Capítulo 07

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Sakura deseaba con toda su alma pelearse con Neji pero sabía que él tenía razón. Había sido una estupidez no prestar más atención al tiempo. Pero se había levantado sintiéndose sola y melancólica y se había volcado en preparar galletas navideñas para los Sarutobi.

—Supongo que no tengo elección, ¿verdad?

—No.

Sakura suspiró y no pudo evitar sentir una punzada de mal humor al ver que Lin entraba en la cocina e inmediatamente se acercaba a las piernas de Neji.

—Entonces será mejor que vaya a comprobar si hay sábanas y toallas limpias en la habitación de invitados.

—Mientras tanto yo miraré los teléfonos para ver cuál es el que está descolgado.

—Yo lo haré —aseguró ella, sospechando que se trataba del de su habitación.

—Bien.

Neji se acercó a la silla y retiró su chaqueta con Lin siguiéndole los pasos.

—¿Adonde vas?

—A echarle un vistazo al generador. Asuma me enseñó dónde está y quiero familiarizarme con él en caso de que se vaya la luz. —respondió perdiéndose en el pasillo.

—Traidora —murmuró Sakura al ver cómo la gata salía por la puerta detrás de Neji.

Estaba enfadada con Lin, consigo misma y con Neji. Subió las escaleras hacia su dormitorio y, para su disgusto, encontró el teléfono de la mesilla de noche descolgado y emitiendo un pitido. Cruzó la habitación y colocó el auricular del aparato en su sitio antes de salir de nuevo al pasillo para dirigirse al cuarto de invitados. Puso sabanas limpias en la cama y se aseguró de que hubiera toallas extra en el baño que unía los dos dormitorios. Luego volvió a bajar.

Acababa de entrar en la cocina cuando se abrió la puerta. Lin se coló dentro. Su pelo gris estaba cubierto de copos blancos. Neji, que se las había arreglado para sacudirse algo de nieve de las botas, entró detrás de ella con los brazos cargados de leña.

—¿Podrías cerrar la puerta? —le pidió.

Sakura corrió hacia la entrada y la cerró. Luego siguió a Neji hasta el salón, donde él ya había comenzado a colocar los troncos de leña en la cesta que había al lado de la chimenea.

—He comprobado el generador y parece en buenas condiciones para se utilizado en caso necesario —dijo mientras ordenaba los troncos—. Pero pensé que sería buena idea traer algo más de leña por si acaso.

—Seguramente tienes razón —dijo Sakura.

Y se dio cuenta de que tendría que habérsele ocurrido a ella. Mientras Neji trabajaba se dirigió al pasillo para ponerse el abrigo y la bufanda. Luego se colocó los guantes y regresó al salón.

—¿Adonde te crees que vas? —le preguntó Neji poniéndose de pie.

—A ayudarte a traer más leña.

—Puedo hacerlo solo. Tú quédate aquí, que está más caliente.

El rechazo de Neji no contribuyó a mejorar su mal humor.

—No me trates como a una mujer inútil y vaga, Neji —le dijo—. Un poco de nieve no me hará daño y desde luego soy perfectamente capaz de cargar con algo de leña.

—Créeme: Nadie podría acusarte de ser ni vaga ni inútil —aseguró él dejando escapar un suspiro—. No tengo ninguna duda de que puedes con todo lo que te echen. Pero da la casualidad de que estás embarazada de siete meses y fuera hay una tormenta de nieve y vamos a quedarnos aquí atrapados durante quién sabe cuánto tiempo. ¿Qué necesidad hay de que pases un frío de muerte y te arriesgues a caer enferma y ponerte en peligro a ti y al bebé?

Eterna Pasión |Nejisaku| COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora