Primer día en U. A.
☁︎
Había sonado aproximadamente tres veces sin recibir respuesta alguna, incluso su madre ya estaba despierta cuando sonó por cuarta vez la alarma. Con desgano, el rubio toma el pequeño reloj y lo lanza de manera directa a la puerta de su clóset la cual lanza un rechinido y de manera inmediata se abre, es viejo ese clóset así como casi todos los muebles de su habitación, "Quizá si los pinto de blanco se vean menos mal", se atrevía a pensar.
— ¡Katsuki! ¡Son las malditas siete de la mañana! ¡¿No piensas irte a la preparatoria?!
El rubio ni siquiera se molestó en contestar, a duras penas se removió de las sábanas y agarró camino en dirección al clóset que, quizá si abría de manera permanente luciría mucho mejor, tomó el "feo" uniforme de la mejor preparatoria de Japón junto con su ropa interior, su toalla, y casi con pereza caminó hacia la ducha donde se quedó tal vez quince minutos. Ya era sumamente tarde, pero no importaba, si a la otra escuela no llegaba temprano no había razón para llegar temprano a esta. Pues a su forma de ver las cosas, todas las escuelas eran lo mismo, quizá la diferencia real eran los alumnos y si estaba en lo correcto, sus asquerosos amigos no hacían mejor a la U. A. sino todo lo contrario, los conocía desde preprimaria y sabía perfectamente que el haber sido divididos al momento de entrar a la preparatoria solo fue la sentencia para que se volvieran a reunir y gracias al capricho excesivo de Eijiro y Camie, sus mejores amigos, fue que dió su brazo a torcer aceptando que quizá para su segundo año de preparatoria por fin estaría en U. A.
Tras una ducha medianamente relajante, se colocó el uniforme, tomó su mochila y sin dar explicaciones a su madre del por qué se iba tan tarde, Bakugou Katsuki abandonó su hogar para comenzar el segundo año de preparatoria en una nueva escuela. A cualquiera le hubiera parecido excitante el conocer nuevas personas, amigos, profesores, y toda clase de cosas que encuentras en un nuevo lugar.
— ¡Bakugou-san! ¡Bakugou-san!— Daba leves brincos a la par que se aproximaba al chico de ojos escarlata. — ¡Viniste! ¡Creí que no lo harías!
— Aquí estoy, Camie. ¿Ahora qué?
Su mirada expresaba genuino fastidio, no había pasado ni diez minutos dentro del campus cuando su mejor amiga lo divisó y de un momento a otro ya la traía a un costado caminando lo suficientemente cerca como para irritarlo, pero era Camie, uno de los pocos seres humanos que aguantaba su asqueroso carácter.
Caminaron hasta prefectura donde una recepcionista le hizo el favor de entregar su horario, "joder, qué asco de horario" pensaba, y quizá no era del todo cierto, sin embargo casi todos los días salía tarde, a excepción de los martes que la última hora la tiene libre. Al menos. Y durante ese día todo fue tranquilo, demasiado para su gusto y, quizá una parte de sí mismo, se extrañaba de ver a su séquito de amigos pero siendo el primer día suponía que estarían ocupados. Tan ocupados como él al entrar al aula de su última clase, física.
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Teacher's pet || dekubaku
Fanfiction"Atrapé al profesor mirando con deseo a un estudiante. Haciendo pucheros, bastante guapo." Teacher's Pet, Melanie Martinez.