Capitulo 22

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Finalmente la cena de navidad concluye.
Todos mis parientes comenzaron a despedirse entre abrazos y besos para luego abandonar la casa de mis padres.

—Fue un gusto volver a verte, _____ —Irina y su esposo se acercan con la intención de despedirse—. Espero encontrarme contigo en la navidad entrante...  y que no hayas arruinado tu matrimonio para ese entonces. —puedo sentir como sus energías malintencionadas hacen lo posible por hacerme quedar en ridículo ante la familia, ya que todos se encuentran viendo.
—No se preocupe por eso —intervino mi "prometido"—. Estaremos felizmente casados para ese entonces —su mirada se encuentra con la mía, ambos nos regalamos una dulce sonrisa, incluso hasta me sonrojé un poco—. Es más, propongo que esta celebración midgardiana se lleve a cabo en nuestra futura nueva casa el próximo año.
—¿¡Qué!? —cuestiono totalmente incrédula ante el comentario hecho por Loki. Disimuladamente me asesina con la mirada, haciéndome entender que le siguiera la corriente—. Claro —carraspeo—, es una idea maravillosa.
—Entonces nos veremos el próximo año en tu nueva casa, prima querida —me sonríe forzosamente.
—Así será, querida —le devuelvo el gesto.

Maldita bruja.

[...]

—Al fin —resuella pesadamente quitándose los zapatos—, creí que esa celebración midgardiana tuya jamás terminaría —me mira.
—No me vengas con eso ahora —respondo jocosa, mientras me quito mis tacones— ¡te divertiste!
—No es cierto —lo veo colgar su abrigo.
—Por favor —suelto una carcajada— ¿me vas a decir que no disfrutaste para nada toda la atención que mi familia te prestó?
—¿Y cómo no prestarme atención? —sonríe, dando la media vuelta en dirección a la cocina.
—Fue hermoso lo que hiciste por mi allá —me sincero, siguiendo sus pasos por detrás—. Fue una noche perfecta.
—Si, lo que digas —carraspea y saca un vaso de la encimera.
—¿En serio no vas a decirme nada? —arrugo el seño con enfado— espera —recapacito. El se dedica a verme al mismo tiempo que llena su vaso con agua— claro, que tonta fuí —río con cierta desilusión.
—¿Qué? —me mira confundido.
—¡Todo! —me esfuerzo internamente por no estallar— todo lo que pasó en casa de mis padres... que bien te salió la actualización, hasta yo me lo creí.
—Pero yo-
—¡No quiero que me hables más! —intercepto sus palabras gritándole, para después abandonar la cocina y correr escaleras arriba hasta mi habitación.

Después de una media hora reflexionando sobre lo que pasó, entendí.

¿Por qué me enojo con él?

En verdad hizo lo que yo le pedí al pie de la letra. Todo salió justo como yo quería, incluso mejor.
Entonces...

¿por qué me siento así?

Me pregunto eso una y otra vez, un par de lágrimas consiguen resbalarse por mis mejillas.
Quizás esperaba que esa noche no se terminara nunca.

—______ —oigo del otro lado de la puerta, seguido de dos pequeños golpes.
—Entra —autorizo frívolamente tras frotar mis ojos, y veo la puerta abrirse con lentitud.
—Te... te traje un té de manzana con canela —murmura acercándose para dejar la bandeja sobre mi cama.
—Que dulce, no tenías qué —le sonrío tímida.
—En realidad necesito decirte algo, algo muy importante —puedo entender por su lenguaje corporal que se encuentra nervioso.
—¿Qué pasa? —comienzo a preocuparme.
—Tus padres están abajo.
—Puta madre —suspiro con pesadez— ¿qué quieren? —se encoge de hombros—. Bien, bajo enseguida.
—Bajemos juntos —extiende su mano en busca de unirla con la mía—. Les dije que te dolía la cabeza y habías decidido ir a descansar —me informa entre susurros al bajar las escaleras.
—Allí están los tortolitos —mi madre nos ve totalmente enternecida.
—¿Qué pasó mamá? —cuestiono luego de besar a ambos en la mejilla.
—Por toda esta situación de la navidad, se nos olvidó hacer las cosas como corresponden —explica mi padre.
—No entiendo —suspiro frustrada.
—Quiero saber con que clase de hombre va a casarse mi hija —la mirada de mi papá se clava fijamente en Loki, quién lo mira de igual forma.
—Mamá, papá —carraspeo—, esto no es necesario, la verdad es que Loki y yo no-
—Ya no deseo gobernar Midgard, si es lo que le interesa saber —suelta interrumpiendo mi hablar.
—Pero te conozco como el hombre que intentó hacerlo alguna vez. ¿Cómo sé que mi hija estará a salvo contigo?
—Porque si alguna vez intentara gobernar Midgard nuevamente, sería por ella, señor papá de ______.

Fijo mi mirada rápidamente en sus ojos, él me brinda una pequeña sonrisa, y regresa su mirada con mi padre.

—Espero que la cuides, y la trates como ella se merece.
—No se preocupe —se limita a responder.
—Cambiando de tema —intercepta mi madre— les trajimos un poco de comida que sobró de hoy —me entrega unos cuantos recipientes—. Quiero los tuppers devuelta —me señala con su dedo índice.

Entendí que eso era una amenaza.

Finalmente mis padres se fueron.

—Y bien —rompo el hielo mientras me dedico a pasar la comida a otros recipientes para lavar los de mi madre.
—¿Y bien qué? —pregunta ayudándome a guardar los recipientes con comida en la nevera.
—Finalmete iba a decirle la verdad a mis padres.
—Si, por poco lo arruinas todo —me mira con enfado.
—¿Qué? —suspiro desentendida.
—No estaba actuando —abandona su tarea de guardar recipientes para mirarme fijamente—. Todo lo que hice y dije en casa de tus padres es cierto.
—Discúlpame —respondo sarcástica frotando los tuppers con una esponja—. Pero ¿cómo esperas que te crea?
—Ya me tienes cansado con eso —me quita la esponja de las manos y la tira por la ventana.
—¡Hey! ¡tu vas a pagar eso! —interpelo con molestia.
—Entiendo que me haya ganado mi reputación de mentiroso, pero eso no quiere decir que mentiras sean lo único que salga de mi boca.
—¿Es que a caso escuchas lo que dices al hablar? —comienzo a elevar el tono de voz— ¡sería estúpido creer que en verdad quieres casarte, formar una familia y comprar una casa!
—¿Suena estúpido para ti?
—No para mí —murmuro arrepentida de lo que acababa de decir.
—Tampoco para mí —encoge sus hombros. Lentamente rodea mi cintura con uno de sus brazos, siento una de sus manos sostener mi nuca, mientras sus dedos se enredan en mis cabellos. Siento a mi corazón dejar de latir, siento como si mis sentidos se fueran desvaneciendo uno por uno. Hasta que sus ojos azules dieron con los míos.
—¿Qué hay de Asgard? —susurro a milímetros de sus labios.
—Ya no hay nada que me mantenga atado a ese lugar.
—Entonces ¿quieres quedarte aquí conmigo?
—¿Quieres que te haga un dibujo para que entiendas? —reímos.
Finalmente pude sentir sus labios unirse con los míos. Él sostiene mi rostro con ambas de sus manos para aprosionarme en aquel beso, el cuál tuvimos que romper luego de unos momentos.
—Loki...
—Dime —me mira fijamente, aún estando a escasos centímetros de mi.
—¿Como vamos a comprar una casa? —la simple idea de tener un año para comprarla, me estresa.
—Se te ocurrirá algo —besa mi frente.
—¡Ni siquiera fue mi idea! —reí.
—Se nos ocurrirá algo —corrige.

En ese instante me di cuenta todo lo que Loki había progresado desde que lo conocí.
Y estoy feliz de haber formado parte de aquél cambio.

Mí Bella Mortal [Loki Laufeyson y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora