Capítulo 3

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—Así que, ¿cómo estás?

—Bien... —responde Chris desganado, encogiéndose de hombros y distraído jugando con los adornos del escritorio de su psiquiatra.

El lugar era extraño; era un consultorio pequeño, lleno de estantes y papeles por todas partes, todo era marrón y habían muchos objetos extraños.

El doctor Grayson era gordo, calvo y agradable, era la única sesión de terapia que le gustaba, aunque no lo admitía...

Era amigo de su papá así que no dudó en llevarlo ahí, y lograba hacer que Chris hablara... más o menos.

Sus sesiones eran de una hora tres veces a la semana, martes, miércoles y jueves después de la escuela; su papá Darrien pasaba por él, almorzaban y luego lo llevaba ahí, donde normalmente lo esperaba y luego se iban a casa.

—¿Cómo te fue en la escuela? ¿Has pensado en lo que hablamos ayer? —siguió indagando mientras anotaba en su libreta, igual las sesiones eran grabadas...

—En la escuela igual y... no sé, lo pensé, pero no sé si estoy listo, es algo muy íntimo para mí... —dijo tímido y sostuvo con fuerza los papeles en su regazo.

—No tienes que hacerlo...

—Es que sí hay cosas que quiero decir pero... no sé cómo... —interrumpió Chris rápidamente.

Quería colaborar pero... le costaba.

—Estamos aquí para decir las cosas sin filtro —explicó el doctor.

—¿Para qué quiere ver lo que escribo?

—Para conocerte mejor y porque tus papás me hablaron de esa parte de ti y sólo quiero saber, estamos aquí para conocernos y para ayudarte a entenderte a ti mismo, ¿qué no sabes expresar? ¿A qué le temes?

—Le temo a muchísimas cosas... —se sincera Chris.

—Lo sé, pero no queremos que sigas temiendo, así que es importante hablar sobre esto...

Chris se remueve incómodo en su asiento y se acomoda las gafas, viste su uniforme y su suéter que ya perdió el olor de Michael.

—¿Le cuenta a mis papás lo que sabe de mí? —pregunta nervioso.

—No, no puedo hacerlo y eso no serviría de nada... digo, no puedo contarles sobre lo que hablamos aquí, sólo lo estrictamente necesario, como si avanzas o no.

—¿Cuál de mis papás se preocupa más por mí? —se atreve a preguntar el castaño.

—¿Por qué piensas que sé eso? —el doctor lo mira confundido.

Chris se encoge de hombros.

—Usted ha hablado con ellos...

—Sí, y ambos se preocupan, ¿piensas que uno te quiere más que el otro?

—N-no...

—¿Entonces por qué preguntas eso?

Tras eso Chris guarda silencio varios segundos, mirando expectante a su doctor.

—Sólo quiero saber lo que opinan de mí... —responde con un hilo de voz.

—Que te quieren, no son mis pacientes, no sé a profundidad sus pensamientos... y no podría decírtelo.

—Me da miedo que me odien... —repitió, como venía haciendo durante los meses que llevabas de terapia.

—Lo sé, nadie quiere ser odiado, ¿pero por qué te centras en eso? ¿Te han demostrado algo así?

Pétalos [gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora