Saeran Choi
— Hemos logrado acomodar todos los documentos. — suspiré frustrado mordiendo un lápiz.
— Pero no tenemos ningún avance. — agregó mi hermano.
— Lo único que sabemos es que el tipo se esconde en Seúl, por los rumbos más peligrosos y reconditos, lugares dónde solo andaría una cucaracha como él. — dijo la pelinegra con asco.
— Y tampoco es como que nos vamos a poner a buscarlo en cada callejón. — suspiró Luciel.
— Tengo una idea. — dijo Mc levantándose de su asiento y tomando un marcador para pintar en un pizarrón. — Debemos crear una trampa.
— ¿Qué? — alcé una ceja confundido.
— Sí, miren, lo que quiere él es a mí, entonces ¿Por qué no me entrego?
— ¡No! — sonaba arriesgado. — ¡No lo permitiré! — reclamé y me di cuenta del pequeño detalle.
— ¿Por qué? — todas las miradas se enfocaron en mí, parecía un novio preocupado.
— Cof. — me aclaré la garganta. — Hablo de que no te podemos enviar si haber construido la base de un plan. — volví a tomar lugar.
— Tiene razón.
— Eso ya lo sé, no soy tan estúpida. — rodó los ojos. — Aquí es cuando entran ustedes.
Comenzó a dibujar y escribir en orden varias cosas sobre la pizarra.
— Tendremos que arriesgarnos un poco. — mordió su labio inferior.
— ¿A qué te refieres?
— Necesito que tú Ray, hagas una defensa súper débil a las cuentas bancarias de mi familia, que sea demasiado fácil de acceder.
— ¿Eso en que ayudará? solo le dará más ventaja. — fruncí el ceño.
— Eso es lo que le haremos creer.— sonrió. — Saeyoung tu te encargarás de hacer una copia de tales cuentas, pero totalmente falsas, una base fantasma.
— Por supuesto.
— Una vez que piense haber dado una gran zancada a su plan, vendrá ahora por el ADN, definitivamente en mi familia no entrará...
— Así que vendrá a ti. — concluí.
— En efecto. — ató su cabello castaño con una liga. — Y lo castraré con mis propias manos. — le saltó una vena en el cuello.
— Yo te quiero ayudar. — se ofreció Haneul.
— No me negaré a ayuda extra, pero vamos paso por paso. — tomó asiento a mi lado.
— Es un excelente plan. — dijimos Seven y yo.
— Gracias.
— Eres una chica bastante inteligente. — acomodó sus gafas mi hermano.
— Es un honor viniendo del mejor hacker. — sonrió de lado y el otro correspondió.
Me sentí incómodo y por supuesto que bastante molesto.
— Tsk. — la pelinegra y yo chasqueamos la lengua.
— Iré afuera un rato. — comenté parándome de mi asiento.
— ¿Ok? — desde luego mi hermano sintió mi mirada asesina claramente diciendo "Ella es mía".
ƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥƥ
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Al fin juntos...
RomanceEl pasado es cruel, pero siempre habrá algún momento hermoso que lo haga agridulce. Ella fué una espina, que cuando creí haberla sacado resultó que solo la enterré más. Pensé que no volvería a verla, así qué decidí pasar página, pero la vida no sie...