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Park Jimin

Me quedo viendo por donde se ha ido, apretando mi mandíbula, sin saber si ir detrás de ella o encerrarme también en mi habitación y no salir hasta mañana.

— ¿No crees que deberías ir con ella? —pregunta Tae, saliendo de la cocina.

— Ve con ella. —habla Jin, sin mirarme por estar concentrado en su juego.

— No sé si debería. —murmuro, mirando un punto fijo.

¿Y si me echa de su habitación?

— No seas idiota y ve con ella. —dice de nuevo Jin, ahora suena más a una orden que me hace fruncir el ceño.

Me levanto del sofá y me dirigo a su habitación, suspiro antes de tocar su puerta, nervioso.

Cuando ella se digna a abrir la puerta mi corazón se estruja al ver sus ojitos con lágrimas, quiero abrazarla con todas mis fuerzas pero no sé si ella quiera.

— ¿Puedo entrar? —pregunto y ella asiente, dejándome un lado para pasar.

Entro en la habitación, Anya cierra detrás de ella y se gira sobre sus pies para mirarme.

No puedo verla así. 

— Ven aquí, anda. —digo, acercándome a ella para abrazarla.

Una vez mis brazos la rodean empieza a llorar, le agarro de la mandíbula para que me mire y cuando lo hace paso mi pulgar por sus mejillas, limpiando sus lágrimas.

— Lo siento, Jimin. —se lamenta y yo niego con mi cabeza lentamente— Y-yo sólo quiero estar bien contigo pero es... es difícil si no podemos estar bien.

Ella solo quiere estar conmigo...

Eso logra hacerme sentir como la misma mierda, ella solo quiere ser feliz conmigo, tener una maldita relación estable y yo sigo pensando en lo que dice la gente sobre nosotros.

La gente dice que no deberíamos estar juntos, que somos muy jovenes para entender el "para siempre". —digo y ella suelta un bufido irónico.

— Yo digo que ellos no saben lo que dicen. —sonrio, dejando un beso en su mejilla.

— ¿Puedo dormir contigo? —pregunto aún que ya sé la respuesta, ella me mira sonriendo y asiento con la cabeza repetidas veces.

No entiendo cómo puedo tener tantas ganas de besarla y aún así no hacerlo, es increíble el autocontrol que puedo llegar a tener.

Si Anya supiera lo que llego a quererla, si ella supiera que me alegra la vida con su sola sonrisa...

— ¿Vienes o te quedas ahí de pie? —su voz me saca de mis pensamientos, asiento con la cabeza.

Me encamino hacía la cama, mirandola, ella ya se ha puesto cómoda, dejándome un sitio en la cama. Me quito la camiseta antes de entrar y ella me mira de arriba a bajo, sin disimular nada, cosa que me hace reír.

Una vez ya estoy metido Anya se acerca a mí, rodeandome con su brazo y pasándome la pierna por encima, estando casi encima de mi. Siempre se duerme así, como si yo fuera un oso de peluche o algo por el estilo.

— Anya. —la llamo después de unos segundos en silencio.

Escucho un "mhm" de ella medio dormido, invitándome a que siga hablando, paso mi brazo por su espalda baja para tenerla mas cerca.

— ¿Quieres ir mañana a por unos helados? —pregunto en un murmuro, no estando muy seguro.

— ¿Es enserio? —habla ella, abriendo sus ojos y echando la cabeza para atrás, para verme bien.

Asiento con mi cabeza viendo sus ojitos brillar.

— ¿Entonces...?

— ¡Claro que sí! —dice con emoción.

Rezo por que no note mi corazón latiendo a toda pastilla.

Anya deja un beso en mi mejilla, sus cachetes se tornan un poco rojos y su sonrisa se ensacha al ver que la miro con mucha atención.

— Ahora a dormir. —habla nerviosa— Buenas noches, Jimin-ssi.

Amo tanto poder ponerla nerviosa con mi sola mirada, dejo un beso en su frente y me acurruco más a ella para poder dormir de una vez por todas.

×××

Jimin me mira con su mirada coqueta y yo me caigo de culo y de la vergüenza me hago la desmayada.

En fin...

Love, M 🧡

¹ They don't know about us  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora