Jhonatan

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No se cuánto tiempo llevo aquí encerrada. Desde que el guardia me habló por el altavoz no he podido saber nada del mundo allá afuera, solo cada determinado tiempo, hacen pasar un licuado por una pequeña puerta en la pared.
-comienzo a hartarme de ésta situación- dijo Celin de manera que parecía esta tramando algo.
-amm... Que pretendes hacer o que quieres que yo haga- le respondí un poco distraída.
-has alguno de tus dramas, yo que se, aquí hasta que no nos quiten la camisa de fuerza no podré matar a nadie- creo que Celin en verdad esta frustrada, me da pena por ella, pues yo no dejaré que vuelva a manipularme para matar. Le iba a decir una frase inteligente, pero repentinamente se escucha algo por el altavoz, la primera vez no alcancé a distinguir nada, luego se comienza a aclarar.
-Alice Penderghast, es un placer poder conocerte, tu historia es en verdad impactante y desgarradora, me impresionas- ¿de quién era ésa voz? Nunca la había oído antes.
-si, no es algo de lo que presuma, pero primero dime ¿quién eres?, digo al parecer ya sabes casi todo sobre mí- le dije para sacar un poco de charla, estaba muy aburrida.
-mi nombre es Jhonatan Burton y soy tu psiquiatra, pero aquí todos me llaman Jhon, yo te he estado vigilando es tos últimos tres días, tienes buen comportamiento así que no entiendo por qué te pusieron la camisa de fuerza- concluye, si el lindo detalle de la camisa de fuerza es gracias a Celin.
-si bueno yo no recuerdo cuando me la pusieron, pero si recuerdo que me inyectaron algo, creo que era un calmante- en verdad yo no recordaba nada, Celin era quien manejaba mi cuerpo en ese momento y no me quiso dar mucho detalles.
-yo no estuve presente cuando te ingresaron, pero puedo hacer que te quiten esa camisa, es incomodo ver a los ingresados así cuando no se lastiman- valla por fin alguien amable
-y qué tengo que hacer para que me la quiten-
-mañana a ésta hora te la pueden quitar, si el resto del día y parte de mañana te mantienes tranquila como hasta ahora- ja eso lo puedo lograr si no hablo con Celin o si ella no hace algo estúpido.
-gracias ya quiero poder sentir mi cabello entre mis dedos- dije sin más y Jhon ya no hablo en un buen rato.

-buenos días Alice, no has descansado en toda la noche, ¿te sientes bien?- pregunta Jhon, al parecer al día siguiente de nuestra charla
-ah, hola, en estos momentos descansar, para mí, es algo relativo ya que no se si es día, tarde o noche- tal vez me acostumbré a dormir toda la tarde y no lo sabía
-bien pues comencemos con las preguntas... ¿Por qué mataste a tu madre?...- antes de que diga una grave mas interrumpo agresiva
-¡yo no la maté!, ¿¡cantas putas veces debo repetircelos para que me dejen tranquila!?-
-solo cuando digas la verdad, ¿por qué violaste a tu hermana?...
-yo no... - yo ya estaba llorando y...
-¿por qué asesinaste a Amanda?...-
-no, yo no... - él no me dejaba terminar de formular una sola frase.
-¿por qué mataste a Alfonso?- me arrodillé en el suelo, llorando, con la cabeza agachada, pensando ¿cómo pudo pasarme esto a mí?.
-¿¡por qué!?- grito por última vez, comienzo a reír... ahora soy Celin
-jajaja eres un imbécil... Jajajaja- (Celin) no puedo parar de reír, jajaja me causa mucha gracia la forma en que maté a Alfonso, era como estar viva después de tanto tiempo, o cuando golpeé a mamá, si yo no la maté pero realmente cuando entré a esa habitación comencé a golpearla a ella, no a Aitor.
-Celin eres una hija de puta- logro decirle, aún estoy atrapada, no puedo tomar el control de mi cuerpo
-jajajajajaja- (Celin) aún me río mucho, y comienzo a azotarme contra las paredes amo tener todo el control

(Jhon) hago sonar las alarmas, se que yo la he provocado pero aún así no me parece que sea peligrosa.
-Jhon, ¿tú le has dicho algo?- como es mi costumbre, lo arreglé todo para eliminar las posibles evidencias
-no, ella solo comenzó a reírse mucho, luego solo se azotaba contra la pared- le respondo al guardia ocultando por completo los verdaderos hechos, después de todo solo yo la vigilaba
-Jhon ya le pusimos el tranquilízate ¿ahora qué quieres que hagamos?-
-bien, quítenle la camisa de fuerza, yo me encargaré de lo demás-
-pero ella puede ser peligrosa- señala uno de los guardias al quitarle la camisa
-he dicho que yo me encargaré, no quiero cámaras, ni micrófonos, ni guardias cerca-
-bien Jhon, confiaremos en tus habilidades... Salgamos de aquí muchachos- jajaja era muy fácil para mí hacer lo que quisiera en este lugar, para toda esta gente soy lo mejor que han tenido.
-Alice...- la abrazo dulcemente
-ahora éstas en mi casa, así que jugarás bajo mis reglas... - su rostro era afilado, sus labios carnosos color carmín, su cabello largo y rojo... Simplemente hermoso, sus manos eran delicadas, esta chica es perfecta y calló en mi trampa.
Cuando ella comienza a despertar salgo de allí, creo que solo pudo ver mi silueta, no estoy seguro, lo que si puedo asegurar es que me divertiré mucho con ella.

El PsiquiatraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora