Creo que debí aclarar esto antes, pero la historia parte desde dónde Mc deja a Saeran y él sufre por su partida, aquí no hay nada entre él y Haneul, lamento la confusión.Además la protagonista de ésta historia, eres tú, llamada Mc ó ________ , y si no quieres serlo pues está bien xD
Saeran Choi
- ¡Saeran! ¡Bienvenido! - corrió Haneul, para abrazarme.
- ¿Qué ocurre contigo? ¿Desde cuándo eres tan cariñosa? - alcé una ceja.
- Estúpido. - me soltó un golpe en la cabeza. - No sabes lo preocupada que estaba, perdón por no haber ido a visitarte.
- Da igual, yo te lo pedí. - me encogí de hombros.
2 semanas pasé en el hospital, los doctores no me dijeron salir, querían asegurase de que descansara y bueno así lo hice.
- ¿Cómo está el negocio? - cuestioné tomando asiento de manera lenta en un sillón de la sala.
- Perfectamente. - levantó el dedo pulgar.
Un detalle más, es que cuando concluí con la situación de mi padre, abrí una pastelería y floristería, Luciel dijo que sería buena idea, al igual que me mantendría distraído.
Haneul también quería poner un local de ello y bueno, lo abrimos juntos.
- ¿Y Bien?
- ¿Qué?
- ¿Qué esperas para contarme lo de la chica?
- Saeyoung abrió la boca ¿Verdad? - lo miré acusatoriamente.
- Ah, y-yo voy a mi ha-habitación. - huyó ante de que lo asesinara.
- Jajaja por supuesto el me contó todo.
- Lo imaginé. - mordí mi mejilla por la parte interna. - La verdad no hay mucho que contar más qué... Volvió a Corea y me salvó de nuevo como hace un año. - formé una leve sonrisa.
- Qué emoción debiste haber sentido.
- Más que nada fue nerviosismo.- temblé levemente.
- ¡Haneul! ¡¿Puedes venir aquí?! - gritó Saeyoung.
- ¿A t-tú cuar-cuarto? - titubeó la otra.
- Eh, s-sí.
- Ve con el idiota, pero no hagan mucho ruido y usen protección. - sonreí de lado.
- ¡Saeran! - exclamaron ambos.
Por mi parte, tomé mi portátil y me dirigí a la cocina, aún no estaba recuperado, pero podía caminar. Tomé asiento en una silla del comedor con el aparato sobre la mesa.
Un puntito rojo se movía de un lado a otro. Era el rastreador el cuál lleva puesto la castaña.
Durante estos días me puse a observar a dónde iba y venía, descubrí su domicilio, un par de lugares de su agrado y lo que hacía constantemente. Además la pulsera venía con una mini camara incrustada, al activarla podía ver sus acciones, después de mucho tiempo volví a ver igual a la bola de pelos.
Me mantenía al margen de observarla, por qué sentía que la acosaba. Sin embargo, me provocaba esas estúpidas sensaciones adolescentes de no querer dejar de verla, es tan linda.
Cerré la laptop, y dejé caer la cabeza sobre la madera.
De verdad estás aquí...
Ding Dong Ding Dong
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Al fin juntos...
RomanceEl pasado es cruel, pero siempre habrá algún momento hermoso que lo haga agridulce. Ella fué una espina, que cuando creí haberla sacado resultó que solo la enterré más. Pensé que no volvería a verla, así qué decidí pasar página, pero la vida no sie...