La mañana siguiente me levante renovada, siempre he pensado que dormir es la mejor solución a los problemas porque después de ello te levantas como nuevo. Me desperece me volví ha hacer el moño y cogí decidida el móvil, Gerard aun no había respondido mi mensaje y Lucas solo hacia que preocuparse mas y mas por mi.
Me centre en el mensaje que recibí la noche anterior de un numero desconocido, lo abrí decidida y para mi sorpresa era un texto de una de las chicas del grupo de mis amigas, como hacia poco que la conocía porque se acababa de mudar aun no la tenia agregada. El mensaje decía de todo menos cosas bonitas hacia mi persona y que no querían seguir siendo amigas mías. Sinceramente mejor para mi. Mis días no podían ir mejor.La mañana la pase estudiando, comí y me tire en el sofá. A mitad de tarde mi padre se presento en casa.
- Hola cabezona.- Hola papito, que tal el curro?
- Un muermo como siempre. ¿No sales?
- Si si saldré, un poco mas tarde, con las chicas.- A pesar de que todos sabemos que era mentira, pero no aguantaba en casa.
- Esta bien, me iré a dormir un rato cariño.
Cuando mi padre se fue subí a mi habitación, me cambie, me puse mona y me maquille, aunque mi idea principal era salir a correr y gritar en el monte, salí de casa y fui al metro para que me llevase al centro de Londres. Cuando llegaba, mi canción All the kids are depressed de Jeremy Zucker se dejo de reproducir y no descubrí porque hasta que saque el móvil del bolsillo.
Era una llamada de Gerard. DE GERARD.
Me tembló la mano al cogerlo pero no dude un segundo en hacerlo, solo quería escuchar su voz, sentirlo un poco mas cerca, pero no tanto como la noche anterior.
{- Hola Mónica - Dios mío como amaba esa voz
- Ho-hola Gerard. - Casi me caigo de culo.
-Solo quería decirte que gracias por lo de el otro día, sinceramente esta mañana cuando desperté no sabia que hacer y supuse que estarías preocupada por mi, asique he decidido llamarte porque no sabia que responderte. Y de nuevo gracias, fue increíble.
Me quede sin palabras, no sabia que decirle y las palabras no salían de mi boca ni para decirle un simple de nada, pero de repente mi lengua y mi cerebro se alinearon para decir una barbaridad.
- Oye, estoy en el centro, ¿te apetece vernos y tomar algo?- NO ME LO CREIA NI YO, odiaba mi cabeza algunas veces.
-Oh, vale. ¿Dónde nos vemos?
- ¿London Eye en 30 minutos?
-Perfecto, ahí estaré. }
Y colgó sin despedirse. Dios no me lo creía, me temblaba todo el cuerpo. Tas asimilarlo empecé mi camino hasta el London Eye, mientras llegaba empecé a pensar en que seria lo primero que le diría, en como lo conocí en ese anden de en frente hace 7 años siendo una niña pequeña e inmadura y en como han pasado los años, pero aun sigo enamorada de el.
Al llegar le vi aproximarse a lo lejos y cuando llego y se paro en frente de mi lo único que pude hacer fue quedarme mirándole a los ojos sin decir una sola palabra. ⟪Se te esta por caer la baba⟫, a veces incluso quería a mi cabeza.
- Holaa - Le dije quizá demasiado efusiva.
-Holaa - Respondió entre carcajadas - Ya veo que te has tomado un café sin mi - y señalo una mancha de café que tenia en mi blusa azul.
- Mierda - Musite - ¿A caso querías tomar un café conmigo?
- ¿A que he venido sino?
- A pasarlo como un niño pequeño - Le respondí mientras le agarraba del brazo sin opción de tener escapatoria.
- ¡¡¿Oyee, donde me llevas?!! - Me grito mientras le arrastraba entre la gente.
Corrí lo mas rápido que pude a lo largo de la cola y me puse la primera con la excusa de que Gerard tenia muchas ganas de vomitar, y cuando vi el vagón de la noria aproximarse le enseñe a la encargada las entradas y con una mirada divertida me dejo pasar.
- ¡¡MONICA DONDE ME LLEVAS!!- No dejaba de gritar Gerard.
Cuando nos subimos a la noria cerca de otro montón de gente que no sabia lo que pasaba pero nos miraban divertidos, yo me pare a mirarlo a el. El no estaba divirtiéndose. Tenia cara de pánico, sudores y se estaba poniendo pálido.
-¡¿Gerard?!- ¿Qué te pasa?- Le dije mientras empezaba a agobiarme. En ese momento y sin decir una palabra se acerco a mi y me abrazo.
- No me sueltes hasta que hayamos tocado el suelo por favor- Me dijo mientras le temblaba la voz.
Así que eso hice, nos pasamos todo el trayecto abrazados, mientras Gerard apretaba los ojos con fuerza, y yo de vez en cuando le hacia abrirlos para que viese el Big Ben o las vistas en general. Cuando bajamos no me soltó la mano un segundo hasta que tocamos del todo con los pies tierra firme, en el instante que lo hicimos, se paro delante de mi y mis pulsaciones tomaron el mismo ritmo que cualquier canción de techno en su pleno estribillo. Me miro a los ojos y pronuncio de todo menos lo que esperaba oír.
- No vuelvas ha hacerme esto nunca mas, jamás. - Al principio pensé que estaba bromeando pero al ver su dura mirada sobre mi, el brillo de sus ojos apagarse mientras me miraba y el tono brusco de su voz, como si me escupiesen ladrillos en la cara. Tras decirme esto se giro y comenzó a avanzar por donde había venido sin mirar atrás.
- ¡Gerard, espera! - Le grite nerviosa - ¡Gerard! - Pero nada, no paraba. Así que no me quedo mas opción que correr tras el y plantarme delante de sus narices.
Y eso hice. Nuestras narices se rozaron mientras yo jadeaba por el cansancio de correr para poder alcanzarle, nuestros ojos estaban fijos en los del otro, como un eclipse entre dos planetas, y en ese preciso instante no parecía existir nada mas que nosotros dos. Por eso supongo que en mi cabeza comenzó a sonar It All Comes Down To This de Aquilo, pero todo eso dejo de importar cuando Gerard, sin separarse de mi, musito:
-Me dan pánico las alturas desde niño, lo siento por ponerme así.- Y vi como se le empezaban a encharcar los ojos como dos bolsitas de té.
-Lo... Lo siento Gerard... Yo...- y sin decir nada me abrazo.
- No lo sientas Mónica, entonces... - dudo mientras me miraba curioso - ¿Vamos a por ese café?
- Vamos.
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Andenes
RomanceLlevan 7 años de su vida coincidiendo en el mismo sitio cada mañana, hasta un dia. Que hizo cambiar el rumbo de las cosas, nunca habian cruzado una sola palabra, sabian de su mutua existencia, pero no se conocian, habian cruzado alguna que otra mira...