El Corazón Son Las Raíces.

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John Kreese miraba con atención cada uno de los ataques violentos de Daniel, no iba por defensa, aquello no era Miyagi do karate, aquel karate era el de una cobra en descontrol, cómo también veía a su querido Johnny Lawrence destruir a otros dojos, a Boby Brown lanzar patadas como lanzas, y luego el primer enfrentamiento, cobra contra cobra... Daniel Larusso contra Tommy, Daniel con poca dificultad lo destruyó, atacó primero, el cuerpo de Tommy cayó brutalmente contra el suelo luego de una patada totalmente legal en el estómago. Así igualmente con Duch, dejando con los mismos movimientos destrozados a los dos, con muy poca dificultad, había sido humillante.

John miraba sonriente a Daniel, el era una cobra, realmente lo era, luego miro a Johnny quien miraba a Daniel con odio, realmente miraba con demasiada atención sus piernas, temblaba demasiado, pero era notorio el odio, la sombría oscuridad que reflejaba Daniel Larusso, eso lo mantenía de pie. En cambio Bobby, que estaba del otro lado de John miraba a Daniel cuál diamante imposible de alcanzar, como si se fuera a lastimar, con tristeza, con piedad, amor, con ternura.

John: Johnny, ahórratelo, Bobby ésta noche demostrará de que está echo. Vas a destruirlo.

Bobby centró su mirada a su sensei rápidamente quien miraba fijamente a él, tragó en seco y se enderezó.

Bobby: Sensei creo que no sea necesario... Además yo puedo con el, si lo lastimo me descalifi-

John: no te pregunté si querías hacerlo, entra allí y pelea como verdadera cobra, o sal por la puerta y rindete como un perdedor, y yo no entreno perdedores.

Johnny miró con repudio a Bobby el cual solo suspiró frunciendo el ceño, acomodó su cinturón, su Gi y salió de un salto hacia la colchoneta.

A su vez, luego de destruir a Duch con una patada que encima había repetido por reciclar movimientos Daniel bajó del área de pelea y se acercó a una esquina a tomar agua, se veía lleno de odio, lleno de asco, miraba a los cobras, y allí estaban, esos ojos tan lindos, color celeste como el cielo, ese pelo rubio cuál oro, con esa asquerosa sonrisa de ganador, era tedioso, repugnante, odiable.

Aquellos pensamientos fueron interrumpidos por la presencia del señor Miyagi, quien con decepción se paró al lado de Daniel quien no despegó la mirada de Johnny ni Johnny de el.

Miyagi: ¿Así pensar luchar en vida? ¿Atacando como serpiente sin piedad? ¿Con veneno?... Tu no ser así, Daniel-San, tu ser Miyagi do, eso ser Cobra Kai.

Daniel despegó la mirada amenazadora de Johnny, aquello era verdad, era como un balde de agua fría, su mirada café fue directa a él japonés que miraba a los cobras sin expresión aparente.

Daniel: Lo siento señor Miyagi, no estaba listo después de todo para esto... El odio me corrompió y ahora no sé que hacer... Seguro ya es tarde y usted seguro me odia!

Dijo Daniel cayendo al suelo con sus manos en la cabeza, se había dejado llevar por las malas personas, todo estaba en desorden, todo era por Johnny, ese chico millonario sin problemas aparentes solo vino a joder, a arruinar su vida.

Miyagi: Daniel-San... Nunca ser tarde para hacer el bien... Meh! Levantar cabeza de suelo! Hai!

El señor Miyagi dió un golpe fuerte con su pie al suelo el cual del susto hizo a Daniel enderezarse, el señor Miyagi tomo del rostro a Daniel quien se notaba que estaba por llorar.

Miyagi: Yo entender lo que ese chico hacerte... Aunque tú no decirme, tu tener que confiar en mi... No en serpiente venenosa, tu ser bonsái! De raíz fuerte! De corazón fuerte! Ahora tu luchar con corazón, y no con veneno! Tu luchar con raíz!

Daniel dejo caer aquellas finas lágrimas representativas al dolor que sentía, escucho con atención una y otra vez a al anciano quien limpio sus lágrimas mientras le hablaba, lo soltó y Daniel se enderezó.

Daniel: ¡Si sensei!

Dijo con la voz quebrada, ambos hicieron el tradicional saludo japonés mirándose a los ojos con honor, con amor, el señor Miyagi era un padre para Daniel, era lo más bonito que tuvo desde que llegó a all valley.

Daniel escuchó como fuertemente entró Bobby a el área de pelea, giró mirando al cobra, ahora como Daniel, eso a Bobby lo hablandó. Daniel entró al área, hizo el tradicional saludo con Bobby y se pusieron en posición de lucha, ésta vez quien había atacado primero era el cobra Bobby Brown, quien realmente había tardado unos segundos, había esperado a que el otro ataque, John miraba todo atentó, la Cobra había vuelto a esconderse.

Daniel apenas había llegado a defenderse, hasta que Bobby dió una patada ilegal en la pierna de Daniel, la zona débil de el, por su inestabilidad al andar, Daniel cayó al suelo en agonía quejándose y retorciéndose en el suelo, Bobby y Miyagi corrieron hacia el.

Bobby: ¡Lo siento Daniel de veras lo siento! ¡Rindete! ¡Rindete o Johnny te matará!

Dijo asustado entre lágrimas mientras miraba la pierna del chico con las manos temblorosas, el árbitro lo alejó bruscamente dejándolo fuera de combate, mientras John sonreía satisfecho, no había nada mejor que pelear sucio.

Daniel fue enviado a enfermería, Lucille Ali y Miyagi miraban todo atento, mientras Daniel se quejaba ahora más leve de dolor.

Enfermera: Lo siento... Pero ya no podría seguir...

La enfermera suspiro entristecida, era una pena ver a un gran peleador abandonar su batalla por terceros que juegan de forma deshonesta, tomo su botiquín y salió mirando por unos segundos a Miyagi.

Ali: ...Daniel no... No te sientas mal, tu ganaste, ellos solo hicieron trampa y eso es perder, es deshonesto y es injusto! No tendrás el trofeo pero t-

Daniel suspiro interrumpiendo a Ali.

Daniel: Quiero estar solo con el señor Miyagi.

Ali miro triste a Daniel, pero su madre solo suspiró y tomó del antebrazo a Ali con cuidado abandonando la habitación.

Daniel: No me repita lo mismo que Ali, es una... Mierda! No gané nada! No gané el trofeo! El respeto! Si no me respetan ahora ni antes más adelante menos lo harán! Y es como si pensaran que quisiera demostrar algo cuando solo quiero demostrarme a mi mismo que si puedo ganarme el respeto de todos! Y no es justo e-el-

Miyagi: Daniel-San... Yo respetarte.

Daniel: Pero yo no...

Daniel comenzó a llorar mirando hacia un lugar de aquel vestíbulo, allí mismo su virginidad, dignidad y respeto hacia si mismo se habían evaporado.

Miyagi miró unos segundos a Daniel y frunció el ceño, alzó sus manos y comenzó a frotarlas, y todos sabemos lo que eso significa~

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El amor lo vence todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora