Mí Bella Mortal [Loki Laufeyson y Tú]

Capítulo 18

Hoy es un maravilloso día en Asgard, las doncellas cantan y bailan, los pequeños niños del reino juegan en los jardines del palacio con sus espadas, junto con sus escudos de madera de caoba, y las hermosas valquirias se pasean por los pasillos del castillo con gracia. Todo marcha con excelencia, excepto una cosa.

Lo que parece ser un día extraordinario, para tí es un día triste, apagado, sin gracia.
Hoy es tu cumpleaños, y el que se supone que debiera ser el día mas alegre y divertido, finalmente resulta ser el más tedioso e insignificante.

Jane Foster te ha enviado una disculpa de parte de Thor por no poder hacer acto de su presencia en un momento tan especial, ya que ha sido capturado por fuerzas enemigas. Al enterarte de dicho suceso no puedes evitar entrar en pánico, sin embargo tratas de tranquilizarte al pensar que es el mismísimo Thor, nada malo le pasaría y podría encargarse del asunto.

Retomando el tema de tu mísero cumpleaños, dudas que alguien del reino recuerde aquella fecha tan importante para tí, y es entonces cuándo comienzas a extrañar a tu familia.
Mamá, papá, abuelos, hermamos, tíos, primos… Sin duda que son una familia numerosa, y siempre se han mantenido unidos, pero para tu desgracia, al estar a punto de graduarte de la carrera de derecho hace que te veas obligada a alejarte de tu familia para concentrarte en tus estudios, y ahora que lo piensas, si te hubieses tomado dos horas de tu vida podrías haberlos visitado, puesto que ahora literalmente estás a años de distancia de ellos, y ni siquiera Loki está para hacerte compañía.

Tristemente sueltas un pesado resuello, y decides salir de la habitación. Al abrir la puerta te encuentras con una deslumbrante sorpresa. Un distinguido ramo de rosas blancas, acompañado de un pequeño tazón de fresas adornan agraciada la entrada a tu alcoba.
Sonríes ampliamente tomando en tus manos el refinado presente, y de inmediato remojas las flores en agua. Al prestarle más atención al ramo logras divisar un escrito en él, compuesto por una hermosa y distinguida caligrafía, la cuál procedes a leer, aun manteniendo la sonrisa en tu rostro.

"No me olvidaría de este día ni aunque todos los dioses así lo quisieran.
Disfruta de tu agasajo, sin embargo hay más de donde ese vino.
En lo mas remoto de los jardines del palacio
se encuentra oculta entre los árboles más antiguos una vieja y abandonada pérgola,
te estaré esperando para así entregarte mi último presente."

Aunque no lo creyeras posible tu sonrisa se amplía el doble luego de leer la nota.

Guardas la carta en un cajón de tu tocador, y abandonas tu cuarto de manera fugaz.

«¿Tendré un admirador secreto?» —Piensas

[…]

Ya situada en los jardines del reino, buscas con la mirada alguna de las indicaciones puestas en el escrito, y pronto divisas a lo lejos unos árboles grandes y añejos. Para llegar hacia ellos precisas desviarte del sendero que habitualmente acostumbras recorrer, haciéndote paso entre las bellas flores del vergel.

Cada paso que das al adentrarte entre la arboleda hace a tu corazón sentir la sensación de que algo mágico te espera al llegar al final del recorrido.

¿De quién provendrá aquella carta tan misteriosa?
Hace poco Sif te presentó a un nuevo guerrero asgardiano, Niels. Era a tu parecer muy primoroso, y parecía ser de tu edad. Es el único que se te viene a la mente en estos momentos, aunque no recuerdas haber mencionado tu cumpleaños cerca de Niels, tal vez Sif se lo comentó.

Finalmente y sin darte cuenta llegas al final del recorrido, y justo frente a tí se encuentra la pérgola