y poco antes de quedarme dormida puse una alarma antes de lo normal, para prepararme, y llegar de sobra al anden.

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