Capítulo ocho

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08 │CONTRATO

♪ Welcome to the panic room, where all your darkest fears are gonna come for you. ♪
(Bienvenido a la habitación del pánico, donde todos tus miedos más oscuros van a venir por ti)- Panic Room. Au/Ra


Elliot suele decir que soy más madura que las de mi edad. 

A veces, creo que se equivoca. 

En cuanto escuché que salió de la habitación me puse de pie. Necesitaba aprovechar que no estaba para hacer mis maletas, esconder las cajas, y pensar en una excusa del porque no puedo continuar aquí. 

Mi decisión por más precipitada que sea, ya esta tomada.

¿Estoy siendo una cobarde? Probablemente, ¿Me importa? Por supuesto que no.

Camino por el inmenso pasillo hacia el restaurante del hotel. Donde, según el mensaje de Elliot, me está esperando. El manojo de nervios que siento con cada paso que doy se aligera casi instantáneamente cuando lo veo sentado platicando únicamente con otro de los guardaespaldas.

Cuando me vislumbra, me dedica una de esas sonrisas que me ayudan a tranquilizarme. La mía se borra por completo cuando reconozco al chico con el que está sentado.

Es él que estaba con Mason ayer. El que dio la maldita idea de que yo fingiera ser su novia. 

—Jude, por fin llegas —dice Elliot tomando mi mano—, te quiero presentar a mi compañero, Tyler Martins.

—Judith, ¿Te han dicho que tienes una cara muy familiar? —Tyler extiende su mano hacia mí—,  Casi siento que ya te conozco.

Suelto una risa y comienzo a toser. —Me lo dicen mucho —Miento.

Este hijo de perra. Seguro se está vengando de mí, por querer mandarlo a la mierda con las cosas que me fue a dejar ayer.

Elliot es totalmente ignorante a lo que está pasando. Por suerte, Tyler no parece tener intención de continuar hablando.

Me siento al lado de Elliot mientras él pone un menú frente a mí.

—¿Descansaste? —pregunta mientras come un poco de su fruta picada. Asiento fingiendo que leo el menú.

—Ya vuelvo —anuncia Tyler mientras se pone de pie y se aleja saludando a alguien. 

—Quería hablar contigo —digo dejando el menú sobre la mesa en cuanto estamos solos. No quiero alargar esto, y entre más rápido me movilicé será mejor.

—¿Todo bien? —pregunta viéndose ligeramente preocupado.

Rasco mi ceja y presiono los labios antes de hablar. —Todo bien, tranquilo, es solo que, aunque me ha encantado estar estos días contigo, debo regresar. Sé que es algo precipitado y que solo quedan unos días, pero debo hacerlo hoy —enfatizo la última palabra sintiendo mi garganta seca—. Surgieron unos problemas en el departamento. El pago que yo hice no se ha reflejado y debo entregar los comprobantes.

—¿No lo puede hacer Vanesa?

—No —respondo más abrupta de lo que pretendo—digo, sí que puede, pero yo tengo los comprobantes guardados y no recuerdo exactamente donde... debo buscarlos.

—Entiendo —dice asintiendo haciendo que el alivio me invada instantáneamente—. Yo te puedo llevar.

—¿Llevar? —La voz de Paxton me hace tensar de manera inmediata. Sin querer girar, mantengo la vista fija en Elliot. No puedo ignorarlo mucho tiempo porque rodea la mesa y se sienta literalmente frente a mí, está usando unas gafas de sol y luce algo cansado.

Perfecto Caos ✔ (Próximamente en Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora