A la mañana siguiente, me desperté, abrí el armario y saque toda la ropa del armario frustrada sin tener idea de que ponerme.
Al final opte por un pantalón plisado negro ancho, un top blanco y un moño alto, y me fui directa a por mis tostadas con mantequilla, me peine, y salí de casa.
A cada paso que daba me tropezaba con mi misma, y todo el mundo se daba cuenta de mi torpeza y de mis notables nervios.
Al llegar a la estación me senté en el primer sitio libre que vi, no muy lejos de la entrada, y busque mi reproductor de Spotify entre las aplicaciones. Mire el reloj nerviosa, 6:47, aun quedaba un rato hasta las 7:15, para que llegase.
Mientras la música sonaba de fondo en mis oídos repase todo el plan mentalmente, ⟪Hola, creo que se te a caído esto!⟫ o mejor ⟪Hola! esto es para ti.⟫ a menos de 15 minutos aun no sabia como dárselo y no me quedaban uñas que morder, así que, me decidí por la primera opción, saque la carta, la releí un par de veces mas de las tropecientas que lo había hecho, y en todas me daba la sensación de que me faltaba algo, ⟪CLARO! MI NUMERO!⟫ pensé, rápidamente lo escribí en la esquina de la hoja y lo doble de nuevo.
Revise la hora, 7:13, dos minutos para volver a repasar todo y mirar bien los nudos de mis zapatos para no caer, me levante, me coloque bien el top y espere a que apareciese por la puerta del anden.
Un segundo después apareció. Pero hoy, para mi sorpresa no iba solo.
Mi mundo se vino abajo, pensé en marcharme, y no dársela, al menos no hoy, pero deje la tristeza, la vergüenza y el arrepentimiento a un lado y mi dirigí con paso firme hacia donde estaba, les rodee y espere un par de segundos para comenzar mi plan:
- Hola! Se te a caído esto.
- Oh, gracias, de verdad
- De nada, pasa buena mañana!
2 frases, sus primeras cuatro palabras hacia mi, y esperaba que muchas mas. Y espere, espere toda la mañana, toda la tarde y me retorcí en la cama toda la noche mientras esperaba su mensaje.
Pero no llego.
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Andenes
Любовные романыLlevan 7 años de su vida coincidiendo en el mismo sitio cada mañana, hasta un dia. Que hizo cambiar el rumbo de las cosas, nunca habian cruzado una sola palabra, sabian de su mutua existencia, pero no se conocian, habian cruzado alguna que otra mira...