Capítulo 2

5.2K 385 56
                                    

Ambos hermanos al fin llegaron al planeta Tierra. Al caminar por las calles de la ciudad las personas observan a Loki, quien aún se mantiene esposado, con desprecio, pues ya lo reconocen como el Dios que intentó gobernar a la Tierra con ayuda de los Chitauris.

- ¿Será así todos los días? -Pregunta el prisionero a su hermano.

- No todos los días tendrás la suerte de salir al exterior.

Pronto llegaron al departamento. El pelirubio notó que la puerta se encuentra sin cerrojo, y al abrirla se encontró con una no muy alegre Jane.

- Ups, creo que alguien está en problemas -Susurró Loki.

- A ver... Repasemos -Jane posa sus dedos índice y medio sobre sus cienes, intentando relajarse-. Te estuve buscando todo el día, organicé una cena muy romántica en un lindo restaurante, te estuve esperando, no apareciste, y cuando por fin se te ocurre regresar... ¿Vienes con el psicópata de tu hermano?

- ¡Oye! -Loki intenta sonar ofendido-. Mi intención no era robártelo, pero mi padre insiste en que pasemos tiempo de hermanos juntos -Hace una sonrisa fingida.

- Mi padre quiere que lo vigile más de cerca, y este es el único modo de estar cerca tuyo y a la vez de Loki, fue la única solución que encontré, lamento no haber llegado en nuestro aniversario -Se acercó a abrazar a la muchacha y brindarle un beso en la mejilla-. Te lo compensaré, lo prometo.

- Está bien -Besa la frente del pelirubio, de imendiato su hermano carcajea, denotando su mirada de repulsión-. Iré a preparar el cuarto para Loki.

Narra Loki:

Me encuentro en el poco confortable cuarto que se me ha asignado, este lugar es realmente cutre, la verdad prefiero mi antigua celda. Sin más que hacer me recosté sobre la cama y miré hacia el techo. Oí unos pasos acercarse, y golpearon a mi puerta dos veces. No emití ni un efímero sonido, sólo ignoré la presencia del que se encotrara del otro lado. Pronto la puerta se abrió, dejando a la vista a mi hermano.

- Y yo me pregunto... ¿Para qué golpeas si vas a entrar de todos modos? -Le miré enfadado.

- Saldré con Jane a cenar -Informa.

- Pues fíjate cuánto me importa -Respondí levantándome y tomando uno de los libros de la repisa.

- Loki, sólo tardaré un par de horas, no te metas en problemas.

- ¿En más de los que ya estoy?

- Sólo... Quédate aquí, ¿Bien? Hay comida hecha por si tienes hambre.

- No soy un bebé, no cuides de mi como si te necesitara.

No obtuve respuesta de su parte, simplemente se marchó.

Estuve sólo, merodeando por el asqueroso y pequeño departamento durante media hora; me aburrí pronto, así que decidí salir fuera.
Caminé unas calles y no muy lejos del departamento encontré un pequeño bar. Al llegar a la entrada del local de inmediato noté abolladuras de balas en la puerta, no le dí importancia y me adentré en el lugar, de todos modos será interesante ver cómo estos midgardianos pelean.

Me senté alejado lo mas posible de los humanos tan extraños que se encuentran aquí, pronto llegaron para tomar mi pedido.

- Dame lo más fuerte que tengas -Ordené sin mirarle a los ojos, pues tengo mi vista fija en un blanco en específico.

Una mujer, de tes pálida y cabello azabache. Al igual que yo, se encuentra sóla, y alejada de la gran multitud.
No quité mi vista de aquella mujer, pues al verla algo dentro de mi se siente extraño, como un cosquilleo.

El mesero nuevamente se acercó hacia mí, esta vez con mi pedido en sus manos. Luego de recibirlo este se quedó de pie a mi lado.

- Viene aquí todos los sábados -Observé al mesero y le dediqué un gesto de confusión-. Oh, hablo de la mujer que usted está viendo, señor. Creí que le interesaría saber.

- Y, ¿Le das esa información a cualquiera? -Pregunté cínico-. Ahora entiendo cómo es que su planeta nunca progresa. Lárgate, criatura -Le lancé una moneda como propina al sujeto y este se marchó.

Por mi parte continúe observando a aquella dama, mientras disfruto tranquilamente de mi trago, pero me distraje unos minutos, y al regresar la vista dos midgardianos bastante formidos se le acercaron a la mujer.
Por la expresión que ella denota en su rostro entiendo que no los conoce, y estos tipos no parecen tener buenas intenciones con ella.

- Hola, nena -Saludó el primer sujeto-. ¿Quieres divertirte un rato?

- Lo siento, no me dispongo a ese tipo de cosas -Respondió ella mientras les da la espalda.

- Oh, vamos linda, ¿A que vienes a un lugar cómo estos si no estas buscando acción? O... ¿Eres de las que se hacen las difíciles?

El segundo sujeto la tomó por el brazo haciendo que ella se levantara de su mesa. El otro tipo comenzó a observarla con lujuria mientras ella se resiste.

- Vamos, no te metas -Me dije a mismo intentando no presenciar la situación para dejarla pasar-. No es algo que te incumba a ti.

Inevitablemente no hubo caso.
Rápidamente me puse de pié y caminé hacia aquellos dos hombres.

- Oigan, ¿Por qué no se meten con alguien de su tamaño? -Pronto los dos gigantones desviaron su atención hacia mí.

- ¿Y tú quien demonios te crees, payaso? -Dijo esto último de manera despectiva, observando mi atuendo de arriba a abajo.

Sin dar mas rodeos, mi puño aterrizo en su mandíbula, seguido de un fuerte puntapié. El grandote calló sobre la barra, llamando la atención de la gente del bar.

- Pero... ¿¡Cuál es tu puto problema!?

- Debes aprender a tratar a las damas con respeto.

Fué lo único que dije, y le proporcione una fuerte patada en las costillas. El otro tipo ya no parece ser tan intimidante como aparentaba, sólo se mantiene alejado del altercado que mantengo con su compañero.
Pronto los dos hombres se alejaron de mí, diciendo que no quieren tener problemas, y simplemente se marcharon.

Rápidamente me di vuelta para observar a la mujer; ella sigue allí parada, observándome con sorpresa, intenté acercarme a ella, pero en cuanto di un paso en su dirección salió corriendo del lugar.

- ¿Por qué todas corren? -Pregunté entre mí.

Mí Bella Mortal [Loki Laufeyson y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora