Evitando el compromiso (Yaoi) 18+

El palacio del Rey Demonio.

Buenaaaas!!!

Lamento tardar tanto tiempo en subir el capitulo, el viernes ya no alcancé a hacerlo y ayer no toqué la computadora, así que solo quedaba el día de hoy para hacerlo.

En fin, como ya es costumbre en mí, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 18.

Al abrir los ojos me encontraba en un lugar oscuro y lleno de tierra, donde las estalagmitas eran más altas que yo y al mirar hacia arriba al fin veía algo completamente diferente, el cielo del infierno lo reconocería en cualquier lado, me levanté adolorido, me sacudí la tierra y al tratar de usar las alas que Al me había ayudado a generar noté que no salían. Seguramente mi anillo glotón se había quedado sin energía, así que estaba ahí tirado sin poder moverme por el momento.

- "Rhaegar, ¿me escuchas?" – crucé los dedos para saber que al menos ya podía comunicarme con alguien.

- "¡Mamá!" – la voz fuerte y clara de mi dragón se hizo presenté en mi cabeza, sus sentimientos de angustia, alegría, enojo, desesperación y frustración llenaron mi cuerpo de inmediato – "¿Dónde estás? Puedo oírte, pero no logro localizarte" – mis lágrimas empezaron a salir, nunca pensé que escuchar la voz de alguien me haría sentir tan bien, me sentía seguro ahora que sabía que estaba en el rango de mi dragón.

- "No sé dónde estoy, solo sé que estoy en el suelo del infierno" – un sentimiento de alivio apareció sobre cualquier otro sentimiento que tuviera en mi interior, sabía que no era de Rhaegar, así que mi sonrisa se amplió más y mis lágrimas se desbordaron perdí el control por completo de mis emociones y empecé a llorar más fuerte.

- "Maldito mocoso, nos diste demasiados problemas" – su voz se escuchaba normal, enojada y con ánimos de regañarme hasta que se le acabara la saliva, pero por dentro podía sentir el alivio de escucharme y saber que estaba a salvo – "¿puedes moverte?"

- "No, me quedé sin magia, mis alas no responden y estoy en lo que parece el fondo de algún precipicio" – la preocupación lo volvía a invadir.

- "¿Cómo que tus alas no responden?" – supongo que era lo único que podría haberme ayudado a salir de aquí y que ellos me encontraran, iba a contestarle, pero entonces noté que había demonios volando cerca de mí, al parecer eran los mismos que me estaban persiguiendo, empecé a preocuparme, estaba completamente indefenso y ahora no estaba Al para socorrerme – "Siento tu miedo, ¿qué está pasando?" – Kalego preguntó bastante preocupado, apenas habían podido saber que estaba bien y ya estaba en peligro de nuevo.

- "Los que se me secuestraron están aquí cerca, al parecer están buscando mi cuerpo muerto".

- "¿Qué?"

- "Es difícil de explicar, pero ellos piensan que la explosión me mató".

- "¿Explosión?" – los sentimientos de Kalego eran un engorre, como alguien tan seco podía cambiar tan rápido de ánimo.

- "Debo moverme" – así empecé a buscar entre las rocas alguna cueva donde esconderme y dejé de escuchar la voz de mi profesor, supongo que estaba tratando de encontrarme, pero no sería sencillo si yo no sabía dónde estaba.

Encontré la cueva donde podría esconderme y descubrí que era bastante larga y se iluminaba naturalmente con unos cristales bastante bonitos, así que caminé por toda la cueva y los cristales iban cambiando de color, de rosa a rojo, luego a verde, de ahí a amarillo, también cambiaron a verde y por último a azul, cuando llegué al tono azul vi un pequeño lago, me sorprendí bastante.