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Un coco.

Una vez más estaba recostado pensando en la mirada esmeralda que amenazaba con causarle sonrojos y comenzó a cuestionarse qué tanto podría avanzar con el peliverde, incluso se permitía fantasear con ellos dos viviendo felices en algún departamento en el centro, se veía caminando de la mano de Izuku Midoriya mientras pensaba qué haría de almorzar, en dónde podría trabajar y en qué horarios se verían para tomar un café.

Estaba enamorado, a la mierda.

¿Y qué más daba? Sí, estaba enamorado de un tipo del que no conocía tanto y aún así lo sentía tan familiar, se sentía cómodo con él, no veía nada de malo en ello excepto por una cosa, o tal vez dos: sus padres y la escuela.

A decir verdad la escuela no le interesaba mucho, él estaba consciente de que si seguía manteniendo su promedio y esa dichosa "excelencia" podrían seguir avanzando sin complicaciones, quizá no públicamente mientras Izuku le daba clases pero era obvio que un día eso iba a terminar.

Por otro lado sus padres sí le preocupaban, se quemaba la cabeza pensando en qué le dirían cuando les presentara al profesor Midoriya como su novio, o peor... ¡Y simplemente no podía pronunciarlo! Es decir, ¿cómo podría?

Estaba recostado pensando en una y en mil cosas que hasta se permitía tapar su rostro con sus palmas, y claro que se lo permitía pues nadie más podía verlo hacer esas cosas ridículas, ridículas para él pero no para el peliverde desde la primera vez que lo vió hacer eso. Estaba casi seguro de que Izuku sentía lo mismo por él, y quería decírselo, quería decirle que estaba enamorado por primera vez y que se sentía afortunado de conocerlo, que inclusive ya había imaginado cómo sería su vida juntos y le parecía fantástico, también quería decirle que a pesar de ser joven sería lo suficientemente maduro para poder tomarlo de la mano, quería decirle que lo que sentía por él no era solo atracción sexual.

Era más que eso, tanto que a veces le intimidaba pues nunca se había sentido así.

A la mañana siguiente cada grupo fue liderado por un profesor distinto con el fin de evitar situaciones complicadas o que implicaran algún riesgo para los alumnos. Desde viajar a excursiones en barcos pequeños hasta nadar con peces de colores, los tres grupos comenzaban a disfrutar su viaje entre risas y un ambiente juvenil bastante fresco y cómodo. El grupo de primer año era supervisado por el profesor Takami, quién era una persona bastante risueña y enérgica, sin duda alguien que los haría divertirse bastante. El grupo de segundo año era supervisado por el profesor Aizawa, un tipo serio y de aspecto descuidado y cansado que simplemente se dedicaba a mirar que los adolescentes no se mataran y le permitieran disfrutar de la calma de la playa, eso y nada más. El grupo de tercer año iba acompañado de Izuku Midoriya, el profesor rompe corazones, cool e inteligente en palabras de las chicas del grupo, alguien organizado y dispuesto a complacer a sus alumnos mientras pueda dejarlos sin supervisión con tal de ir a mirar al grupo de segundo año, claro, con cautela. Y es que para ese momento apenas comenzaba un leve rumor entre los profesores sobre un compañero que estaba manteniendo relaciones sexuales con un estudiante, nadie sabía exactamente quién era y por qué lo hacía pero era obvio que las miradas estarían a tope en busca de cualquier acción sospechosa que él o cualquier otro docente realizara. Sin duda una pesadilla hecha realidad.

Pero con todo y eso Izuku no se echaba para atrás, no quería admitirlo pues en el pasado le trajo problemas, pero al día de hoy no estaba seguro si ya sería bueno que saliera a la luz que estaba comenzando a enamorarse de Katsuki Bakugou, un chico inteligente y bastante disciplinado, alguien honesto y sin duda muy guapo. Ya no se sentía como un enfermo como cuando lo imaginaba de formas eróticas pues el chico ya era mayor de edad. Todo legal.

Teacher's pet || dekubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora