Qué hacen ellos en el nido?

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Buenas noches:


Bueno como se podrán haber dado cuenta, esta página odia este fanfic, porque nunca me deja actualizarlo bien, siempre tiene algún error, traté de remediarlo el viernes, pero no me salió muy bien que digamos, así que hoy al fin pude modificarle todo lo necesario, para que lo puedan leer bien.

En fin, como ya es costumbre en mí, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.



Capítulo 14.

Al llegar a la oficina de mi abuelo Aganes le explicó que había sentido algo extraño en el piso de toda la escuela y después ya no lo sintió como si se lo hubiera tragado la tierra, mi abuelo lo escuchó con paciencia y le dijo que él se encargaría de revisar las instalaciones junto a los demás profesores, mi amigo sonrió al ver que su advertencia había sido tomada con seriedad y sonrió.

- Me retiro Sullivan – sama – Aganes se fue y yo me quedé a solas con mi abuelo y Opera.

- Llegaré tarde a casa Iruma – kun, ¿por qué no te adelantas? – me sonrió e imagino que buscará lo que sea que perturbo la paz de la escuela, sonreí sin mucho ánimo, no quería regresar solo, pero también me preocupaba la escuela, así que no dije nada sobre lo que sentí en la clase de hoy y me retiré.

- Aganes – alcance a mi amigo en el pasillo - ¿vas a casa? – asintió mientras bostezaba y su nube lo llevaba rumbo a la salida de la escuela – emmm sé que es repentino, pero ¿quieres dormir en mi casa hoy? – me vio como si tuviera 3 cabezas.

- ¿Pasa algo malo? – me preguntó y sonreí nervioso, no sabía que decirle, de cierta manera toda mi paranoia venía del hecho de no tener a mi dragón cerca.

- No... lo siento – decidí no dejar que la inseguridad me invadiera y empecé a caminar a la salida.

- Iré contigo – volteé a ver a Aganes y me vio con aburrimiento – iré contigo a tu casa, no me molesta mientras tenga un lugar donde dormir – sonreí emocionado y Aganes me hizo un espacio en su nube y me llevó volando a casa.

- Gracias por quererme acompañar jejeje sé que fue repentino y lamento si te causé problemas – me empecé a disculpar con él mientras entraban hasta mi habitación.

- Tu cara gritaba que estabas asustado.

- ¿En serio?, rayos – me tiré en el suelo deprimido, debía empezar a practicar el póker face.

- ¿Pasa algo malo? – me volvió a preguntar y se notaba fastidio en su cara, supongo que odia lo secretos.

- Dirás que soy paranoico, pero me sentía vigilado y algo por dentro me gritaba que si me quedaba solo me pasaría algo malo – Aganes me vio directo a los ojos.

- No creo que seas paranoico, supongo que tu intuición es más aguda que los demás – quedé perplejo – siempre parece que haces las cosas sin pensar, pero al final llevan a un fin, así que por eso pienso que tu intuición es más aguda y si te dice que estas en peligro debes de hacerle caso – mi amigo se acomodó lo mejor posible en el suelo con su nube y se puso su antifaz para empezar a dormir - si te sigues sin sentir seguro te dejaré dormir sobre mi nube – la moldeó para que ambos pudiéramos dormir a gusto. Me recosté pensando en que el abuelo y Opera llegarían más tarde, así que dormir una siesta no estaría mal, además la nube de Aganes era demasiado suave y de verdad que me daban ganas de dormir al sentirla.

Al abrir los ojos vi la cara de Opera frente a mí, el sol de la mañana entrando por la ventana y mi abuelo sonriendo desde atrás, me levanté asustado ¿cómo era posible que hubiera dormido hasta el día siguiente? Mi amigo seguía perdido en alguna parte del sueño zen sin que nada en el mundo lo perturbara.

Evitando el compromiso (Yaoi) 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora