Eso No Era Cobra Kai.

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Organizador: Debido a la lesión del alumno de Miyagi-do Karate, no hay más de otra que entregar el premio al ganador anual de este All-

El organizador había sido interrumpido por Ali, quien había llegado corriendo arriba de la colchoneta con una sonrisa explosiva de felicidad. Johnny le dedicó una mirada de desprecio, ¿Que quería ahora?.

Organizador: ¿Daniel LaRusso volverá a luchar?

Johnny miró boquiabierto a su sensei, y su sensei miró con enfado a Bobby, talvez su golpe no había sido lo suficientemente fuerte como para hacerle una lesión real.

Organizador: ¡Daniel LaRusso volverá a luchar!

Se escuchó seguido de varias palabras de motivación y ánimos, para avivar el fuego en el público, entre aquello se podía ver como Daniel entraba al área de pelea, algo rengo, y mirando todo con algo de nervios, pero sin perder el toque LaRusso.

Johnny Lawrence subió allí mirando imponente y con frialdad a Daniel, como si lo fuera a comer vivo.

Ambos hicieron aquel saludo tradicional y se pusieron en posición de batalla.

Johnny: Tranquilo, cuando pierdas seré cuidadoso con lo que te haga, pero te recomiendo que te cuides bien el cuello, porque te lo voy a quebrar.

Daniel no quiso escuchar a Johnny, solo lo miró ahora aún más tembloroso, daba miedo, mucho miedo, pero lo que más miedo daba era el saber que el había tocado mi cuerpo, que el sabía cómo era, cómo destruirlo, inmovilizarlo, ¿Realmente me quiere dar una paliza luego de esto? Pensaba Daniel, era evidente que el odio repudio dolor y el deseo sexual de Johnny se estaban mezclando, y en una cobra sin control no era algo bueno.

La mente de Daniel se estaba nublado, entonces fue cuando apenas comenzó la pelea que recibió un fuerte golpe en el pecho, el cual fue punto, para los cobras.

Miyagi: ¡Daniel-san! ¡Concentrar en movimientos! ¡Si serpiente distraer no tener que verla a los ojos!

Aquel consejo iba más allá de la naturaleza, realmente cuando dejaba de ver esos ojos color lago en el cielo mi corazón palpitaba de dolor, de lo deprimente que era sentir como quien yo amaba, quien amaba con locura estaba loco por asesinarme, incluso violarme, pero más allá de eso, el señor Miyagi trataba de decir que deje los deseos fuera, que peleé con el corazón, no con lo que deseaba, y lo que sentía era dolor, inestabilidad, no podía con todo junto, entonces fue cuando después de defenderme apenas tan solo un poco logré un punto que además casi hubiera sido ilegal, un movimiento tonto, me sentía demasiado mareado, pero por suerte el árbitro no lo había notado, estábamos 2-1, sentía que iba a perder, hasta que BANG otro golpe, este fue mejor, fue en la cintura con patada lateral, lo había tomado desprevenido

El sensei John llamo a Johnny y mi sensei Miyagi a mi

John: ¡¿Que c@r#j0s te pasa Johnny?! ¡Eres más fuerte que dos puntos que hizo de suerte este idiota! ¡Eres un Cobra Kai! ¡El mejor de todos! ¡Actúa como tal y desastre de ese arbolito japonés!

Johnny miró hacia atrás manteniendo su cabeza levemente inclinada hacia abajo, realmente me estaba mirando de reojo a mi por detrás suya, el estaba luchando con sus sentimientos en mi contra.

Johnny: Si sensei, puedo hacerlo.

Dijo volviendo a su posición en la colchoneta.

Daniel: ¡Señor Miyagi mire como estoy peleando! ¡No siento que pueda hacerlo es que ni siquiera puedo mantenerme realmente de pie! ¡¿Cómo podré tener equilibrio allí?!

Miyagi: ¡Daniel-San!

Daniel cerró la boca por completo dejando caer gotas de sudor y lágrimas, el cansancio estaba siendo aún peor que la tristeza.

Miyagi: Tu corazón ser raíz, raíz ser fuerte, raíz no estar siempre estable, tu interior no tener equilibrio... ¡Entonces dejar de quejarse y hacer equilibrio! ¡Hacer equilibrio como bonsái! Hacer equilibrio Miyagi.

Ambos se miraron unos segundos, Daniel tomo fuerza y valor y asintió haciendo aquel saludo tradicional, siendo seguido de Miyagi, que lo miraba con orgullo, con confianza.

Johnny Lawrence volvió a la colchoneta, al igual que Daniel, se saludaron, se posicionaron y ahí empezó el tiempo de pelea... Aunque... Daniel en vez de pelear parecía hacer movimientos extraños, como si estuviera bailando. Johnny lo miró como si de algo patético y en burla se tratara, entonces escucho a su sensei mientras LaRusso con su dolor se alineaba en un equilibrio perfecto con una sola pierna.

John: ¡¿Que esperas?! ¡Hazlo! ¡Patea a esa perra! ¡Sin piedad!

Johnny lo miró, odiaba verlo bien después de todo, odiaba el sentimiento de culpa que llevaba dentro, ¿Por qué? Se preguntaba el rubio, ¿Por qué yo tengo que pagar los platos rotos? El me engañó con ella, el se lo merece, el no merece piedad.

Johnny: ¡Sin piedad!

Johnny se acercó a Daniel de forma agresiva e intimidante dejando caer gruesas lágrimas llenas de dolor, pero realmente el dolor lo había cegado, no había llegado ni a reaccionar, Daniel había golpeado su rostro con una patada nueva, pero ilegal, "La grulla". Johnny cayó, cayó llorando cubriendo su nariz lastimada, cegado ahora por las lágrimas y la sangre, en el suelo entre fuertes quejidos de dolor, Daniel lo miró y sonrió, no pudo evitarlo, ahora el estaba en el suelo, llorando y temblando, solo, sin apoyo, sin nadie quien le de amor. Saltó de felicidad a abrazar a su sensei, el señor Miyagi, quien reía contento por todo lo que había logrado con su alumno. Aunque mientras tanto, una mirada de odio, una mirada sicópata, una mirada asesina miraba desde lo lejos a Johnny, ese era John, y John Kreese no estaba nada feliz con una perdida tan estúpida, era evidente, en sus lágrimas se notaba, Johnny amaba a Daniel, pero se odiaba a si mismo, eso era debilidad, piedad, eso no era cobra kai.

John: Las cosas desde hoy van a cambiar.
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El amor lo vence todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora