Mí Bella Mortal [Loki Laufeyson y Tú]

Capítulo 13

Han pasado dos meses desde que Loki y tu conviven en tu departamento gracias al mandato de Odín, y a decir verdad, cada día se llevan mucho mejor. Poco a poco aprenden a confiar uno en el otro, aunque a Loki no le es para nada fácil, aún así hace su mejor esfuerzo, después de todo, no le queda otra opción.  Sin embargo, un sentimiento dentro de ti crece cada día un poco más; no puedes evitar observar al príncipe con ojos de amor, y hay circunstancias en las que claramente te delatas. No puedes estar demasiado cerca del asgardiano, debido al hecho de que tu corazón se acelera, y tu respiración se entrecorta. Y ni hablar cuándo Loki realiza contacto físico contigo, ya sea por rozar tus manos por accidente. Tú no lo sabes, pero, Loki es consciente de tus sentimientos hacia él, e intentará sacar provecho de la situación. Pero quitando el hecho de que haya una pequeña posibilidad de que intente aprovecharse, él ha tenido lindos gestos contigo, después de todo te guarda cierto afecto por haberlo consolado aquél día en tu regazo, simplemente es un gesto que jamás olvidará, lo llevará siempre presente, y cómo muestra de agradecimiento, ya que es demasiado orgulloso como para darte las gracias, el príncipe se ha atrevido a recogerte de la universidad en reiteradas ocasiones, y hoy es uno de esos días. Estás saliendo quince minutos tarde, ya te imaginas el rostro de frustración de Loki, esperándote en la entrada del establecimiento, si es que se ha dignado a aparecer, pues pasar por ti a la universidad no es algo que se le de muy a menudo, y aún no sabes con certeza si se encuentra en la salida.

Al cruzar por las puertas del establecimiento, pudiste divisar al Dios a lo lejos, cruzado de brazos, y con el seño fruncido. Sonreíste alegre al saber que no ha olvidado pasar a recogerte, y con ánimos caminaste hacia el para saludarlo. Notaste que la gente repara la mirada en Loki, y algunas chicas de la universidad lo observan coquetas, incluso y le lanzan algún que otro beso. Pero el príncipe no se percata de lo que sucede a su alrededor, simplemente se dedica a buscar a su mortal con la mirada. Y cuándo finalmente te divisó, ambos caminaron hasta finalmente reunirse.

— Hasta que al fin te dignas a aparecer —Increpa—. ¿Sabes cuánto tiempo llevo esperándote?

— No lo sé... ¿Cinco minutos? —Lo miraste jocosa, ambos comenzaron a caminar rumbo al departamento.

— Y, ¿A caso te parece poco? —Tú simplemente ríes.

— Gracias por venir por mí —El sonríe de lado, y hace una pequeña reverencia.

— De nada, mortal.

— Por cierto, conquistaste el corazón de muchas chicas de mi universidad, ¿Lo notaste?

— Tienen buen gusto —Alega con una sonrisa, tu pones los ojos en blanco, y el te dedica una mirada divertida—. Qué, ¿Celosa?

— ¿Yo?, Por favor, es la tontería mas grande que te he oído decir.

—Ríe—. No necesito ser un Dios, ni mucho menos leer tu mente para saber que estás enamorada de mí, mortal.

Pronto paras en seco al oír su comentario, te sonrojas a más no poder y esperas de corazón que te trague la tierra. Has intentado mantener tus sentimientos ocultos todo este tiempo, ¿Cómo es posible que lo haya descubierto así de simple?

— Ya quisieras —Fué lo unico que pudo salir de tu boca.

Sin decir más, al llegar a la entrada del departamento tomas tu llave y la introduces dentro del cerrojo, al darle dos vueltas la puerta se abrió. Te llevas una gran sorpresa cuando Loki te empuja hacia adentro, cierra la puerta bruscamente, y te arrincona contra la pared, sosteniéndote de las muñecas.

— Veamos ahora sí puedes negar que te gusto —Susurra en tu oído.

La distancia que hay entre ambos es casi nula, tu corazón palpita a mil, y te encuentras mas roja que Redskull.
Para no caer en la tentación de querer abalanzarte hacia el y besarlo, cierras los ojos, en busca de que el príncipe se aleje, pero lo único que provocas, es que se acerque aún más, y el decide apoyar su frente contra la tuya.