Los extraño a todos...

458 63 6
                                    

Buenaaaas!!!

Ok, ahora me fije más veces en como adjuntaba este capítulo, ya que no me va a volver a pasar que no van en orden jajajaja así que esperemos que la app no me lo cambie.


Bueno como ya es costumbre en mí, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.


Capítulo 16.

Mi cabeza daba vueltas y no lograba enfocar bien a mi alrededor, me encontraba sobre una superficie cálida y esponjosa, había un olor bastante familiar que no lograba reconocer, también había gritos de fondo sonido de cosas rompiéndose, pero se escuchaban tan lejanos que no lograba entender que decían, traté de abrir los ojos, pero el vértigo me impidió mantenerlos abiertos más de un segundo, así que decidí quedarme quieto y descansar lo suficiente hasta que mi cabeza estuviera en su lugar, si quería huir de ahí tendría que estar más consciente y al menos poder fijar mi vista o sino sería presa fácil de mis agresores.

Sin darme cuenta por lo mismo del vértigo me quedé dormido olvidando por completo que estaba en las fauces del lobo, volví a despertar y mi cabeza ya no daba vueltas, pero si me dolía bastante, seguía sobre el lugar suave y esponjoso del inicio, traté de abrir los ojos otra vez, pero al abrirlos la luz hizo que el dolor de cabeza rápidamente se volviera migraña, todos los sonidos a mi alrededor hacían que mi cerebro vibrara como campana y sintiera que iba a explotar.

Me tapé los oídos y me hice bolita en el lugar donde me encontraba, sentí una mano sobre mi cabeza que me acariciaba y me daba consuelo, pero a cada toque sentía que mi cerebro iba a explotar, era más una tortura que un consuelo, volvía a tratar de abrir los ojos, pero la luz no me ayudaba mucho y la migraña solamente evitaba que pudiera enfocar, así que volví a caer en la inconsciencia, ya que mi cuerpo no lo soportó.

La tercera vez que desperté al fin terminó el dolor de cabeza, no sé con qué me habían noqueado, pero de verdad sentí que casi moría por el dolor, la esponjosidad debajo de mí no había desaparecido, pero ahora sentía que algo me abrazaba por la cintura, moví mis manos y las sentí pesadas, abrí los ojos lentamente y al parecer seguía siendo de día, el tiempo que había pasado inconsciente era desconocido para mí, traté de mover mis pies y volví a sentir el mismo peso que en mis manos, enfoqué la mirada a mis manos y estaban con unas esposas gruesas y alrededor de mis manos habían unas bolas de acero, ahora entendía porque estaban tan pesadas, dirigí mi mirada a los pies y tenían las mismas cadenas.

Asustado traté de levantarme, pero lo que me aprisionaba la cintura no me dejó moverme, dirigí mi mirada y vi los brazos de alguien sujetando mi cintura, volteé aterrado a ver quién me estaba sosteniendo y vi ahí recostado a mi lado, dormido tranquilamente a Kirio.

- Saaaaanto Dios – mi voz salió baja y entrecortada, vi todo lo que tenía alrededor y noté que era una habitación llena de artefactos de tortura, también artículos mágicos, había papeles tirados por todos lados, la cama donde me encontraba tenía sabanas de color negro y en la ventana tenía barrotes, así que saltar no era una opción.

- Iruma – kun despertaste – Kirio me soltó y se sentó junto a mí, empezó a acariciar mi cabeza y tenía esa sonrisa tan aterradora que me había mostrado cuando quiso volar la escuela – dormiste mucho tiempo, pensé que jamás despertarías, tuve que golpear a Atori por lastimarte tanto – me quedé impactado, así que ellos me habían secuestrado – llevas mucho tiempo dormido, seguro tienes hambre – Kirio me ayudó a acomodarme sobre su cama y yo seguía mudo, no sabía que decir – mi hermano dijo que no te mataría, pero si perderás tu dedo – lo vi asustado – necesitamos el anillo que hay en ella – sonrió con sadismo – gracias a que te cortaremos el dedo podré comerlo y probare el sabor de un humano por primera vez – mis ojos se abrieron como platos – espero no volverme adicto, ya que tú eres lo que más deseo en este mundo y quiero conservarte para siempre – se fue riendo por una puerta y yo quería tirarme a llorar, pero no podía darle el gusto, Kirio amaba eso, ver la desesperación de los demás.

Evitando el compromiso (Yaoi) 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora