Capítulo 3.

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Flashback.

El pequeño Ji-Hoo yacía sollozando en su habitación. La mala mujer de NamRa lo había golpeado, y su padre aún así no le creía.

—Mamá, ¿Por qué papá no se murió? Te necesito, ella me hace daño—Sollozaba.

El pequeño niño solo recordaba el olor a flores que desprendía su madre, pero no la recordaba como era.

Sintió que alguien entró a la habitación y así cerrando haciendo un estruendo.

—¡Por favor, ya no me golpee más!—Gritó el niño intentando esconderse.

La mujer lo agarro de los cabellos, haciendo que la mire.

—Mocoso inútil, ¿Crees que es bonito que digas eso de tu padre?. Esta bien que tu maldita madre haya muerto. Esa mujer no era más que una zorra quitando novios, ¿Que no sabias eso?—Dijo al ver el rostro de tristeza en su hijo.

—Aún así sí ella quita novios, eso no la convierte en mala madre. Estoy seguro que ella si me hubiera querido—Dijo empujandola.

La mujer le lanzo una fuerte abofetada dejando roja la pequeña mejilla del menor.

—No vuelvas a faltarme al respeto, tu maldita madre no era más que una zorra inútil. No sabes cuanto me alegra que se haya muerto, niñito huérfano—Le dijo riéndose.

El niño negaba sollozando.

Sintió un estruendo en la planta baja, su padre había llegado.

—¡Papá, papá ayúdame!—Grito rápidamente saliendo de la habitación.

La mujer rápidamente lo siguió, no quería que ese mocoso la delatara.

—Padre, NamRa me golpeo y faltó al respeto a mi y a mi madre. Papá, botala de la casa, ella me hace daño—Dijo sollozando.

La mujer sollozo ganándose la atención de los dos.

—No entiendo que tiene en contra mía, yo solo quiero darle el cariño maternal que no tiene. Nunca le haría daño a un pobre angelito desamparado, y nunca insultaría a mi mejor amiga. Sabes que ella estuvo en mis momentos difíciles—Dijo limpiando sus lágrimas.

—Son lágrimas de cocodrilo, no le creas papá—Le dijo el niño.

El padre negó enfurecido, ¿Como es que su hijo se refería a NamRa de esa manera?

—Ji Hoo,¿Sabes que? . Ya me cansaste, no puedo aguantar tu maldita  actitud, tu madre ya no está. Esta en un lugar mejor, traje a NamRa porque estoy enamorado de ella, es mi novia lo cual lo hace tu madre. Debes ya entenderlo, no eres más un chiquillo de un año—Dijo mirándolo con reproche.

El niño negó soltando gruñidos.

—¡Esa horrenda mujer nunca será mi madre!—Grito ganándose un golpe por parte de su padre.

NamRa le sonría con burla, ella siempre iba a ganar.

—¡No te expreses de esa manera con tu madre!—Gritó.

—¡Mi madre se llama Eun ji, la que me dio la vida. Ojala te hubieras muerto tu y no mamá!, ¡Te odio, te odio con toda la intensidad que existe!—Gritó el niño.

Se dirigió al bosque, se adentro en el escondiéndose en un gran árbol.

—Mamá, quiero a mi mami—Sollozaba fuertemente.

A pesar de todo, solo era un niño de cinco años que quería ver a su madre.  Quería sentir el cariño de su madre, y no los golpes de una horrenda mujer.

Una pequeña luz en este desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora