Cap V

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Capitulo 5: Las consecuencias

La primera cosa de la que Harry se dio cuenta cuando despertó fue que estaba en una absoluta agonía y que estaba gritando. Gritaba en voz alta, sin decir una sola palabra mientras trataba de sacar a su mente de las garras de una niebla espesa y envolvente que había descendido sobre él.

Abrió sus ojos de golpe y el dolor hizo que todo se volviera borroso, era casi como si necesitara sus anteojos de nuevo, pero no los había necesitado desde que fue mordido. Los había dejado en Grimmauld Place la noche en la que huyó.

- ¡Harry! Harry soy Sirius, por favor cálmate.

Harry oyó la voz, pero no entendió lo que decía así que arremetió en su contra y le gruño amenazadoramente.

- ¡Te dije que le dieras a su bebé! – Siseó una voz peligrosamente.

- ¡En ese estado va a matarlo! – Gritó como respuesta la voz de una mujer.

Las voces se estaban volviendo más claras y estaban tomando más sentido, tan pronto como su cerebro captó la palabra "bebé", sus manos volaron a su vientre. Su suave y hundido vientre. Casi rugió cuando trató de enderezarse.

- Harry, estabas siendo mantenido como prisionero, no tienes que tener miedo ahora. Ya no tienes que tener miedo nunca más, estás a salvo.

Volvía a estar confundido y no entendía nada así que arremetió con brusquedad, inhaló profundamente, como hacía en su forma de lobo, pero todo lo que podía oler era sangre. Su mente entró en pánico y casi rompió la muñeca que lo mantenía sujeto, mientras su propietario retrocedía y se alejaba él se sentó tratando de apartar la visión borrosa de sus ojos y la niebla de su mente.

- Dame a mi cachorro. ¡AHORA! – Demandó de forma violenta, su garganta estaba seca y rasposa, se sentía como papel de lija y sonaba peor.

- Una vez que estés más calmado, entonces nosotros… – Alguien trató de aplacarlo, pero se acercó parcialmente cegado debido a su visión borrosa y deslizó sus manos alrededor de su cuello, entrelazando sus dedos y apretándolos con fuerza. Un agarre casi letal en ambos lados del cuello.

- Quiero a mi cachorro ahora. No después. ¡AHORA! – Le gritó en su cara, incluso cuando sentía unas manos ajenas apartándolo, antes de que un rápido hechizo hiciera que sus dedos se separaran del cuello del hombre alejándolo de su control.

- Cuando sintamos que estás más calmado y puedas controlarte a ti mismo, te devolveremos a tu bebé.

- ¡No estamos negociando con esto! – Gritó otro hombre. – No lo harás, mientras esté vivo y respirando, ¡decirle que sólo tuvo un bebé y mantenerlo alejado del otro! ¡No voy a permitir eso!

- Es lo mejor, sería más fácil controlarlo y es justo para ambos lados así evitaremos que ataque, todavía tendrá al otro bebé ante sus ojos, es sólo que no creo…

Harry había oído más que suficiente, escuchó que los hombres habían tratado de engañarlo haciéndolo pensar que sólo tenía un cachorro antes de intentar explicarle algo iban a chantajearlo y controlar su comportamiento con su propio bebé, eso era un puñetazo en el estomago, pateó rápidamente al que hablaba, demasiado rápido para que la otra persona reaccionara, golpeó al hombre mayor antes de tomar la apertura y usar su vista ahora nítida para arrebatar a los bultos envueltos en mantas en una cesta de mimbre al otro extremo de la habitación.

Se apabulló en la esquina de la habitación y sostuvo a sus dos cachorros con fuerza, mirando sin ver realmente que alguien se le aproximaba. Ellos querían quitarle a uno de sus cachorros. Uno de los cachorros de Fenrir.

La Tripulación De La Luna AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora