Capítulo 06

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Elliot abrió los ojos y se quedó mirando el techo durante un rato mientras procesaba el sueño que acababa de tener.

Un vistazo al reloj y supo que no había pasado ni una hora desde que Arabella y él se acostaron. El recuerdo de lo ocurrido todavía tenía el poder de ponerle duro.

Ella dormitaba a su lado y volviéndose, se quedó mirándola durante un rato, totalmente fascinado.

<<Durante años la vi dormir así, igual que estás haciendo tu ahora.>>

La voz de Tánatos, llena de anhelo, interrumpió sus pensamientos.

—¿La amas?

<<La amaba entonces también. Nunca se lo dije. Solo tenía que cuidarla.>>

—Zeus y Hades te pidieron que lo hicieras.

Si el Dios se sorprendió por su conocimiento no lo mostró. Debía ser consciente de que sus recuerdos habían traspasado la línea y Elliot los vio a través de su sueño.

<<Zeus se encaprichó de la madre de Arabella. La conoció mientras él tomaba forma de un simple campesino. Al saber que ella pertenecía a otro hombre, tomó su cuerpo y su rostro y mediante engaños, la llevó a la cama. Arabella nació meses después.>

—Entonces es cierto. Es una semidiosa.

Tánatos no respondió, pero tampoco era necesario.

Desde aquella noche en el bar donde escuchó aquellos dos hombres hablar acerca de la reliquia capaz de devolver la vida a alguien que había muerto de forma violenta, había visto y oído cosas sorprendentes, empezando por la mujer que dormía a su lado.

—¿Hay algo que no me habéis contado?

Sintió al Dios tensarse en su interior, pero entonces Arabella se removió a su lado y la conversación entre ellos se detuvo.
En cuanto ella abrió los ojos, una lenta y perezosa sonrisa curvó sus labios haciéndola aún más atractiva.

Sus ojos se deslizaron de forma lenta por su cuerpo perfecto y desnudo, sintiendo como su miembro reaccionaba una vez más a ella, pero se obligó a no tocarla de nuevo.

Todavía quería respuestas, aunque algo le decía que no estaba listo aun para la verdad.

—Estoy hambrienta.

—Vistete y prepararé algo para que comamos. Después podemos hablar acerca de lo que vamos a hacer.

Levantándose de la cama, Elliot se puso inmediatamente unos pantalones y se dirigió hacia la cocina.

Arabella le observó alejarse sintiendo una fuerte opresión en el pecho.
Tenía que decirle la verdad. Contarle todas las consecuencias que conllevaría devolver a la vida a su chica.

Quería pensar que su dolor se apaciguaría y que al saber que ella moriría después del ritual, detendría su deseo, sobre todo después de lo ocurrido entre ellos.

Quería pensar que su dolor se apaciguaría y que al saber que ella moriría después del ritual, detendría su deseo, sobre todo después de lo ocurrido entre ellos

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