~5~

144 10 0
                                    

El consejo de ancianos se negó a aceptar nuestro compromiso.

Yo no tenía poder ni influencias, no podía dar ningún beneficio a Suna con nuestro matrimonio.

Era obvio que al ser la cabeza de la aldea tenías que casarte con alguien de tu mismo estatus.

Me sentí sumamente frustrada.

El tiempo que te veía volvió a disminuir. Ahora te veía dos veces por semana y solo por un par de horas antes de que tuvieras que regresar a tu oficina.

Hotaru se enteró de ello y estuvo a mi lado apoyándome y consolandome cuando las lágrimas eran demasiado para contenerlas.

Pero ¿por qué tuviste que entender mal?

Me acusaste de engañarte mientras que yo jamás hice algo para que dudaras de mi fidelidad, en ese momento sentí como mi corazón dañado se quebraba, sentí como las grietas se hacían más grandes, y sin embargo, las ignore.

Nunca te recriminé cuando Matsuri se te colgaba del brazo o del cuello y no hacías nada, en cambio aquí estabas tú, desconfiando de mí sin siquiera dudarlo.

Te amaba con todo mi corazón, me entregué a tí como muestra del amor que te tenía.

Pero ese día fuiste un completo idiota y por primera vez en mi vida, te odié y me cuestione si estaba bien que siguieramos juntos.

También fue la primera vez que me permitir llorar frente a ti, y tú solo te fuiste, creí que era más importante que eso, pero ahí entendí que no era así.

Para GaaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora