𝐕𝐈𝐈𝐈 𝑳𝒊𝒍𝒂𝒔

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FEYRE.

— Debes estar bromeando.

Fue lo primero que dije cuando Katie, capitana de la cabaña de Deméter, trajo diez ramos de rosas que, supuestamente, me enviaban hijos de Ares.

Solo han pasado tres días desde que soy oficialmente hija de Afrodita. Días en los que me permití conocer a Piper y a mis otras hermanas y hermanos. Y doy gracias allá arriba porque la mayoría no eran cabezas huecas superficiales. Aunque algunos si eran bastante presumidos y narcisistas.

Ya me había sometido como a cinco cambios de imagen, solo para que llegáramos a la conclusión de que soy perfecta, con mi ropa relajada pero atrevida que complementaba con mi figura llena y curvilínea, y, en sus palabras, vibras de chica ruda y solitaria, sin perder el gusto por la moda.

Algunos protestaron cuando tomé la decisión de quedarme a vivir en la cabaña con Percy. Piper ni siquiera hizo preguntas, debe creer que me volvería loca si me obligaban a otro cambio de imagen.

Lo cual probablemente sea cierto.

De todas con la que más tiempo he pasado es Piper, quien es la más tranquila de todas mis hermanas. No estaba obsesionada con su aspecto o el mío, era buena escuchando y me ayudó a adaptarme con los hijos de Afrodita. Como capitana de la cabaña me contó que había una iniciación para los recién llegados de la cabaña 10, pero dijo que con el tiempo me daría cuenta cual es. Ahora entiendo porque parecía que quería reírse de mí.

Y eso nos lleva al aquí y ahora en la cabaña de Poseidón.

— Y prepárate porque todos los solteros interesados en ti harán lo mismo. – Advirtió Piper.

Me detuve en seco y la miré como si le hubiera crecido otra cabeza.

— ¿Cómo dices que dijiste?

— Ese es el rito de iniciación del que te hablé. Cada campista soltero que esté interesado o interesada en ti te regala de una flor solitaria a un ramo gigante, depende de ellos.

Parpadee aún más incrédula.

— Tengo novio.

Piper se sorprendió. No sé si sentirme ofendida o esperanzada de que ese hecho acabe con esto.

— ¿Está aquí? – Preguntó ella.

— Dioses no. Justin es mortal.

Era tal vez la persona más mortal que haya conocido.

— Entonces las flores no se detendrán.

— Debes estar bromeando.

— Mira, era esto o que siguieran con la tradición de romperle el corazón a alguien.

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⏰ Última actualización: Sep 27 ⏰

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𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑 • Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora