HERSHE

Coincidencia

31 de diciembre - Taiwán

Lisa pasea por las calles de Taipei esa fría mañana, con un café en una mano. Siempre le ha gustado la sensación de la brisa del viento durante esa estación. Su padre está ocupado en una reunión con un cliente -que ella se preguntaba por qué ocurría el día 31-, así que se inventó excusas para salir.

Suspiro. Ahora la extraño terriblemente.

Han pasado dos días desde la última vez que vio a Jennie. Esperar otros dos días más antes de poder volver a ver el hermoso rostro de la mujer se siente como un infierno. Después de darse cuenta hace días, Lisa había aceptado el hecho de que lo que siente ahora es unilateral. No espera nada de Jennie, al menos por ahora, porque está satisfecha con su pequeña amistad.

Aunque siente que también tiene cierta importancia en Jennie, no quiere mantener sus esperanzas. Es realmente consciente de que el afecto de Jennie por ella está reprimido dentro de las barreras de la amistad. Lo mejor que podría esperar Lisa es que Jennie se quede soltera mientras sea una romántica empedernida, o hasta que encuentre a alguien que canalice el amor que siente ahora. Con suerte, Jennie no encontraría aún a su señor ideal para que Lisa no tuviera que soportar el dolor de ver a la mujer con otra persona.

Después de caminar un buen rato, Lisa decidió tomar un descanso. Se sentó en un banco cerca de una farola mientras tomaba su café. Tenía la vista de Taipei 101 frente a ella.

Lisa no hizo más que sonreír cuando Jennie volvió a aparecer en su mente. Después de admitirse a sí misma que se había enamorado por completo de esa pequeña dama, sus pensamientos han estado en modo automático. Pensaba en Jennie constantemente, literalmente cada minuto del día, incluso cuando dormía.

Me pregunto si estará pensando en mí ahora.

La idea hizo que Lisa soltara una ligera risa. Parece imposible, pero si alguna vez es así, aunque sea una mínima posibilidad, entonces estará en las nubes.

"Bueno, hola, forastera. ¿Tienes compañía?"

Antes de que Lisa pudiera dar otro sorbo a su café, alguien llamó su atención. Levantó la vista y vio a una persona que señalaba el espacio libre a su lado. La mujer tiene una larga melena color avellana con las puntas onduladas. Lleva un vestido de tirantes y una blusa blanca sin hombros. Lisa sacudió la cabeza sin apartar la vista de la desconocida.

¿Quién diría que no a este tipo de belleza?

"¡Gracias!" La mujer se sentó al lado de Lisa.

Lisa hizo una reverencia de "de nada". Aunque la desconocida tiene un aura amistosa, Lisa no está de humor para charlar un poco ahora. Por desgracia, ver a esa mujer hizo que Lisa extrañara aún más a Jennie. Aquella mujer y Jennie tienen de alguna manera el mismo estilo de moda; el pelo, el vestido, los zapatos, excepto por la altura que a Jennie parecía faltarle.

"Oooh, hace mucho frío hoy, ¿verdad?" La mujer volvió a hablar, frotando las palmas de las manos contra sus brazos.

Al estar las dos solas en ese banco, Lisa supo que esa pregunta iba dirigida a ella. "S-sí, eso es lo que me gusta de esta estación".

"No pareces de aquí", dijo la mujer, cruzando las piernas. El aura amistosa y el ánimo alegre que la rodea es algo acogedor para una desconocida. "¿De dónde eres?"

"De Bangkok, pero trabajo y vivo en Corea, ¿y tú?".

"¿De verdad? ¿En qué parte de Corea?"

Lisa estaba un poco confundida por la reacción de la mujer. "¿Seúl?" Resultó ser una pregunta en lugar de una afirmación.