Neguó yéndose de la habitación, completamente horrorizada.
¿Su hija acaso era una maldita neurótica?
—¿Que hiciste?—Dijo, agarrando su bolso, dirigiéndose hacia el hospital donde su hija estaba internada..
Después de casi media hora llegó, adentrándose a la habitación del hospital para ver a su hija, ahora algo pálida.
La mano de su pequeña se movían por sí solas haciendo sollozar a la madre.
—Debes despertar de esa pesadilla—Dijo, acariciando la mejilla de su hija.
Podía sentir su cuerpo tensar cuando veía a sus ojos queriendo abrirse, queriendo despertar.
Pero no sucedia, ella no despertaba.
—Mi pequeña, abre los ojos, aquí está mami—Decía sollozando.
Lo que la madre no se percatan a es que las uñas de la menor se encajaban en ella, haciéndola sangrar.
Los dientes resonaban, la madre levantó su mirada viéndola. Tenía los ojos abiertos, aquellos estaban amarillentos.
La boca de la recién mencionada se abrió, intentando inhalar.
—Mami—Decía, sollozando.
La madre tapó sus ojos al verla, los ojos de la pequeña se volvían rojos cada vez que intentaba moverse.
—Me duele mami, por favor ayúdame—Decía sollozando.
—Mamá, ellos me quieren, me convertirán en uno de ellos—Decía, soltó quejidos cuando sintió su corazón acelerarse.
La señora tapó sus labios, gritando por ayuda.
Veía como su pequeña se quejaba a gritos, diciendo repetidas veces un nombre.
Un chico.
Vio como los doctores vinieron, la sacaron de allí para poder ayudar a su hija.
La mujer se lamento, no pudo cuidar bien a su pequeña.
.
.
.Anteriormente.
Onjo la acuchilló, salvando a su amigo de ser mordido por ella.
—¡Ya no convertirás a ninguno!—Decía gritando repetidas veces.
Eun-ji había ocultado muy bien a su pequeño, no queriendo que lo dañaran a él también.
Aquella cuchilla, esa que habían matado a tres zombies antes.
Sentía su cuerpo arder, aquello no era normal.
Sentía los sollozos de su madre, llamándola.
Abrió lentamente sus ojos percatandose que no estaba en esa realidad.Negó sollozando, sintiendo dolor. Veía la luz, una maldita luz que apuntaba su rostro.
Un doctor asomándose, pudo ser consciente que estaba en su realidad.
—No tiene latidos—Decía el otro.
Sentia el delicioso olor, cuando la mano fue directo al rostro de la menor, esta lo quiso morder.
—Alejense de mi—Decía.
—Tranquila, estamos aquí para ayudarte—Dijo, tomándole la presión.
Carajo, que gran trabajo.
Mordía su lengua, sintiendo el sabor metálico rodear toda su boca.
Nada era normal, es su maldita realidad era uno de esos fenómenos, algo que ella lo fue.
Quería desaparecer.
Pero nada estaba bien, sintió el grito de alguien.
Volvió a abrir sus ojos, encontrándose en el mismo bosque, siendo comida por esos fenómenos.
—¡Mamá!—Gritaba el pequeño.
Los zombies comían de ella, aquella gritaba.
Vio a su lado, aquel que alguna vez amo yacía muerto.
Su pequeño...
Volvió a abrir sus ojos, sintiendo ardor por todo su cuerpo.
—¡Duele!—Grité sollozando.
Abrió sus ojos, encontrándose a su pequeño a su lado. Sollozando.
—Mamá, no me dejes—Decía sollozando.
Su corazón latía con rapidez.
Volteo al escuchar pasos pesados, encontrándose con soldados.
Abrió sus ojos, los enfermeros yacían alrededor de ella, poniendo descargas eléctricas.
Esta tenia los ojos entrecerrados, no pudiendo respirar con normalidad.
Si moría allí, moriría también en su realidad.
Abrió sus ojos, encontrándose a su pequeño con un disparo en su cabeza. Dejó de respirar, no había nadie allí.
Quiso gritar, quiso matarlos. Pero ella ya estaba muerta.
Ya no pudo abrir sus ojos, los cerró siendo asesinada.
.
—Lo lamentamos, señora—Dijo, haciendo una reverencia.
Ese era el final, había perdido a su hija.
Ella había muerto allí, había muerto en su realidad.
Habia sido asesinada por su enemiga, por aquella.
Fin.
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Una pequeña luz en este desastre
FanfictionTemporada dos de "Estamos muertos". Si son nuevos tendrán que ver la primera temporada para entender, gracias.