Jardín de infantes

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SAMUEL

Después que mi padre nos dejó en el colegio fuimos a encontrarnos con nuestros amigos. Lo primero que Carla hizo fue saludar a Lu. Polo aun no ha llegado.

Yo saludo a Guzmán. Afortunadamente no veo a Marina en ninguna parte. Hace unos días nuestra relación terminó. Unos días después de cumplir nuestro primer aniversario descubrí que desde hace un tiempo que me ponía los cuernos con un chico llamado Pablo. Si bien estoy seguro de nunca haber estado enamorado de ella siempre la respeté. La quería mucho pero su traición es imperdonable aunque hasta cierto punto me supone un alivio así ya no debo fingir que quiero estar con ella.

Noto que ya llegaron todos mis amigos a excepción de Marina y Polo. Desde que supieron de la traición de Marina ella fue de alguna manera aislada del grupo, o ella se aisló sola. La verdad es que no lo sé. No puedo sentir pena por ella. De igual forma ella nunca estuvo tan involucrada en el grupo más que conmigo y con Carla pero hace unos años comenzaron a alejarse.

Guzmán trató de que me reconciliara con ella pero me negué terminantemente. Supongo que él no tiene una posición fácil dado que por un lado tiene a su hermana y por el otro a su mejor amigo. Nadia abraza a Guzmán y veo que Lu los mira de mala manera pero disimula al seguir charlando con Carla. Guzmán y Lu fueron novios por mucho tiempo pero cuando Nadia llegó al grupo todo cambió. Guzmán se enamoró perdidamente de ella y dejó a Lu. Carla y yo intentamos hacerla entender que no era culpa de nadie, que son cosas que suceden pero Lu estaba obsesionada con ver a Nadia como la villana de la historia. Guzmán no la engañó pero Lu estaba muy herida porque estaba verdaderamente enamorada pero para su mala suerte el sentimiento no fue reciproco. Después de unos meses de insistir Nadia al fin aceptó salir con Guzmán y su relación avanzó desde entonces. Debe ser difícil para Lu ver como el chico que ama es feliz con otra

Converso un poco con Nadia, Guzmán y Rebe y veo que llega Polo. Lo primero que hace es darle a Carla y ruidoso eso en los labios, como queriendo hacer notar que ella es su novia. Carla parece sorprendida pero no rechaza el gesto. De pronto crece mi mal humor y decido entrar a mi salón y no hablar con nadie.

CARLA

Algunos pensarían que el beso que me dio Polo es un gesto de pasión pero no es así. Polo es demasiado tímido para tener esos gestos en público. Pero no le queda otra ya que siempre cree que otros chicos están detrás de mí. Es cierto que otros chicos intentan coquetear conmigo pero jamás le fui infiel a Polo aun cuando tengo claro que en realidad amo a Samuel. Aunque a algunos parece no importarle que tenga novio, como Christian que me busca constantemente y no se cansa de que yo lo rechace. Pero Polo también tiene lo suyo, ya que sé que Cayetana está enamoradísima de él aunque ella es más discreta sobre sus sentimientos. No se atreve a hacer nada por miedo a mí y a que Polo la rechace. A veces creo que me gustaría que Polo me engañara con ella así tendría un motivo válido para dejarlo. Lo negativo de eso es que rápidamente mis padres me presentarán a los imbéciles de los hijos de sus socios. Aunque hace unos días mi esperanza creció un poco cuando me enteré del rompimiento entre Samu y Marina. Que tonta, como va a engañar a Samuel. Si yo estuviera con él haría de todo para hacerlo feliz.

Siempre me causó mucha risa que estoy secretamente enamorada de Samuel cuando todo el mundo da por hecho que es al revés. Todos piensan, mediante bromas y dobles sentidos que él me ama. Samuel ha soportado esas bromas desde que éramos niños en los que asumían que él estaba perdidamente enamorado de mí porque siempre ha velado por mi bienestar peor eso solo se debe a lo buen amigo que es. Es decir, nos conocemos desde los 4 años. Él fue mi primer amigo y yo la de él. Aunque el grupo con los años fue creciendo.

15 AÑOS ANTES

Llegó el primer día de Samuel y Carla en el jardín de infantes. Llevaban un año de ser amigos y a Pilar y Beatriz les pareció buena idea enviarlos al mismo colegio. Samuel estaba de la mano de Pilar e Ignacio mientras que Carla no esperaba para poder ir a jugar con los otros niños.

A Carla le parecía extraño que a Samuel lo trajeran sus padres pero cuando vio alrededor se dio cuenta que todos los niños estaban acompañados por sus padres excepto ella. Eran Pilar e Ignacio los que la trajeron a ella también por pedido de Beatriz y Teo que tenían otra cosa que hacer. Veía como los otros niños estaban corriendo por allí o abrazados a sus padres por miedo a que los dejen.

Carla de solo 5 años notaba lo erróneo de la situación. Sus padres deberían estar aquí junto a ella. Unos días antes Carla estaba entusiasmada por iniciar la escuela junto a Samuel y ahora se preguntaba por qué sus papás no estaban aquí. No lloraría, había aprendido que debía ser fuerte. Eso lo inculcaron siempre en su familia. Cuando estaba perdida en sus tristes pensamientos notó que alguien la abrazaba por detrás. Cuando vio que era Pilar le devolvió el abrazo.

-Disfruta de tu primer día hermosa-le dijo Pilar con ternura-recuerda que tienes a Samu aquí junto a ti.

Carla estaba feliz porque quería mucho a Pilar y a Ignacio. Pero sentía erróneo que fueran ellos y no su papá y su mamá los compartieran este momento con ella.

De pronto notó que alguien tomaba de su mano. De pronto sus dedos estaban entrelazados con los de Samuel quien la miraba con una pequeña sonrisa.

-¿Vamos?-preguntó el castaño.

La pequeña rubia sintió este toque como algo tan natural en su vida pero a su vez reconfortante. Como si la ausencia de Teodoro y Beatriz se llenaba con Ignacio y Pilar. Pero Samuel no llenaba una ausencia, era algo totalmente aparte. Algo que no entendía pero que a su vez que estaba ahí.

-Vamos-dijo la pequeña.

Ignacio y Pilar les dieron un abrazo a ambos y dejaron que los niños se marcharan. Carla iba de la mano de Samuel y cuando se dio la vuelta para mirar vio que Ignacio les sonreía y Pilar tenia lágrimas en los ojos.

En el salón de clases los niños estaban todos bastante desorientados. Todos tomaban juguetes y jugaban solos mientras que rápidamente Carla y Samuel se pusieron a jugar juntos. ya tenían una dinámica adquirida por un año completo de amistad. Mientras todos los niños estaban recién conociéndose ellos ya eran amigos.

Sin embargo había otros dos niños que también jugaban entre ellos como si ya se conocieran. Eran un niño alto y rubio de ojos azules y una pequeña niña pelirroja de rizos.

En el patio de juegos unos niños comenzaron a molestar a Samuel y el pequeño niño no podía defenderse solo. Cuando uno de ellos empujó a Samuel, Carla saltó como un resorte y empujó al agresor. Y en ese momento se dio una batalla de bandos. Por un lado estaban estos tres niños desconocidos y por el otro eran Samuel y Carla quien claramente estaban perdiendo hasta que el niño rubio y la niña pelirroja intercedieron en favor de los dos amigos.

Cuando los agresores vieron que no podían ganar decidieron marcharse. El niño rubio le dio una mano a Samuel para ayudarlo a ponerse de pie.

-¿Estas bien?-preguntó el muchacho rubio.

-Hola-dijo la niña-Soy Marina. Y él es Guzmán, mi hermano.

-Yo soy Carla y él es Samuel.

En ese momento comenzó a forjarse entre los cuatro una gran amistad.

Con el tiempo los cuatro se volvieron inseparables.

El mundo de Carla que antes se limitaba a sus padres, a los García Domínguez y a Samuel ahora era un poco más grande.

Al momento de volver a casa Samuel volvió a tomarle de a mano.


Carla y Samuel: vecinos, amigos y amantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora