Saeran Choi
— ¿Qué? — ambos brincaron ante lo que había dicho.
— Si, pero me arrepentí a último momento. — me sostuve la cabeza con las manos en un acto de desesperación.
— Ese es tu problema Saeran. — la pelinegra me señaló con una cuchara. — Le das muchas vueltas al tema, solo hazlo y ya.
— Suena tan sencillo pero no lo es, no puedo llegar así cómo así y decirle "Oye ¿Qué crees? Soy Saeran, el chico que abandonaste hace casi un año quién aún te quiere y está dispuesto a intentarlo de nuevo contigo". — rodé los ojos.
— Bueno... Eso no suena tan mal si lo piensas. — la fulminé con la mirada. — Está bien, suena pésimo, entiendo que estés esperando el momento adecuado, pero yo que tú lo hacía pronto o se te puede ir el tren.
— Ni me lo digas. — recosté el rostro sobre la mesa.
— En fin cambiemos el tema, esto solo te hace sentirte mal y ya de por sí eres un amargado. — agregó con ironía y le saqué el dedo de enmedio.
— ¿Les ayudo en algo? — cuestioné sin ánimos.
— Así cómo vienes no me sorprendería verte lanzar el tomate entero a la pasta.
— A mi me sorprende que sigas hablando tanto.
— Está bien, cuida que los fideos estén cocidos, y no sé peguen. — tomó la pasta y la colocó en una cacerola con agua hirviendo.
— Bueno.
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Mc / __________— Tomar una ducha en verdad que ayuda a relajarte.
Abrí el armario y saqué ropa cómoda, la cuál en efecto era una pijama. Sentí un roce suave en mis piernas.
— Jajaja, haces cosquillas Noel.
Me agaché para estar a su altura y acariciar entre sus orejas.
— Miauuuuu.
— Lo sé gatito lo sé, será pronto. — lo tomé en mis brazos y lo acosté en la cama.
Aleja esa bola de pelos de mi
— Saeran. — susurré mirando mi mascota, el felino en verdad que había crecido, pero seguía siendo esa bola de pelos adorable.
Me vestí de manera rápida, busqué el clima en mi celular y en efecto, la lluvia se pondría más fuerte.
— Es hora Noel. — giré en dirección a él. — Momento de comenzar con el plan. — sonreí de lado y bajé a la cocina, no sin antes dejar la puerta de mi habitación abierta.
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Saeran Choi
— Maldición Saeyoung. — le solté un golpe en la cabeza.
— Auch, perdón hermanito.
— Si, cómo si tú perdón fuera a solucionar que la salsa de tomate no estuviera en el suelo. — tomé un trapo y comencé a limpiar la enorme mancha roja.
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Al fin juntos...
RomanceEl pasado es cruel, pero siempre habrá algún momento hermoso que lo haga agridulce. Ella fué una espina, que cuando creí haberla sacado resultó que solo la enterré más. Pensé que no volvería a verla, así qué decidí pasar página, pero la vida no sie...