Capitulo 23

980 95 11
                                    

—Esto es ridículo —me mira con enfado, los perros saltan hacia él con emoción.
—Por supuesto que no —le sonrío enternecida.
—No estoy capacitado para hacer esto —busca alejarse de los animales.
—Descuida, así funcionan las cosas en la Tierra.
—¿Me repites por qué tengo que hacerlo?
—Porque tenemos menos de un año para comprar una casa, y fue por completo tu idea, así que mínimo debes trabajar.
—¿Paseando perros? —se mofa— ¿crees que paseando perros juntaremos lo suficiente para comprar una casa?
—¿Se te ocurre algo mejor? —me cruzo de brazos indignada.
—Querida, por mi mente pasan miles de ideas mejores.
—Está bien haragán, dime cuál es tu idea.
—En Asgard hay mucho oro —sonríe con malicia.
—Por supuesto que no —niego rotundamente.
—¿Por qué? Es el plan perfecto.
—¡No podemos robarle a Odín!
—Descuida, tengo todo muy bien calculado, y ni siquiera tendrás que ayudarme.
—Estás loco.
—Tu lo estás más si pensabas que iba a pasar el resto de mi vida paseando canes.
—Tendrás que pasearlos hoy de todos modos.
—¿¡Qué!?
—Ya hablé con los dueños, Loki. Debes pasearlos.
—Increíble —suspira pesadamente.
—Por una semana...
—¡_____! —increpa mirándome con incredulidad.
—¡No me culpes! ¡Yo busco soluciones a los problemas que ocasionas!

[...]



Horas mas tarde te encuentras recostada en el sofá de la sala, intentando no entrar en crisis a causa de sobrepensar absolutamente todo, como te es de costumbre.

—Ni siquiera me alcanza para irme en autobús a la universidad por dos días seguidos, ¿cómo mierda voy a comprar una casa? —pellizcas tu frente con amargura. Oyes la puerta principal azotarse de pronto, te das media vuelta, y sonríes al instante— Hey —te levantas— ¡por fin llegaste!
—¿Por qué diablos estás tan contenta? —te mira con enfado— ¡Estoy cubierto de lodo y baba de perro!
—Se soluciona con un baño caliente —lo envuelves en un cálido abrazo que lo deja desconcertado. A pesar de que ambos hayan confesado sus sentimientos, a Loki aún le cuesta dar afecto, incluso más si se trata de recibirlo—. Tienes razón —te apartas un poco —, apestas.
—Tendremos que tomar ese baño juntos —sonríe divertido y lleva una de sus manos hacia tu espalda, para apegarte más a su cuerpo cubierto de lodo.

Después de esa ducha reconfortante que ambos tomaron juntos, ambos se visten para dormir, y Loki se dirige directamente a la cama, dejándose caer exhaustivo sobre el acolchado.

—¿Esos perros te dieron mucha pelea? —preguntas burlona, te sientas al borde de la cama para cepillarte el cabello.
—¿Te crees muy graciosa? —se acomoda entre las sábanas y te mira seriamente.
—Bromeo —simplificas—, cualquier trabajo es complicado —lo miras detenidamente, y sonríes—, gracias por intentarlo.
—Aún me quedan seis días —suelta un resuello.
—Puedo salirme antes de la universidad para ayudarte.
—Es mi compromiso —se limita a responder, asientes con la cabeza al comprender que no aceptaría tu ayuda de ninguna manera.

Loki te mira cepillarte el cabello con sumo cuidado, no entiende por qué, pero verte hacer aquello es algo que le relaja. Consigue despabilarse de sus pensamientos cuando te levantas de la cama a dejar el cepillo sobre la mesa de noche, y abres el pequeño cajón de ésta para sacar un bote de crema.

—Estás muy callado de pronto —decides romper con el silencio que a ambos los envolvía.
—Solo te veo —responde casi en un susurro.
—¿Quieres ayudarme? —preguntas algo tímida, extendiendo tu mano hacía él para alcanzarle el bote de crema.
—¿Qué hago? —pregunta tras recibir el objeto en mano.
—No alcanzo mi espalda —tus mejillas se tornan en un color bermellón.
Loki se reincorpora sobre la cama para acomodarse de rodillas tras de tí, ejerce un poco de presión en el bote para extraer un poco de su contenido y esparcirlo suavemente sobre tu espalda descubierta.
—¿Así? —pregunta dudoso.
—Sí —ríes a causa de las cosquillas que te producen sus dedos al rozar con tu piel, sin embargo el prosigue— Loki —lo llamas.
—Dime —responde sin dejar de hacer aquello.
—¿Qué es lo que está pasando aquí?
—Me pediste que te ayude a ponerte crema —se detiene y frunce el seño confundido.
—No me refiero a eso —te das la vuelta para quedar ambos cara a cara.
—¿Entonces? —te devuelve el bote de crema.
—Es que, es todo muy extraño para mi —contraes los hombros, recibiendo el objeto—, hace poco me odiabas, y ahora quieres comprar una casa conmigo.
—¿No puedo cambiar de opinión a caso?
—No digo que no puedes, solo quiero saber ¿qué somos?
—¿Quieres ponerle una etiqueta?
—Para tí es solo ponerle una etiqueta —comienzas a enfadarte— para mí es mantener mi salud mental estable.
—Quiero que seas mi esposa —te dice en seco.
—¿Qué? —preguntas sin terminar de comprender.
Loki se levanta de la cama para dirigirse al guardarropa, busca algo en sus bolsillos y regresa contigo.
—El anillo de compromiso de mi madre —te lo enseña, tomando tu mano para depositarlo delicadamente en tu dedo anular—, quiero que seas mi esposa —te repite en un murmuro, mirándote detenidamente a los ojos.
—Loki... —miras la sortija en tu dedo sin poder creer que aquello sea verdadero, y finalmente lo envuelves en otro de tus abrazos. Él te corresponde de inmediato, te aparta un poco para poder llevar una de sus manos a tu rostro y te atrae lentamente para depositar un dulce beso en tus labios.

—Tengo algo que confesarte —te dice tras haberse separado.
—¿Qué? —te asustas.
—¿Recuerdas la conversación que tuvimos en la mañana?
—Sí... —haces memoria.
—Después de pasear a los canes... hice otro par de cosas antes de volver.
—¿A qué te refieres con otro par de cosas? —te apartas de su lado para bajarte de la cama y ponerte de pie en el suelo— Por favor, dime que no fuiste a Asgard —cierras tus ojos en un desesperado intento por reunir la paciencia que te hace falta para no matarlo.
—De verdad no le veo futuro a esto de pasear perros...
—¡Loki! —increpas— ¿¡Le robaste a Odin!?
—Tómalo... como un regalo de su parte por nuestro compromiso.
—¡Devuelve eso!
—¡Claro que no! ¿Quieres que me encierren?
—Tienes razón —te preocupas aún más— ¿¡Qué vamos a hacer!? —te desesperas. Loki se acerca para cargarte en sus brazos, apaga la luz y te lleva hacia la cama.
—Vamos a dormir.
—¿Como quieres que duerma ahora? —te acomodas junto con él debajo de las sábanas— ¡pasaron demasiadas cosas en muy poco tiempo!
—No te preocupes por ese oro, te prometo que tengo todo bajo control.
—No me siento bien robándolo.
—Tú no robaste nada.
—Soy cómplice, Loki —lo miras con obviedad.
—Bien —resuella—, si te hace sentir mejor... mañana lo cambiaremos por dinero en efectivo.
—Creí que ibas a decir que lo regresarías
—¿Tienes idea de lo que me costó robarlo?
—Supongo que a Odín no le afectará mucho si pierde unos lingotes...
—Ni siquiera se dará cuenta —asegura.
—Espero que tengas razón.
—La tengo —afirma.
—Aún debes pasear a los perros mañana —ambos guardan silencio un instante.
—Le pagaré a alguien para que lo haga por mí —ríen los dos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 30, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mí Bella Mortal [Loki Laufeyson y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora