El Psiquiatra

Las Voces

Ya hace casi un año de que estoy en este infierno, a merced de las demás reclusas y de la voluntad de mi estúpido guardia, Alfonso.
Ya es noche , estoy exhausta, con los ojos hinchados y enrojecidos de tanto llorar... Cuando de pronto... -jajajaja- comienzo a escuchar risas y voces a lo lejos dentro de mi mente, no se lo que pasa conmigo y si comienzo a hablar sola me ira peor, parecería una loca y no lo estoy.
-¿o si?- de nuevo esa voz en mi cabeza -tal vez si estés loca querida amiga Alice-
-¿quien eres?- después de lo que dijo no dudé en preguntar.
-me llamo Celin, y soy la voz de tu conciencia, bienvenida a la locura- concluye con una voz de psicópata, haciendome temer de ella, de mí misma.
-¿que demonios quieres?- susurro en mi celda... Genial ahora creo hablar con alguien.
-quiero salir de aquí, nunca volver a estar encerrada-
-oye... Celin, por si no te has dado cuenta, aquí la encerrada soy yo- respondo en un tono muy cortante.
-eres una imbécil, si tu estás atrapada en la vida real, yo también lo estoy... Solo que yo me puedo divertir contigo sin necesidad de salir de aquí... De tu mente-
-vete... Déjame tranquila-no pude evitar romper en llanto. Diablos en verdad me he vuelto loca. Y jamás saldré de aquí.

Por la mañana llegó Alfonso como siempre con mi desayuno y algo más.
-¡no!, suéltame Idiota o lo lamentarás- le suelto esas palabras mientras trataba de soltarme de su agarre.
-no te hagas la difícil Alice... Ambos sabemos que lo disfrutas- responde lamiendo mi oreja.
Que asco me da este tipo.
-ahora, hazlo, mátalo con la repisa, mátalo Alice, verás que bien se siente-
-no no lo aré- le grito, cosa que el guardia mal interpreta
-oh sí, si lo harás maldita zorra-.
De pronto, pierdo un poco el conocimiento, cuando vuelvo a reaccionar, Alfonso estaba tirado en el suelo sangrando.
-¡idiota toma las llaves y corre!- grita Celin en un tono algo burlesco lo que hace que me ponga nerviosa al correr y me tenga que tomar del muro para no caer.
-te he conseguido una oportunidad para escapar, no la desperdicies- comenta Celin como reclamándome.
-no quería hacerlo ¿por que lo hiciste?- estoy llorando por la desesperacion y la presión que estoy pasando gracias a Celin
-si no lo hacías tu lo haría yo- me temo que Celin es capaz de mucho, yo soy capaz de mucho.
Veo la puerta cada vez más cerca, veo la luz que se cuela por las orillas de la puerta, estoy a punto de Llegar y las alarmas empiezan a sonar. Por el altavoz escucho a un guardia gritar algo que no entiendo muy bien, pero solo puedo identificar mi nombre.
Un gran peso cae sobre mi y desde ahí todo es borroso y bizarro, recuerdo estar en un auto, luego en una especie de interrogatorio y entonces ya no recuerdo nada más.

Despierto en un cuarto blanco, estoy en el suelo y las paredes son acolchonadas. Intento moverme y no siento mis brazos, veo mi cuerpo y me doy cuenta que tengo puesta una camisa de fuerza
-estás donde debes estar... en un psiquiátrico- la voz de Celin me hace sobresaltar
-¿¡que!?- sigo algo mareada, parece que me han dado tranquilizantes para una vaca o algo por el estilo.
-confesé que mataste a Alfonso- Celin al parecer es mi otra personalidad, había escuchado sobre un lado oscuro dentro de cada persona pero... jamás me imaginé que pudiera ser así.
-yo no lo maté, has sido tú- me quejo ante el hecho de que me ha metido en problemas por algo que ni siquiera recuerdo.
-veras Alice, tu y yo somos la misma persona, osea que las cosas que yo haga te arrastraran también a ti- las palabras de Celin son ciertas y me doy cuenta que sufro de un gran trastorno mental, ahora si puedo asegurar estar loca.
-¿con quien hablas?- mierda, mas voces
-ha... ¿quien eres?- estoy confundida, ya no se si la voz que escucho es real o no.
-soy un guardia, me encargo de tu seguridad... Es decir, de vigilar que no asesines a nadie, ni le hagas daño a alguien o a tí misma- me doy cuenta que la voz proviene de un altavoz que se encuentra junto a una cámara -no has contestado mi pregunta-
-ha, si, lo siento- sacudo mi cabeza para despejarme de las confusiones -no hablaba con nadie- tartamudeo, estoy nerviosa
-cielos, serás un caso difícil para Jhonatan- concluyó el guardia detrás del altavoz... ¿quien demonios es Jhonatan?