Abrí la puerta sin mirar y el poco aire que recupere se esfumo cuando lo hice. Era Gerard. No sabía que decir y me estaba dejando de parecer divertido no saber articular palabra cada vez que le veía, al final terminaría sabiendo que me gustaba y no quería que eso se cumpliera. Era mi pequeño secreto.
- Si-Siento haberte hablado así de borde antes. - Se le notaba en la respiración que había venido corriendo desde donde sea que volviese.
Abrí la boca y le mire confusa sin entender nada.
- ¿Y esto por? - Dije mientras me pasaba la mano por la frente. Entonces, me agarro la mano y me saco de casa.
- Ven aquí, ¡Corre, como me hiciste tu al subir al London Eye!. Cuando llegamos a la mitad de la calle se paro en seco y señalo el cielo, señalo la Luna. Se la veía demasiado bien, estaba preciosa esa noche.
- ¿Pero, que es todo esto?- Le mire confusa, se le notaba la ilusión en cada centímetro de su cuerpo, en cada tembleque, cada brillo que se reflejaba en sus ojos, en el temblor de su voz y yo seguía sin entender porque.
- ¿La ves? - Dijo señalando la luna. Asentí. - Puede que a millones de kilómetros o ni si quiera tan lejos cualquier persona del planeta este llorando y maldiciendo al cielo mientras mira a la luna pero ella no tenga la culpa, puede que alguien necesite un abrazo y este llorando mientras admira la belleza de la luna, puede que dos enamorados se hayan comprometido hoy en cualquier lugar del planeta y la luna haya sido la única testigo de ese momento tan intimo. La luna eres tu Moon. Siempre estas para todo el mundo sean conscientes o no, te traten bien o te traten mal, y un tesoro del universo como eres tu no se merece que lo traten como yo te trate. Lo siento.
Lo mire a los ojos, y de nuevo, me quede sin palabras. Pero esta vez estaba conforme con ello. Esta vez no era un silencio incomodo. Sin pensar lo atraje hacia mi cuerpo, necesitaba buscar refugio de la tormenta en algún lugar seguro y, en estos momentos, el era el mío.
Cuando nos separamos lo mire, y el me miro comprensivo, y acaricio mi mejilla. El corazón me dio un vuelco, y doy gracias a Gerard por sujetarme los brazos porque sino habría caído de culo. Pero milisegundos mas tarde comprendí porque lo hizo. Los rios de mis ojos habían soportado demasiada agua hoy y se volvieron a desbordar de nuevo. Entonces la vergüenza actuó por mi, me aparte y me pase las manos por los ojos, me gire y fui al umbral de casa sin mirar atrás. Sin mirar a Gerard que lo único que hacia era seguirme. En ese momento, no se porque mi cabeza actuó por si sola.
- ¿Se puede saber que significa todo esto? ¡¿QUE COÑO PRETENDES TENIENDO NOVIA Y HACIENDO ESTO?! - Le grite sin pensar. Y segundos después mi cabeza volvió en si y solo quise que la tierra me tragara. Entendí que hacia esto no por que le gustara, sino porque éramos amigos y los amigos se hablan bien, los amigos se apoyan.
El no dijo nada, se paro en frente de mi y tan solo me miro patidifuso, como si por mi cara estuviesen dibujadas todas y cada una de las constelaciones del cielo.
-Entra en casa. - Le dije cuando vi que me siguió hasta la puerta. Cuando entro cerré la puerta a su paso y note como el aire que corría por nosotros, por toda la casa, se hizo mas pesado.
- ¿Mónica, que quieres? - Me miro confuso.
- Hacerte una simple pregunta, nada mas.
- Pues espero que sea verdad que es simple porque no soy buen estudiante. - Bromeo incomodo mientras se pasaba la mano por la nuca. No era momento para bromas. Pero creo que el eso no lo sabia.
- ¿Cuánto llevas con Noa? - Termine la frase y sus ojos se abrieron como platos.
- Pues... No se hará unos dos meses quizá - Menciono mas tranquilo a la vez que dejaba entrar de nuevo el aire en sus pulmones. Eso me dolió. Pero no dije nada, no podía. No habíamos sido, no éramos y no íbamos a ser. - ¿Tu sabes que Noa tiene otro novio? - Le solté sin rodeos, ya todo me daba igual.
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Andenes
RomanceLlevan 7 años de su vida coincidiendo en el mismo sitio cada mañana, hasta un dia. Que hizo cambiar el rumbo de las cosas, nunca habian cruzado una sola palabra, sabian de su mutua existencia, pero no se conocian, habian cruzado alguna que otra mira...