Capítulo 7

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Al llegar al bar al que decidimos ir a tomar el café, me dirigí ha hacer el pedido mientras Gerard fue buscando sitio. Hice una cola eterna, como se notaba que el invierno estaba ya a la vuelta de la esquina y a la gente le iba apeteciendo ya un buen café caliente. Cuando por fin conseguí nuestro pedido, fui en dirección a las mesas y a lo lejos divise a Gerard, con su abrigo de lana, su pelo alborotado y su sonrisa, que siempre parecía traviesa pero, al acercarme un poco mas me di cuenta de que estaba rodeado de chicas. ⟪Es normal, con lo guapo que es... seguro que le están pidiendo el número.⟫ En el fondo y en la superficie a mi mente no le faltaba razón, y yo no la tenia para enfadarme por algo así, ya que no éramos nada.

Cuando estuve a la altura de la mesa, me quede detrás de todas las chicas, lo suficientemente visible para que Gerard fuese capaz de verme, cuando lo hizo me saludo con la mano y me hizo acercarme para que las demás chicas me vieran. Pero ya nos conocíamos muy muy bien.

- ¡Hola Mónica!, ven ven aquí deja que te coja eso...- Menciono mientras me recogía los cafés para ponerlos en la mesa.- Noa, esta es mi amiga Mónica, me recogió el viernes borracho después de que tras liarnos te marcha...

Pero a mi todo lo que Gerard estaba contándole a Noa, la que era MI MEJOR AMIGA, la cual parecía ser SU NOVIA, me daba igual. Yo solo podía centrarme en hacer como que no la conocía y en que no se me notara lo mucho que me temblaban las piernas y me fallaba la vista por la falta de oxigeno en mi cuerpo. Solo podía centrarme en la una y mil conversaciones que habíamos mantenido Noa y yo sobre aquel chico, lo mucho que sabia que me gustaba y que llevaba enamorada de el 7 años. Solo podía centrarme en... ESPERA. ¿HABÍA DICHO QUE SE LIARON LA NOCHE DEL VIERNES?, no podía más. Tras ganarme un Oscar a la mejor actora amable del mundo y "presentarme" delante de todas las que hasta el viernes noche habían sido mis amigas me hice la enferma y me marche al baño.

Necesitaba respirar, necesitaba relajarme, necesitaba... salir de esa pesadilla. Tras llorar y llorar, con los ojos hinchados, el maquillaje corrido y la mancha de café aun notable en la blusa salí del baño, me lave y limpie un poco la cara, retoque mi maquillaje y salí al bar. En la puerta del baño estaba Gerard esperándome. Cogí mi café y me dirigí a la puerta del bar con Gerard detrás, no me hizo falta girarme para comprobarlo, simplemente sabía que estaba ahí.

Finalmente, cuando conseguimos hacernos paso entre la gente y salir del bar, me gire hacia Gerard.

- Creo que no me encuentro muy bien, me iré a casa. - Le solté sin temblar una sola palabra.

- Oh, esta bien, ¿Puedo acompañarte?

- No - Le respondí dura. - Mi padre esta en casa, llego esta mañana, el cuidara de mi.- Aunque todos sabíamos que era mentira y que cuando yo llegase el ya no estaría allí. Y dicho esto y con los ojos de Gerard puestos sobre los míos me gire en dirección al metro, pero no sin antes soltarle un pequeño puñal directito al corazón.

- Puedes llamar a tus amigas e irte con ellas, no andarán muy lejos. - Y empecé a caminar en el sentido en el que habíamos venido.

-Mónica... ¿Por qué te pones así?- Le oí decir a mis espaldas. Pero decidí ignorarle, como había hecho estos 7 años cada día en ese anden para no parecer una acosadora. 

Cada paso que daba me alejaba un poco mas de el, un poco mas de la persona que era, de la que había tenido por fin la oportunidad de conocer de verdad después de 7 años, me alejaba de todo eso que podríamos ser, o quizá no, de todas esas primeras veces y todos esos sueños que alguna vez tuve y que imagine cumpliendo a su lado. Pero solo eran eso, sueños. 

Cuando llegue finalmente al anden para esperar al metro que me llevaría hasta mi casa, me detuve y tuve el pequeño impulso de girarme para mirar hacia detrás. Y ahí estaba. Había andado detrás mío durante 45 minutos y no se había despegado de la silueta de mi cuerpo ni un solo segundo. Le mire, le mire decepcionada, dolida, y en sus ojos solo vi comprensión, no entendía porque pero era lo único que veía en el.

- Mónica por favor, déjame hablar contigo. 

- Quee Gerard quee, ¿Qué quieres? ¿Tus amigas no te han cogido el teléfono?- Aunque sabia de sobra que ni si quiera lo había intentado.

- Mónica quiero hablar contigo. 

- Bien. Habla entonces, te escucho hasta que llegue el metro.

- Lo siento, se que debería haberte contado que tenia novia, no tendría que haber dejado que me llevases a tu casa aunque solo lo hiciste por mi bien y debería haberte hablado mucho antes, chica del anden de en frente.

Mi corazones dio un vuelco. No sabía si me dejaría de hablar, si esto era una declaración de amor o que era, lo único que sabia era que no quería separarme de el. Pero tenia que hacerlo. Todos sabíamos como era Noa y no quería acabar como nuestras otras amigas, que ya no lo eran y Noa se dedicaba ha hacerlas la vida imposible, las insultaba, difundía rumores, las amenazaba... Y las demás teníamos que seguirla el royo. Cosa que me sentaba demasiado mal.

- ¿Qué deberías haber hecho que?

- Haberte hablado antes. Siempre he sabido que me mirabas, siempre he sabido que estabas ahi.

- ¿Y porque no lo hiciste antes?

No hubo respuesta por su parte, y fui salvada por la campana antes de romper en la ira, el metro se aproximo hacia mi hasta pararse en frente.

- Hasta nunca Gerard, lo mejor será no volver ha hablarnos.

Dicho eso me subí en el metro sin mirar atrás, mientras escuchaba como me rogaba, me puse mis cascos y cogí sitio.

Al llegar a mi casa lo primero que hice fue hacerme un café con leche y hielo, y poner mi playlist en la televisión del salón a todo volumen, para que retumbase toda la casa, igual que mi corazón. Cante un par de canciones y después me tire en el sofá. Abrí Whatsapp en mi móvil, me salí de todos los grupos en los que estuviesen alguna de las chicas, y las bloquee una por una, sabia que eso no serviría de nada y encontrarían la manera de molestarme igualmente, pero al menos me aseguraba de no encontrarme mensajes desagradables, termine haciendo lo mismo con Instagram y la verdad, me tembló el dedo a la hora de decidir si bloquear a Gerard, no lo hice, y tan solo termine archivándolo en Whatsapp.

Me fui a dormir temprano, no quería pensar demasiado, aunque lo hice durante toda la tarde. 

La mañana siguiente me levante y saque todo del armario, fui y me hice un café y cuando volví empecé a reordenar todo mi armario, cambie de sitio las cosas, algunas las puse por colores, por estilos o tipos de ropa. Al terminar coloque los cajones de mi mesilla y de la mesa de estudio, y cuando considere que todo estaba demasiado en orden en mi vida por una vez me senté en el sofá, encendí la tele y puse las noticias, quería saber que no era la única a la que las cosas la iban mal. Aunque no las preste mucha atención de primeras, fui en busca de mi móvil a mi habitación que aun seguía cargando desde la noche anterior y lo abrí. 

Revise un poco por encima todo y caí en que tendría que haber escrito a Lucas. Pero antes de hacerlo el (1) de archivados acelero mi corazón como nunca antes, entre en los archivados y ahí estaba. Un mensaje de Gerard, aunque no era el momento mas indicado para hacerlo. Salí de los archivados y le escribí un mensaje a Lucas para vernos, a pesar de todo el seguía siendo mi mejor amigo y tenia ganas de verlo. Después deje el móvil a un lado y preste atención a la televisión.

Termine triste por haber querido comparar mi vida a la de los demás, a las que salían en las noticias, las de ese día eran realmente tristes. Hablaban sobre incendios, suicidios, delitos de violencia de genero y accidentes en carretera. Esto ultimo tuvo un interés mayor en mi ya que hablaba sobre un hombre del FBI que había tenido un accidente en una persecución. Al principio no le tome importancia hasta que empezaron a dar datos del hombre.




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