𝐈𝐕 𝑪𝒂𝒔𝒕𝒊𝒈𝒐

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DÍAS ANTES.



Hazel sollozó cuando Feyre terminó de hablar. La morena de ojos dorados tenía las mejillas empapadas de lágrimas. No como la castaña, que las había retenido perfectamente, al igual que mantenía su expresión neutral.

Pero por dentro se moría de nervios.

— Podr-podrias... – Se aclaró la garganta. – ¿Podrías guardar esto en secreto?

La morena no se contuvo más y abrazó con fuerza a la de ojos celestes.

— Puedes confiar en mí, Vina. – Susurró. – No le diré a nadie.



EN EL PRESENTE.



FEYRE.

— Oh, Dioses. Darcy le tomó la mano ¡Le tomó de la mano!

Reí a carcajadas por la reacción de Hazel.

— Sabia que te gustaría. Normalmente diría que el libro es mejor, pero cuando se trata de orgullo y prejuicio todo es perfecto.

— ¡Shh! – Me mandó a callar y reí aún más fuerte.

Ambas estábamos en mi cama viendo Orgullo y prejuicio en la pantalla de mi computadora, con un recipiente lleno de palomitas, que de vez en cuando ella me arrojaba cuando no quería perderse ningún detalle y yo hacia algún comentario. Como ahora.

Han pasado un par de días desde mi "incidente". Estoy encerrada en la cabaña desde entonces. Mi rutina se resume en leer o hacer maratones con Hazel, solo he salido a buscar comida al pabellón, pero inmediatamente regreso a mi cueva de soledad como la ermitaña que soy.

Evito pensar en todo lo que hice estando ebria, sobre todo al innombrable. Aunque a veces tengo ganas de ir para saber si recuerda algo de esa noche y si es así, suplicarle que no diga nada.

Pero luego me digo a mí misma que no pienso perder la dignidad que me queda.

Según me ha dicho Hazel, en el campamento corre el rumor de que él y yo habíamos tenido sexo.

No sé qué es peor. Si todo lo que nos confesamos o en el hecho de que ahora todo el campamento piensa que entre el innombrable y yo pasó algo. Excepto por mi hermano y sus amigos.

𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 • Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora