Celin
¡Pero qué demonios!, ¿¡por qué tenía que volver a aparecer el idiota de Aitor!?, todo estaba en orden por aquí, Alice estaba comenzando a confiar en mi y de nuevo tendré que matar, Alice en sí es un fastidio, ella no me importa en lo más mínimo, pero si quiero salir de aquí es necesario mantenerla a salvo, en especial el cuerpo, o al menos hasta que encuentre una forma de materializar un cuerpo sólo para mí, qué es esto, ese puede escuchar una risa proveniente del baño, me levanto silenciosamente del suelo y me dirijo hacia allá.
-Alice, hola... ¿O debería decir Celin?, jajaja, ustedes dos si que son un caso bastante peculiar- ¿Jhon?, ¿que a caso el tipo también tiene problemas mentales o es que no lo quieren en su casa?
-como sea, que diantres quieres aquí Jhon- le digo con un tono de reclamo
-¿acaso no te gustan las visitas?- una persona como él, son muchas probabilidades...
-no, si no son bienvenidas, en ocasiones aunque lo sean, ¿qué te traes?- ...él trama algo, lo sé, lo siento
-nada en especial, solo quería ver a las pacientes...-
-claro, por eso entraste al baño, solo querías conversar ¿no?- le interrumpí sarcásticamente
-jajaja no es eso, no pienses que soy un pervertido- levanté una ceja
-pues con tus acciones no me demuestras otra cosa- valla que si es un pervertido de lo peor, y además con el cinismo de venir a decirlo en mi cara
-tranquila yo no haré nada que no quieran hacer tu y Alice-
-aún así eres una escoria, mira que venir solo con la intención de que yo vuelva a caer en tu mortal sensualidad...- me volteé y terminé el comentario de espaldas -y aprovechar el momento- debo ser fuerte y no caer de nuevo en su trampa
-está bien, no insistiré más de momento- me tomó por los hombros muy suavemente y me hizo a un lado -vendré más tarde, igual si quieres hacer algo más solo llámame, todo el tiempo estoy en la cabina- demonios no puedo evitar pensar en sus dulces y suaves labios, son la groria
-es... Espera- lo tomo tímidas de la mano antes de que abriera la puerta de contención -no te despediste- y antes de que pudiera decir algo lo besé, el me tomó bruscamente del cuello y pe estrelló contra la pared, para luego seguirme el beso de una forma muy apasionada. Adoro que me maltrate y me bese al mismo tiempo, es una sensación de placer que probablemente se deba a que soy una sádica masoquista, pero lo reconozco aunque no me tratase así besa muy bien.
-bien, me voy, trata de no romper otro espejo, ¿vale?, si quieres destrozar algo golpea la pared, es difícil conseguir espejos iguales en estos tiempos- ¿a que putas vino eso?, ¿por qué se detuvo de golpe?
-no tienes que irte aún, de cualquier manera nadie más nos observa- con un ágil movimientos cerré la puerta de contención y lo puse a él contra la pared
Alzando una ceja dijo -pero el pervertido soy yo verdad- seguido de una risa pícara
-yo te doy total libertad de hacer conmiseración lo que quieras, pero, ¡Alice no se enterará de acuerdo!- no es que fuera una fácil pero él en especial me provoca una sensación tan grande de tener sexo que es inevitable portarme así...
-bien como desees Celin- ...aparte si logro captar su atención lo suficiente podré manipularlo igual que a la estúpida de Alice
-mmmhaa- me esquina de nuevo contra la pared sosteniendo mi mano izquierda arriba, me sujetaba fuertemente de la muñeca, comienza besando mi cuello y tocando suavemente mis bragas aún por encima de mis pantaletas -haaah- estoy bastante excitada, este sujeto me hace sentir mucho placer, él sabe lo que hace
-se de algo más que te gustará- comienza a bajarme las pataletas con la boca, y de pronto siento su lengua saborear mis flujos
-¡haaa!... ¡Mmmha!- mis gemidos son cada vez más fuertes conforme el mueve su boca en mis bragas, de pronto introduce dos dedos en mi vagina, esmuy exitante, estoy babeando -¡haaa!-
-con que esto te gusta ¿no es así?-
-ho, por favor, no te detengas- le sujeto por la cabeza y lo comienzo a agitar de arriba a abajo, Jhon sabe muy bien lo que hace, es muy bueno con la lengua
-¡haa!, Jhon, me... Haaa... estoy por venirme- ya no podía más, me hizo llegar a un orgasmo. Comienza a subir de nuevo, y sin dejar de sumergir sus dedos en mí, me sigue besando. Después de un beso suave, saca sus dedos de mi vagina y me los mete en la boca, al sacarlos le doy una bofetada
-¡quién te crees que eres para hacer eso!- le dí ciertas libertades pero no hay que dejarlo jugar solo la partida
-mira, Celin...- sujeta de mi cuello con fuerza -...tu serás mía y después de eso ya nada importará, ¿¡oíste!?- se me estaba yendo el aire así que le dí un fuerte rodillazo en el estomago
-¡bien!, pero hasta entonces ¡ni tu ni yo!, y que el mejor depredador gane- vuelve su mirada y la fija en mis ojos, me da un puñetazo en la cara y la pelea comienza de nuevo.
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El Psiquiatra
RandomAveces la persona que habla por nosotros es nuestro subconsciente pero ¿qué pasa si te hace admitir un homicidio, el cual tu no cometiste?, ¿qué pasaría si alguien jugará con tu mente?, ¿qué harías si tu propia conciencia te juega sucio y te confund...