• Capítulo 6 | Difícil

322 39 24
                                    

Saeran Choi

— ¡Haneul! ¡Despierta! ¡Idiota! — la agité de un lado a otro sin nada de cuidado.

— ¿Qué? ¿Qué? — se levantó de un instante de la cama.

— Necesito tú ayuda.

— Maldita sea Saeran, ¡¿HAZ VISTO LA HORA?! — reclamó señalando el reloj en el buró del cuarto.

— Tan solo son las 3 de la mañana. — rodé los ojos sin importancia, pero en verdad tenía algo de vergüenza, estaba consciente del momento en el que había venido.

— ¿No querías venir a las 2? — ví una vena saltar en su cuello.

— La verdad es que sí, pero pensé que era demasiado temprano para tí. — dije con burla y sentándome en la cama.

— Más te vale tener una excelente  razón para haber interrumpido mi sueño. — se frotó los ojos a regañadientes y luego miró de arriba abajo. — Pijama de helados ¿Es enserio? — levantó una ceja.

— La compró Saeyoung. — rodé los ojos .

— Cierto, junto con la suya de gatos. — negó. — ¿Qué ocurre?

— Es sobre Mc.

— Dios, me levantas para arreglar tus problemas con la castaña en plena madrugada, ¡¿No podías esperar hasta el amanecer?! — me sacudió de la camiseta sin delicadeza.

— Ya lo sé, pero es que no podía dormir si no hablaba con alguien de esto.

— ¿Y tú hermano?

— Ya sabes, es imposible levantarlo a menos que sea con una cubeta de agua. — crucé los brazos.

— Eso no es cierto, tú lo levantas así, pero basta con agitarlo fuerte.

— ¿Enserio? Lo seguiré intentando a mi manera, pero bueno, pensé que contigo sería mejor, puesto que eres chica, tú tendrías un mejor consejo que darme. — suspiré.

— Está bien, dímelo.

Le conté lo ocurrido hace unas horas en el pasillo, y cómo nos hicimos amigos.

— Bien dicen que los polos opuestos se atraen.

— . . .

— Saeran, no sé que esperas para ir a decirle la verdad, ya sabes por qué se fué hace un año, solo corre, besala y déjame de levantar en la madrugada. — se hizo ovillo con la cobija.

— Gracias por tus sabios consejos. — fruncí los labios. — Pero si le digo la verdad ¿Cómo es que reaccionaría? ¿Será que sólo huyó por su ex o yo también tuve que ver? ¿Ya no me querrá? — comencé a sudar frío.

— Basta Saeran Choi, eres un hombre, uno muy estúpido, pero lo eres. — me soltó un zape en la cabeza.

— Tsk maldita.

— Las terapias no se irán al caño solo por qué tus inseguridades volvieron, ve y enfrenta la situación, averigua lo que tanto te preocupa. — me tomó del hombro.

— Tal vez tengas razón, aunque me gustaría darle un poco más de tiempo, quiero que primero se libre del problema que tiene en manos. — suspiré ruidosamente.

— Bueno, eso es cierto, tal vez hasta que se solucione todo sería bueno que volvieran, así averiguas si puedes intentar algo con ella.

— Si...

— Ahora sal de mi cuarto cabeza de tomate, aún tengo un par de horas para dormir. — se dió la vuelta.

— Gracias estúpida.

Al fin juntos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora