Chris desayunaba desganado, había pasado una mala noche con pesadillas y no sentía nada de descanso, lo bueno era que tenía planes; no se deprimiría en el sofá de diez mil euros de su abuela.
Su padre estaba deprimido y era alcohólico, pero también había sido el único que realmente lo cuidó, así que ¿por qué no permitirle a él poner sus pies y derramar alcohol sobre dicho sofá?
—¿Mi papá está bien? —pregunta Chris a Will, quien voltea y encuentra la escena.
Se toma su tiempo para responder.
—Déjalo, tiene jetlag…
—La diferencia es solo de una hora… —dice incrédulo, esperando que no lo tomen como estúpido, pero la respuesta de su padre es solo encoger sus hombros.
—Ayer pedí que pusieran los licores bajo llave. Por favor pídele que no ponga sus pies en los muebles —comenta la abuela calmada, quizás ya acostumbrada.
—Oh, no, no tienes idea lo costoso que fue dejarlo llevar una botella en su maleta, es su whiskey favorito —aclara Will y todos se quedan en silencio.
Chris se hace ajeno y se comunica con Anna, no agenda su teléfono y le pide la hora para salir y corre con suerte cuando ella responde:
"Voy saliendo para allá."
Su inglés escrito era mejor que hablado. Esperaba que sirvieran de práctica el uno para el otro para hablar otro idioma, a Chris le interesaba también aprender otra cultura y ella parecía bastante orgullosa de su patria, solo esperaba no terminar bebiendo como loco.
Según el GPS eran quince minutos caminando dentro de una zona boscosa así que no tenía apuro. Termina el desayuno y tiene intención de vestirse como se hubiera vestido para ir a un bosque en su ciudad, solo que no empacó esa clase de ropa. Solo tenía un par de zapatillas recién compradas, pero era lo único apto para correr (si tenía que pasar horas caminando o corriendo). Sabía que habría frío, ¿para qué empacar bermudas?
Pensó que empacaba inteligentemente pero no tomó en cuenta las aventuras que podrían presentarse… al menos su maleta tenía espacio para cosas nuevas.
—Papá, voy a salir con los amigos que te dije ayer, ¿sí? —comenta cuando está listo y encuentra a su padre comiendo, igual con la misma botella servida.
—Claro, no bebas y conduzcas.
—Voy caminando, estaré cerca, tranquilo —le sonríe.
—Ok… no bebas ni vuelvas tarde -vuelve a pedir—. Eres un niño en un país extraño… y liberal.
—Claro, por supuesto… —asiente para darle la razón—. ¿Y los demás?
—Creo que de compras… Oye, estar aquí solo es muy aburrido, ¿volverás rápido?
—Trataré —le responde, toma las llaves y se va.
Era raro sentirse así, sus padres estaban heridos y probablemente traumatizados por sus recientes acciones, ya casi no se hablaban y se le hacía muy extraño convivir como ahora. Suponía que iría pasando, pero si de por sí había crecido con un alcohólico deprimido, ahora no sabía que podía compartir con él, ser otro depresivo abusador de sustancias no era algo bueno que tener en común.
Michael le había hecho agarrar cariño y admiración por la naturaleza, su color favorito era el verde y el marrón oscuro también le gustaba mucho. Lo deprimía profundamente pensar en él pero no podía evitar verlo en las hojas de los árboles y en las nubes; irónico porque Michael lo veía también, el verde de sus ojos eran las hojas y los troncos secos y enormes eran sus rizos marrones, pero eso Chris nunca lo sabría, Michael ya no estaba para decírselo.
ESTÁS LEYENDO
Pétalos [gay]
ParanormalMichael encuentra un libro en el bosque, el libro le permite conocer a un fantasma. Arthur es amistoso y agradable, pero Michael no sabe lo que realmente le espera. Chris se pregunta por qué su amigo, Michael, se ha alejado tanto de él últimamente. ...