Tomó su auto, y manejó hecho un manojo de desesperación preguntándose los por qué de la jugada de Keigo.La carretera parecía alargarse con cada metro que recorría y parecía más duro cada vez el acelerador, en su cabeza solo sonaba la voz del rubio una y otra vez que casi podía escuchar el segundo en el que rompió su corazón.
No tardó ni treinta minutos en llegar al hogar de Katsuki, y sin bajar del auto comenzó a llamar a su celular sin aparente respuesta, sonaba el tono de llamada pero no era atendido. Llamó también al teléfono de su casa con temor a que sus padres respondieran, y si así hubiera sido, hubiera sabido qué hacer.
No había respuesta.
Entonces se odió a sí mismo por arruinar esto que era tan preciado para él, manejó en silencio a casa con la esperanza de buscarlo en los días siguientes pues los alumnos aún debían de ir por los certificados de año y entregar actividades extracurriculares.
Arreglaría todo, y podrían estar juntos después de eso.
A la mañana siguiente despertó dispuesto a encontrar a Kacchan en la escuela, debía arreglar todo antes de que fuera tarde, temía lo peor.
Caminaba por los pasillos con una ansiedad insoportable incluso para las miradas ajenas, sumado a una horrible resaca e insomnio.
Vestía unos jeans junto con una playera negra ya un poco sucia, tenis blancos demasiado sucios y un simple cárdigan blanco manchado de lo que parecía ser tequila, no llevaba su portafolio, tan solo su mochila con un par de documentos.
Y hubiera seguido ensimismado en la baldosa de los pasillos de no ser por que al caminar encontró la pizarra de anuncios.
Deseó estar muerto.
No leyó la plantilla completa, no le interesaba ningún nombre más, y su corazón se apachurró al leer:
Escuela Preparatoria U. A.
Plantel New York• Bakugou Katsuki
Caminar habría sido demasiado lento, corrió tanto como sus piernas le permitieron hasta llegar a la oficina de Nezu, y sin la menor delicadeza abrió la puerta.
— ¡Nezu! ¡Necesito información sobre Katsuki Bakugou!
La silla que le daba la espalda giró, y mostró en ella a una cabellera rubia muy familiar.
— Buenos días, Izuku. Supuse que vendrías así que me adelanté. — sonrió.
— ¿Dónde está Nezu? — el rubio soltó un par de risas — ¡Contstame cuando te hablo! ¡¿Dónde está Nezu?!
El menor dió un respingo cuando Izuku azotó ambas palmas en el escritorio de madera.
— Nezu, para tu información, está ahora mismo con la policía arreglando tus estupideces. — cambió su rostro a uno más serio — ¿O en serio creíste que tus actos no tendrían consecuencias? Por favor, Izuku.
El mayor no entendía nada, ni quería entender, solo quería estar con Katsuki y estando ahí parado no lo iba a lograr.
— ¿Cuándo se va? — el rubio lo miraba estático, decírselo haría aún más horrible el panorama — ¡Mierda, dame la maldita fecha!
El más pequeño suspiró — su vuelo sale en quince minutos, no llegarás, ni siquiera deberías ir — dijo serio — serás la vergüenza de U. A.
Tragó saliva y se dispuso a correr hacia el aeropuerto.
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Teacher's pet || dekubaku
Fanfiction"Atrapé al profesor mirando con deseo a un estudiante. Haciendo pucheros, bastante guapo." Teacher's Pet, Melanie Martinez.