kitten

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Lily

Estos últimos años sin Alice han sido de los peores que he tenido, Aitor sólo me deja salir a la escuela, el me lleva y me recoge todos los días, cuando quiero salir con mis amigos y amigas envía a un guardaespaldas a vigilar mis movimientos, cuando regreso a casa, me pone mi collar, él siempre me trata como perro, pero enfrente de las demás personas me lo daba todo...
-¡Lily!, ben aquí en este instante- es Aitor, de nuevo quiere jugar conmigo, odio que me haga esto
-enseguida bajo Aitor- si Alice estuviera aquí él no me haría nada
-te quiero aquí en este instante presiosa- quiero ver a mi hermana pero él no me lo permite, dice que si la veo tendría que matarla como hizo con Amanda.
-aquí estoy señor Aitor, que se le ofrece- es necesario dirigirme así cuando lo tengo de frente, si no me va mal
-mira muñeca arrodíllate aquí- está viendo sus típicos vídeos desagradables -bien hecho, ahora comienza a lamer- luego de decir eso me restriega su estúpido miembro en mi boca... Me brotan lágrima de los ojos, no tengo otra opción, quisiera que no fuese así, pero si no lo hago sería peor... Comienzo a darle lenguetazos a su pene erecto. Hacer esto hace que me sienta sucia, el problema es que a veces me gusta.
-¡ho!... Sí... Así es como me gusta kitten...- cuando Aitor comienza a evitarse me llama kitten, mis amigos me dicen así pero no saben el verdadero por qué... -¡Ah!... Sigue así... No te detengas kitten- Aitor me sujeta el cabello, luego empuja mi cabeza obligándome a meter su pene lo más que pueda en mi boca... Me comienzo a quedar sin aire y comienzo a toser...
-oh... si kitten... Así tragatelo todo... - después de soportar eso por un rato, separó mis labios de su erección, un poco de saliva y fluidos recorren de mi boca hacia el mentón, me limpio la cara y con eso mismo comienzo a masajear sus testículos.
-es suficiente kitten... Siéntate a mi lado un rato- no tengo más opción que acceder a su invitación
-si amo Aitor, enseguida- me choca tener que llamarle así, pero esa es una regla al momento de yo ser su esclava sexual.

He armado un plan y pronto saldré de aquí hacia el lugar donde estas Alice, pronto iré a verte al hospital psiquiátrico en donde te encuentras hermana... Ya verás.

Ya es de mañana, el día de ayer Aitor no intentó nada más aparte de el oral que me hizo hacerle. Él aún no se levanta, son todavía cuatro de la mañana y es el momento de poner el plan en marcha.
Saco la llave de mis grilletes del otro lado de mi habitación, había logrado conseguir que Aitor las olvidara aquí, tomo una pequeña mochila que se ya se encuentra con suficiente dinero, comida y agua para sobrevivir un par de tiempo sin regresar a casa, salgo por la puerta de enfrente y corro lo más que puedo para evitar ser vista por Aitor si se llegase a levantar en estos instantes.
Bien, llego a una de las ventanillas de la central de autobuses
-buenos días señorita, ¿cuál será su destino el día de hoy?- pregunta la chica del otro lado del vidrio
-un boleto para el hospital psiquiátrico "los ángeles" por favor-es un extraño nombre para un hospital de psiquiatría, pero bueno
-si, aquí tienes tu boleto, tu autobús saldrá en veinte minutos, buen viaje señorita- le doy el dinero y me devuelve quince pesos de cambio... Creí que el boleto costaría más de cinco pesos, pero al parecer solo me costó treinta y cinco
-hem, si, muchas gracias- ahora me dirijo al andén correspondiente, espero no demore tanto en llegar e irse, necesito llegar con Alice lo más pronto posible.
Ya son las cinco y media de la mañana, ha comenzado ha llover, el viaje es de dos horas y media, así que cuándo llegue tal vez la lluvia ya halla cesado. Estoy nerviosa, ¿qué pasa si no encuentro a Alice?, ¿y si Aitor me encuentra antes de que la pueda ver?, ¿Alice seguirá estando en ese lugar?, no lo sé pero si lo averiguaré pronto.

Ya son las cinco veinte, he llegado a la entrada del psiquiátrico, a lo lejos se pueden ver muchas casas... creo que son varios pueblos, desde que venía eencamino la lluvia no ha parado, cruzo corriendo la avenida para llegar a la entrada del hospital sin mojarme tanto, me registro, hay una chica que se parece a mi hermana, pero ella tiene el cabello negro, mientras que el de Alice era rojo. Es un recinto muy grande y todo se puede ver hacia adentro ya que las paredes de la primer planta son solo cristales, cuándo estoy a punto de entrar... Aitor...
-¡no!, ¡sueltame!, ¡quiero ver a mi hermana¡-
-no lo harás, yo no te lo permitiré- me tapa la boca para que yo no pueda gritar ni decir nada, luego trata de arrastrarme hacia la entrada, donde ha dejado su auto.cv.. No, Alice, no puedo dejar que me lleve de vuelta sin antes volverte a ver.

El PsiquiatraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora