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Iba a tener un hijo tuyo.

Un bebé producto del gran amor que nos teníamos.

Creí, enserio creí que todo se arreglaría si te daba la noticia. Ya nos veía llendo de compras por todo lo que necesitaría nuestro hijo.

Tu cumpleaños estaba cerca, y mandé invitaciones a todos tus amigos con la idea de darte la noticia ese día. Organice todo para llevar a cabo tu celebración en mi pequeño apartamento, les hice saber a todos que sería una fiesta sorpresa.

Fui a buscarte para arreglar las cosas, no quería que faltaras solo porque estabas molesto conmigo.

Me encontré con Temari de camino a buscarte, ella acababa de llegar de Konoha, y le conté sobre mis planes para la fiesta y el motivo por el que iba a verte (No le dije de mi embarazo o malograria la sorpresa (debería haber sabido que la fiesta ya estaba condenada desde el principio)).

Gaara es un tonto, los hombres creen que porque tienes un amigo ya los están engañando. Shikamaru tiene amigas y yo no ando celandolo a cada rato.

Sentí una gran calidez cuando Temari me dió consuelo y me hizo saber que iría ese día sin falta.

Con el ánimo renovado, entre decidida a tu oficina.

Estabas tan concentrado en tu trabajo que no me viste entrar, te veías tan guapo de esa forma tan seria, estuve mirándote por casi 10 minutos cuando lo hiciste.

¿Cuando llegaste?

La sorpresa en tu rostro me dió ternura y no pude evitar reírme.

¿Podemos hablar? No me gusta que estemos tan distanciados.

Sentí ganas de llorar en ese momento porque te veías tan tranquilo, como si nada hubiera pasado y todo siguiera igual  que siempre.

Ven, siéntate aquí.

Me desconcertó un poco tu actitud, pero lo aproveché.

Al final, arreglamos las cosas con unas pocas palabras.

Si era tan fácil arreglar ese malentendido, ¿por qué demoramos tanto en hacerlo?

Para GaaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora