El pasado es cruel, pero siempre habrá algún momento hermoso que lo haga agridulce. Ella fué una espina, que cuando creí haberla sacado resultó que solo la enterré más.
Pensé que no volvería a verla, así qué decidí pasar página, pero la vida no sie...
Es de mi agrado informar que este es un capítulo escrito con amor y paciencia por parte del autor que casi se sacó un ojo por no recordar media historia, así que pónganse cómodos y me encantaría leer sus comentarios 😭❤️
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Mc
¿Qué pasó? Es lo que te preguntarás, en realidad nada fuera de lo normal, como en cualquier historia se atrapó al villano y se encerró en una prisión dónde pagará por lo que hizo...
Pero ¿El final feliz? ¿La boda? ¿El futuro de los personajes?
Si bien eso aún nos espera, y como dije antes no todo es lo que parece...
—¿T-te vas a América? — cuestionó el pelirrojo al verme empacar, sus labios temblaban ante cada palabra, tenía una expresión de horror pura.
— Ya es hora de irme Ray, el problema está resuelto y no tengo nada por lo cual deba estar aquí. — cerré la maleta.
— Claro que tienes ¿Es que acaso ya olvidaste al chico del álbum? ¿No habías dicho que lo buscarías para arreglar las cosas? — preguntó con cizaña
— Eso no es asunto tuyo.— soné tajante, pero debía serlo para que no sospechara de nada.
— ¡Por supuesto que lo es! — exclamó tan fuerte que me asustó. — Pensé que...
— ¡No eres nadie para meterte en mis problemas! — ataqué con el mismo tono. — El hecho de que hayamos compartido unos días en la misma casa no te da derecho a interferir en mi vida personal, pagué por servicios tanto de tu hermano como tuyos, nadamás, todo esto solo fué estrictamente profesional. — ví su semblante oscurecerse.
— Creí que éramos amigos...
— Pues te equivocaste, tú y yo no somos amigos, ahora si me permites apártate de la puerta tengo que ir a buscar mi felicidad y ésta no se encuentra en éste sitio. — cogí mis cosas y pasé por un lado suyo.
Salí de la casa para meter las maletas en el auto y conduje tan lejos como me permití hacerlo, debía llegar a tiempo a ese lugar, el tiempo lo tenía encima.
Pero odiaba lo que había hecho, jamás podría quitar de mi cabeza la imagen de aquel lindo pelirrojo con la expresión más decepcionada y sobre todo dolida.
— Perdóname... — comencé a llorar en silencio. — Pero pronto lo arreglaré.
Estacioné el auto frente a esa casa, aquella dónde había empezado todo y ahora terminaría.
— Mc... — la mujer me vió con lágrimas en los ojos, sus arrugas se hacían presente a cada gota de agua salada.
— Hola señora Kim.
. . .
Saeran Choi
Al acabar el contrato todos volvimos a la casa de Saeyoung, después de la pelea con la castaña me había a negado a hablar con alguien, mi hambre era nula y el dolor era presente.