Las Pesadillas

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Alice

Despierto de una pesadilla a media noche tratando de respirar, estaba completamente sudada, tengo mucho frío, creo que me dio hipotermia.
Ha pasado mucho tiempo desde mi última pesadilla, siempre que tenía una corría al cuarto de mamá, ella me acogía con sus brazos y cantaba para mí, aún recuerdo la letra -querida Alice, duérmete ya, malos sueños ya no tendrás, yo a tu lado voy a estar, tu pesadilla ya no vendrá, duérmete Alice duérmete ya, y dulces sueños ya tendrás...-
-pero qué coño estás haciendo Alice- por lo general me molesta oír a Celin pero en estos momentos me ha tranquilizado escuchar su irritante voz
-era lo que nos cantaba Amanda cuando teníamos pesadillas... ¿Tu lo recuerdas?- tal vez Celin halla estado presente en mi infancia y no la recuerdo
-tengo muy vagos recuerdos de mamá Alice, recordar esas cosas te corresponde a ti no a mi- que extraño me pareció algo nerviosa al decir éso
-oye, Celin, y como te la pasaste ayer, en "tu día"-
-solo un día como cualquier otro-
-¿segura?... Te oyes muy distraída-quiero que me diga lo que pasó al verse al espejo o algo, debió haberse percatado del cabello negro
-¡bien!, estuvo muy buena la rebanada de pastel de moras, lindo detalle...- ya comienza a sonar igual de cortante como suele ser -¿por qué te teñiste el cabello de negro?- no esperaba una pregunta esperaba un "gracias" o algo por el estilo, pero bueno
-ham, creí que te gustaría verte como siempre habías querido-
-bien lo lograste, me gustó el cambio, pero aún no entiendo como es que hiciste para que tus ojos se vieran grises- ¡qué!, Yo no hice nada para eso, como es que pudo pasar... -Alice responde, te quedaste en blanco un rato, ¿como le hiciste?
-yo... Yo no hice nada... No se cómo pudo pasar eso-
Desde que le respondí a Celin, no la he vuelto a escuchar. Me quedo mirando al espejo, las imágenes de mi pesadilla me vuelven a la mente, bajé la mirada un segundo y al voltear al espejo me veo muy de cerca, ¿ojeras?, nunca antes las había tenido, eran enormes y muy notorias en mi tez blanca, me seguía viendo detenidamente al espejo cuándo de pronto... ¿¡Aitor por el altavoz!?
-hola Alice, me sorprende lo bajo que has llegado, solo quería decirte que Lily se encuentra muy bien conmigo...- ese desgraciado
-¡qué le hiciste a mi hermana pervertido sexual!- ...Lily que te ha hecho...
-ella está muy bien sin ti, ya no sufre de tus abusos, saca buenas notas y tiene muchos amigos en su secundaria, esta mucho mejor sin ti- el estúpido tono con el que me habla me hace querer cerrarle la boca para siempre
-¡eso no es verdad!, ¡qué es lo que le haces realmente Aitor!- no pude contenerme más tenía que gritarle -¿¡dónde está mi hermana!?, si le has hecho algo, me las vas a pagar muy caro, lo juro.
-que lástima porque ella es quién no quiere verte, ella ahora ye desprecia, tu la avergüenzas, todos sus amigos creen que es hija única, ella ya te olvidó Alice, ¡para ella tú ya no existes!- no... Lily, ella jamás me haría eso...
-eso es mentira, ¡habla Aitor!, ¿¡dónde tienes a mi hermana!?- rompí en llanto, me derrumbe al suelo sobre mis rodillas... -no... Lily- solo pude susurrar su nombre, estaba destrozada, quería despertar ya de ésta pesadilla, en mi mente solo repito "es es un sueño, solo eso, un estúpido sueño", escucho a alguien riéndose en la puerta, Aitor... trato de levantar la mirada pero todo es borroso por mis lágrimas
-hasta pronto Alice, espero que disfrutes mucho estar aquí, tanto como yo disfruto de tu hermana. Maldito...
-no toques a Lily hijo de puta-
-jajajaja, estaré visitándote seguido por recomendaciones del psiquiátrico, te veré pronto, mi hermosa loca- me toma por mejillas muy fuerte con una sola mano, y me da un asqueroso beso en la boca, -hasta pronto Alice- su tono de sinismo me sorprende, él siempre fue así, maldito violador
-¡eres un hijo de puta Aitor!, ¡quiero ver a mi hermana!- y sin responder se oye cerrar la puerta de un golpe, es aquí cuando sé cuál es la verdadera pesadilla... La realidad. Pobre Lily, como quisiera poder abrazarla y decirle que no se preocupara, que todo iba a estar bien, al igual que cuándo eramos niñas, y se asustaba con los truenos, como quisiera que todo fuera como antes, cuándo Lily tenía tres años y yo siete, con mamá y papá en casa, un domingo por la tarde viendo películas, por desgracia Lily no conoció a nuestro papá como yo, y... después de ese estúpido accidente... Golpee fuertemente la pared con la mano izquierda. Jamás lo volví a ver. Las lágrimas siguen corriendo por mis mejillas, me sentí exhausta y me quedé dormida en un rincón de la habitación... Lily...

El PsiquiatraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora